Publicado el jueves, 10.10.13
Maduro cierra el puño sobre la economía
ANTONIO MARIA DELGADO
ADELGADO@ELNUEVOHERALD.COM
El régimen de Nicolás Maduro parece estar en vías de aumentar el control
del Estado sobre la economía en su intento por encarar la aguda crisis
de liquidez por la que atraviesa el país sudamericano, en una
incoherente estrategia que algunos comparan con tratar de contener un
incendio rociando las llamas con gasolina.
Analistas consultados dijeron que la lucha interna por el control de la
política económica del chavismo llegó a su fin, con el sector marxista
ortodoxo imponiéndose sobre el sector que intentaba inyectarle algo de
más racionalidad a la conducción de las finanzas, con lo que queda libre
el camino para lo que se percibe será una radicalización de la
Revolución Socialista.
"Aquí lo que se viene es radicalización del proceso que esta gente está
teniendo porque obviamente a ellos lo que les queda es huir hacia
adelante, lo que les queda es radicalizar", comentó desde Nueva York
Francisco Ibarra, director de la firma de asesores Econométrica.
Los intentos para buscar una política económicamente más sensata eran
dirigidos por el Ministro de Finanzas Nelson Merentes, quien fue
destituido el martes como Vicepresidente del Area Económica.
Merentes, quien trataba de encontrar una fórmula que permitiera
reactivar el aparato productivo del país sin abandonar las raíces
socialistas del proceso, continúa siendo ministro.
Pero la democión del martes fortalece la posición del ministro de
Planificación Jorge Giordani, uno de los principales arquitectos
económicos del chavismo.
"Si Merentes representaba algún tipo de avanzada hacia un tratamiento
más moderno, más ecuánime de las finanzas públicas, su democión de esa
coordinación se puede interpretar como que el gobierno está reafirmando
su condición original de antiburgués y anticapitalista", comentó el
analista Gustavo Coronel.
"Implicaría una retroceso de aquella iniciativa de llamar a los
empresarios y de conversar y de ese brevísimo período de distensión que
hubo con ellos. De modo que la cosa va hacia atrás de nuevo", agregó
Coronel.
Las proyecciones de que el chavismo se dispone a radicalizar su
revolución se producen en momentos en que el país atraviesa por una
aguda crisis económica ante la insuficiencia de la renta petrolera para
cubrir los subsidios domésticos, la gigantesca ayuda económica que
brinda a sus aliados y el creciente peso de la dependencia económica de
las importaciones .
Esa dependencia se produce en medio de la destrucción del aparato
productivo provocado por más de 14 años de políticas hostiles al
empresariado, y la falta de monedas duras para financiar el incremento
de las importaciones se ha traducido a agudos problemas de escasez que
mantiene a los anaqueles de los supermercados vacíos.
La mayoría de los economistas cree que toda esta situación es culpa de
la Revolución Bolivariana, pero Maduro tiene otra opinión: la escasez es
producto de la guerra económica emprendida por la oposición venezolana
con el fin de provocar la desestabilización de su gobierno.
"Se me ha declarado la guerra. Ni un solo de estos cinco meses [de la
actual presidencia] se ha dado tregua ni cuartel para que el gobierno
bolivariano tenga éxito y gobierne para todo el país", dijo Maduro el
martes al solicitar superpoderes a la Asamblea Nacional para luchar
contra la corrupción y las presuntas operaciones de sabotaje económico.
"La economía venezolana atraviesa una coyuntura especial toda vez que el
aparato productivo del país está siendo impactado por una serie de
distorsiones como son la especulación, el acaparamiento, el contrabando,
el mercado de divisas ilegal", agregó.
Para frenar estas acciones, Maduró solicito la Ley Habilitante, que le
facultaría emitir leyes por su propia cuenta sin la aprobación de la
Asamblea Nacional.
Pero los economistas dijeron que precisamente Maduro utilizaría esa ley
para terminar de profundizar la Revolución Bolivariana, y terminar de
crear un modelo político económico de características muy similares al
vigente en Cuba.
Un modelo que estaría siendo diseñado precisamente por el mismo ministro
de Planificación.
"Giordani es un tipo obsesionado con el control, es un tipo obsesionado
con el rol que tiene que jugar el estado en la economía, es un tipo que
en el fondo es comunista", comentó Ibarra.
Y Giordani, considerado como uno de los más radicales dentro del ala
radical, parece haberle ganado el pulso que sostenía con Merentes, quien
quería implementar una flexibilización del régimen cambiario y un trato
más cordial con el empresariado para tratar de estimular la producción
nacional.
"Hay una degradación de Merentes. Hay una situación en la cual ese
sector radical, marxista ortodoxo, retoma el poder", comentó el profesor
de la escuela de Economía de la Universidad Central de Venezuela, José
Guerra.
"Sin ninguna duda Giordani, quien previamente había sido desplazado,
volvió a recuperar su poder, con lo que vuelve el sector más radical, el
sector que precisamente causó la crisis", agregó.
Según Guerra, Merentes tenía un plan reformista que básicamente que
aspiraba a introducir algún tipo de relajamiento del control de precios
implementado en el país, lo que para los economistas es uno de los
grandes causantes de los problemas de desabastecimiento que afligen al país.
También pretendía liberar parcialmente el mercado cambiario para aliviar
los grandes problemas que enfrenta los empresarios para conseguir los
dólares que necesitan para importar insumos.
"Todo eso se cayó", comentó Guerra.
Siga a Antonio María Delgado en Twitter: @DelgadoAntonioM
http://www.elnuevoherald.com/2013/10/10/v-fullstory/1586767/maduro-cierra-el-puno-sobre-la.html
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