Sunday, December 13, 2015

Una victoria americana

Una victoria americana
[13-12-2015 00:04:42]
Pedro Corzo
Escritor, Periodista y Editor

(www.miscelaneasdecuba.net).- Los venezolanos comprometidos con
desplazar la autocracia que impera en su país, han logrado una victoria
rotunda, tan ejemplar, que es de esperar que esa voluntad se exprese con
mayor vehemencia en sucesivos procesos electorales que demuelan por
completo un gobierno corrupto y violador de los derechos ciudadanos.
Los electores aprovecharon muy bien su última oportunidad. Nicolás
Maduro había asegurado que si triunfaba en los comicios el proceso se
radicalizaría, lo que significa que los derechos ampliamente vulnerados,
iban a ser abolidos por completo.

Los lideres de la oposición tuvieron la habilidad de constituir la Mesa
de la Unidad Democrática, un ejemplo de cómo personalidades
contrapuestas, que en algún momento de sus respectiva historias
políticas fueron enemigos, mucho más que adversarios, lograron acuerdos
con el único objetivo de derrotar un régimen corrupto y arbitrario.

Los resultados de estos comicios, aunque aún falta mucho para que al
país retorne a la democracia plena, simbolizan el triunfo de la libertad
sobre la autocracia que Hugo Chávez impuso, después de haber arribado al
gobierno a través del voto popular.

La propuesta de Chávez era internacional. Su denominado Socialismo del
Siglo XXI, una leyenda para encubrir con mensajes de justicia el
caciquismo, trascendió las fronteras de Venezuela, y germinó en varios
países, en consecuencia, está derrota es también para los gobernantes
que copiaron el modelo de despotismo electoral que el oficial golpista
propició y promovió.

Este descalabro internacional de los extremistas, quizás ayude a la
formación de una conciencia ciudadana a favor de la democracia en todo
el hemisferio. Una ciudadanía informada y alerta es la mejor
salvaguarda de la libertad.

Electores que sepan defender sus derechos y cumplir con sus deberes.
Capaces de no asumir como validas soluciones mágicas que solo se
sostienen sobre propuestas demagógicas que socializan la miseria y
cercenan libertades, son los mejores garantes de los derechos ciudadanos.

Se aprecia que los pueblos y los líderes menos aislacionistas son
aquellos que han estado involucrados en conflictos internacionales o
que han padecido dictaduras. Demuestran una sensibilidad mayor ante los
problemas de otras naciones y una mayor disposición a prestar su
cooperación.

El triunfo de la democracia en Venezuela, sumado al de Mauricio Macri
en Argentina, tal vez impulse la formación de líderes de fuertes
convicciones democráticas que no contemplen el poder como una vía fácil
y expedita de enriquecimiento personal y un medio para abusar de las
prerrogativas que le confiere gobernar.

Un liderazgo convencido de que la defensa de la libertad y de los
derechos ciudadanos es un compromiso transnacional. Dispuestos a
elaborar una estrategia capaz de asociar factores distintos, pero
inspirados en el objetivo de alcanzar y preservar el estado de derecho.
La historia ha demostrado que cuando un país es controlado por la
autocracia, la libertad del resto de las naciones está en peligro.

América demanda dirigentes nacionales obligados a la defensa de la
democracia, abanderados de las libertades políticas y económicas de su
país, sin que sean ajeno a los problemas y dificultades de sus vecinos.
La solidaridad democrática debe ser un principio fundamental en las
relaciones hemisféricas.

Es necesario que entidades como la Organización de Estados Americanos
cumplan con sus obligaciones. La OEA cuenta con instrumentos legales
para que los déspotas no puedan mantenerse en el poder. Han sido
mecanismos aprobados y reconocidos por todos los gobiernos, que
desgraciadamente no han sido aplicados, porque han primado los intereses
sobre los valores que los dirigentes dicen defender.

Es preciso es necesario constituir organizaciones no gubernamentales,
comprometidas en la defensa de los derechos ciudadanos. El dejar pasar
y hacer a los enemigos de la democracia, aísla a sus genuinos
defensores, situación que aprovechan los partidarios de la globalización
del despotismo.
Los demócratas de América Latina están obligados a reinventarse. La
colusión del populismo, corrupción y el narcotráfico origina gobiernos
que sustentan su gestión en el odio y la confrontación fratricida. Es
fundamental una propuesta hemisférica que tenga la libertad y el respeto
a los derechos individuales como premisa fundamental.
Aunque amargue, hay que reconocerlo. Del enemigo se ha de aprender.
Trabajar en proyectos que unan, trazar líneas de acciones comunes y
desarrollar constantemente una política de solidaridad activa que hagan
más dinámica las propuestas democráticas.

Lamentablemente la América democrática no cuenta con una entidad no
gubernamental que esté capacitada, o al menos dispuesta, a discutir,
debatir y confrontar en la defensa de los intereses democráticos no
contaminados por el despotismo del Socialismo del Siglo XXI.

Venezuela y Argentina fueron faros de libertad en el Siglo XIX, han
repetido la gesta. No desperdiciemos la oportunidad. Es un reto que
todos debemos asumir.

Source: Una victoria americana - Misceláneas de Cuba -
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/Article/Index/566ca80a3a682e0ffc73e97d#.Vm1r0PkrLjY

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