Thursday, May 2, 2013

CNE-Gobierno y la voluntad del pueblo

CNE-Gobierno y la voluntad del pueblo
WILFREDO FRANCO | EL UNIVERSAL
jueves 2 de mayo de 2013 12:00 AM

Una buena auditoría electoral pudiera demostrar que el CNE lleva años
haciendo lo único que sabe hacer, preparar y avalar el triunfo electoral
del gobierno. La desaparición de Chávez abrió un compás de esperanza que
podría haber un cambio y no se manipularía el proceso electoral. Pero
aquí hay que darle la razón al diputado Diosdado Cabello, ellos, los
segundones, son peores que Chávez. Y los Castro no pueden permitirse
cambios en Venezuela. El CNE no puede permitir una verdadera auditoría,
porque se cae todo el andamiaje sociopolítico construido en 14 años.

Capriles ganó, pese a todos los abusos del régimen con los recursos de
las instituciones del Estado y los dineros de Pdvsa, porque el pueblo
decidió que no quiere ser otra Cuba. Esa decisión no cambiará, hagan lo
que hagan los enchufados. Pueden callar arbitrariamente a los Diputados
en la AN, pueden soltarle algo de dólares a los empresarios para tratar
de paliar la escasez, pueden mentir cada día, y hasta pueden meter preso
a Capriles, pero ni eso ni nada que hagan torcerá la voluntad de los
venezolanos. ¡Simplemente no queremos ser como Cuba!

Maduro y su gobierno, dirigido por los Castro, no podrá cambiar algo
inevitable. Este gobierno es ineficiente por naturaleza, es corrupto
hasta el tuétano de los huesos, tiene una esencia macroeconómica
orientada a profundizar la pobreza y la quiebra del estimulo a los más
productivos y competitivos, y por eso no podrá romper el curso hacia la
escasez, el desempleo y la delincuencia. Tampoco el curso hacia el
deterioro continúo de los servicios públicos.
Todo eso es determinado por una sola razón: imposición del modelo
cubano, del apropiamiento y el control de todo por el Estado, y del
atrofiamiento de la voluntad de los innovadores y emprendedores en todos
los sectores de la sociedad, porque ellos son "un peligro" al sistema.
Al final se quiere crear una sociedad de sometidos a una sola voluntad,
a un solo pensamiento, a un solo sistema socioeconómico, donde una casta
de privilegiados del partido y del gobierno son los únicos que deciden y
viven bien. A eso se le llama socialismo cubano, y aquí se le llama
socialismo bolivariano.

A eso se opone la voluntad mayoritaria y creciente del pueblo
venezolano, y ya no habrá ni discursos patrioteros y de soberanía, por
demás falsos porque aquí decide el gobierno cubano, ni la repartición de
dádivas, misiones, créditos, etc., gracias a la renta petrolera. El
pueblo quiere y necesita algo que este gobierno jamás podrá darle:
libertad para pensar, hablar y formarse, libertad para invertir esfuerzo
y dinero para progresar, libertad para ir y venir y desarrollar su
potencialidad personal, familiar y empresarial. En fin, libertad para
crecer como sociedad y nación, como lo han hecho las naciones asiáticas
y escandinavas, por ejemplo, en los últimos 40 años.

Y el pueblo también quiere algo que este gobierno jamás podrá darle:
calidad de vida, a través de buenos servicios públicos y privados, un
sistema de producción agropecuaria e industrial productivo y competitivo
que tiene que provenir de la sociedad toda, buena infraestructura de
autopistas, carreteras, calles y avenidas, energía eléctrica, educación
y salud, agua potable y manejo de las aguas servidas y de la basura.
Sencillamente porque su naturaleza corrupta e ineficiente lo impide,
además de su odio a la iniciativa privada, no importa lo que vociferen
los jefes, ni los planes que inventen. El dinero público se dilapida, se
"desaparece", se hace agua y sal y no alcanza, y, para colmo, la
terrible inflación lo desvaloriza día a día. Y el capital privado, el
poco que queda, se fuga.

Contra esos males este gobierno no tiene antídoto y solución,
simplemente porque son males inherentes a su naturaleza, forman parte
del sistema que se quiere imponer a troche y moche, violentando la
voluntad del Pueblo expresada en las elecciones y en cada conversación
política. Al régimen le queda mentir y lanzar a sus bandas armadas a
reprimir el descontento, acosar política y sicológicamente a los
empleados públicos, utilizar al pueblo más necesitado y tratar de
comprar su voluntad con migajas, acentuar la lista Tascón y elaborar
listas caprilistas por doquier. Pero nadie podrá doblegar a este bravo
pueblo, porque la libertad la cantamos cada día en el Himno Nacional y
la llevamos en los genes, en el pensamiento y en el corazón. ¡La
libertad en Venezuela es ineludible!

wfranco01@gmail.com

http://www.eluniversal.com/opinion/130502/cne-gobierno-y-la-voluntad-del-pueblo

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