Los venezolanos no quieren navegar "hacia el mar cubano de la
felicidad", como les propuso Hugo Chávez. El 63% tiene una visión
desfavorable de Cuba, país al que acusan de haber convertido a Venezuela
en una colonia de la isla caribeña con el objeto de saquearla. Sólo el
31% simpatiza con el régimen comunista creado por los hermanos Castro
domingo, abril 6, 2014 | Carlos Alberto Montaner
María Corina Machado electrizó a los asistentes con su entrada
apresurada al gran salón de actos. Acababa de llegar a Lima tras un
viaje incierto. Todos nos pusimos de pie conmovidos, incluidos los ex
presidentes Felipe Calderón y Sebastián Piñera. Unos jóvenes venezolanos
entonaron el himno de la patria y desplegaron la bandera. Algunos
lloraban de emoción. Ocurrió a fines de marzo en la Universidad de Lima
en un acto convocado por Mario Vargas Llosa y la Fundación Internacional
para la Libertad.
El novelista explicó por qué era tan importante la visita de la joven
ingeniera y diputada. En ese país se jugaba el destino de la democracia
americana y en ese momento nadie representaba mejor a los estudiantes
que protestaban en las calles de veinte ciudades venezolanas que esta
mujer decidida a darlo todo por la libertad de su país. Cuando ella
hablaba ya habían sido asesinados 40 jóvenes por los represores de la
Guardia Nacional y los paramilitares armados con pistolas y fusiles que
los acompañaban a bordo de motocicletas.
¿Asumía Vargas Llosa una postura compartida por los peruanos o era la
visión sesgada de los liberales? Una encuesta reciente de IPSOS
confirmaba que esta vez Mario no nadaba contra la corriente. El 94% de
los peruanos condenaba al chavismo tajantemente y rechazaba a Nicolás
Maduro.
A mi juicio, esa encuesta, hecha en cualquier país de América Latina,
arrojaría resultados parecidos. Los peruanos no son diferentes al resto
de los latinoamericanos. Tras 15 años de disparates y violencia, el
chavismo y el socialismo del siglo XXI han demostrado su carácter
intolerante, empobrecedor y antidemocrático. Los pueblos no los quieren.
Pero, ¿y dentro de Venezuela? ¿Cuánto ha calado en esa sociedad el
clientelismo chavista, la propaganda abusiva contra la oposición, los
insultos y descalificaciones personales, el control casi total de los
medios de comunicación?
Afortunadamente, ya lo sabemos con bastante certeza: el oficialismo
chavista está en franca minoría y cae en picado. Al menos dos encuestas
muy profesionales lo revelan con un margen de error insignificante.
Ambas aparecieron en marzo. Una se debe a Alfredo Keller, un encuestador
muy prestigioso. La otra es conocida como Venebarómetro, y la llevó a
cabo el Instituto Venezolano de Análisis de Datos. Las dos coinciden en
los resultados generales y confirman el juicio del analista Joaquín
Pérez Rodríguez, tal vez el mayor experto electoral del país. Estos
documentos se pueden localizar fácilmente en Internet. Basta con
googlearlos.
Entre el 62 y el 72% piensa que Venezuela está a las puertas de un
colapso económico. Los dos peores y crecientes problemas son la
inseguridad y el desabastecimiento. Lo afirman más del 70% de los
venezolanos. El 65% rechaza las milicias paramilitares formadas, en gran
medida, por delincuentes que disparan a matar y asaltan tiendas y
supermercados. Los malandros asesinan a 25 000 personas al año.
Simultáneamente, crece por horas la lista de los productos básicos que
no se encuentran. Ni siquiera harina para hacer arepas o leche para los
niños.
La población no cree la versión oficial de que la crisis se debe a los
burgueses. Es demasiado burda. El 51% está convencido de que la
responsabilidad es del gobierno. El 57% piensa que de Maduro
directamente. Apenas el 16% culpa a los empresarios y el 8% a los
Estados Unidos. El 81% de los venezolanos respalda la existencia de las
empresas privadas. Sólo el 18% se opone. El mensaje colectivista y el
loco proyecto comunal, sencillamente, no han calado.
Los venezolanos no quieren navegar "hacia el mar cubano de la
felicidad", como les propuso Hugo Chávez. El 63% tiene una visión
desfavorable de Cuba, país al que acusan de haber convertido a Venezuela
en una colonia de la isla caribeña con el objeto de saquearla. Sólo el
31% simpatiza con el régimen comunista creado por los hermanos Castro.
La institución más valorada es el llamado Movimiento Estudiantil, con un
66.4 de aprobación. El 57% apoyaría una forma constitucional de salir
del gobierno de Maduro. Sólo lo respalda el 36%. Cualquiera de estos
tres opositores derrotaría fácilmente a Maduro en las urnas: Henrique
Capriles, Leopoldo López o María Corina Machado.
¿A dónde conducirá este contundente rechazo? Probablemente, a un
encontronazo entre militares que rechazan al chavismo y militares que
(todavía) lo defienden. Las noticias de generales presos y coroneles
insubordinados es todo un síntoma de este malestar dentro de las Fuerzas
Armadas.
También es posible un resquebrajamiento en la zona política del
chavismo. Muchos opinan que Maduro es un mal calco del militar
desaparecido, carente de carisma. Apenas es respaldado por "los
cubanos", a quienes les atribuyen haberlo colocado en la presidencia,
tras imponérselo a un Chávez moribundo y sin voluntad, pese a la
evidente violación de las normas legales, a la legendaria incapacidad de
Maduro y al tiempo que pierde hablando con los pajaritos.
¿Qué impide que el poderoso chavismo antimaduro, tal vez mayoritario, le
pida la renuncia al presidente y busque una salida constitucional a la
crisis?
Sencillo: el miedo. Los narcogenerales temen acabar perseguidos por la
DEA. Los cleptochavistas piensan que pueden terminar ante los tribunales
y perder sus bienes mal habidos. Los represores saben que hay
instituciones internacionales que juzgan y condenan a los genocidas. Le
ocurrió a Milosevic.
Como en el poema de Borges, a los chavistas no los une el amor, sino el
espanto. Si la oposición no se divide y los estudiantes persisten en las
calles, acabarán triunfando.venezuela,
http://www.cubanet.org/blogs/carlos-alberto-montaner-el-via-crucis-venezolano/
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