Pasados por las urnas, no por las armas
El fantasma de Venezuela preocupa en La Habana
Eugenio Yáñez, Miami | 10/12/2015 6:00 am
Mayoría aplastante de 112 escaños en la Asamblea Nacional venezolana.
Ventaja millonaria de votos opositores. Esas son cosas importantes.
No lo que escribió Raúl Castro a Maduro calificando de "extraordinaria
batalla" la bochornosa derrota: curiosa costumbre de los perdedores de
convertir reveses en victorias y apabullantes fiascos en gloriosas
batallas. Y celebrarlas posteriormente. El 26 de julio celebran la
derrota en un aventurero asalto a una instalación militar en Cuba. El 4
de febrero el fracasado golpe de Estado del gorila Hugo Chávez en
Caracas. El 8 de octubre el día de un supuesto héroe guerrillero, el
único integrante de su banda capturado vivo, que al verse rodeado
inmediatamente se identificó y gritó que valía más vivo que muerto.
En La Habana andan mudos, tanto la camarilla de la nomenklatura como los
esbirros de a pie, esos a quienes gusta dar golpes a mujeres indefensas
y opositores cercados por turbas. Si hablan es peor: dicen babosadas.
Sus esbirritos digitales siguen haciendo el ridículo, porque se acercan
las Navidades y necesitan las jabitas "de estímulo" más que nunca. Y sus
"interectuares" de por estas páginas, mediocres y previsibles,
intentando desviar la conversación hacia temas tan de actualidad como
los estudios para la latinización del alfabeto chino o la fecha exacta
del surgimiento de los dinosaurios: cualquier cosa que haga olvidar el
abrumador descalabro "bolivariano".
Nicolás Maduro pasó de la noche a la mañana de gorila amenazando
desconocer los resultados de las urnas, a paloma constitucionalista
reconociendo la derrota gracias a su supuesto espíritu de respeto a la
legalidad. No pudo imponer el fraude. Las mensajes de La Habana y
Washington fueron precisos: apartarse de Diosdado Cabello, enemigo de
los Castro, si quería salvar ropa y cara; un baño de sangre en Venezuela
no se aceptaría. Junto a eso le recordaron algo muy atractivo: tres años
más de presidencia si manejaba adecuadamente las relaciones con el
legislativo. ¿Qué importa entonces si Cabello acaba en un calabozo de la
Agencia Antidrogas de EEUU (DEA), como los sobrinos de la "primera
combatiente", o de buhonero en la Plaza del Silencio?
El fraude se montó con antelación. ¿Pruebas? La propuesta del Gobierno
de que todos juraran reconocer los resultados de las elecciones. Maduro
no lo hubiera propuesto, ni mucho menos firmado, de imaginar que el
resultado sería como fue. Quien piense que Raúl Castro y su pandilla
cubana ignoraban el fraude preparado, bien puede comenzar a escribir su
cartica a Santa Claus o Los Reyes Magos diciendo que se portó bien y que
quisiera que le trajeran…
¿Por qué las cosas no funcionaron como estaba planeado? Imposible
saberlo sin tener en cuenta lo que puedan haber conversado Washington y
La Habana en reuniones que se informan públicamente, o quizás en otras
más discretas. Hay quienes repiten que Obama le ha dado todo a Raúl
Castro a cambio de nada. Pero sería sorprendente que el régimen cubano
no hubiera previsto que el ministro de defensa venezolano, general
Padrino, se opondría a desconocer los resultados electorales y bendecir
un fraude. O que el Padrino haría una oferta que Maduro no pudiera
rechazar. Eso fue lo que sucedió.
Maduro pidió a los ministros que presenten las renuncias para formar
nuevo gabinete. ¿Cuál será el destino de Padrino entre tantos mafiosos?
¿Agregado militar en Teherán, Vicepresidente Ejecutivo, continuar como
Ministro de Defensa, pasar a retiro? Si no hizo lo que La Habana quería,
no tiene futuro, y hasta pudiera perecer en accidente aéreo. Si hizo lo
que La Rinconada esperaba de él, su futuro es promisorio, al menos por
ahora. ¿Y el de Cabello? Depende del arreglo Cuba-DEA. Sabemos que
cuando la DEA aprieta a La Habana, ni generales Héroes de la República
ni coroneles curtidos en operaciones especiales en todo el mundo están
seguros. ¿Qué puede importar entonces un capitancito venezolano
investigado por narcotráfico y venido a menos después de la
"extraordinaria batalla" de las elecciones legislativas?
Es insensato creer que de inmediato los médicos y todos los
colaboradores cubanos serán expulsados de Venezuela. O que se suprimirán
los envíos de petróleo. Aunque haya que negociar nuevamente los términos
de los contratos establecidos.
Ya la oposición venezolana anunció que su primera propuesta de Ley será
una amnistía general para liberar presos políticos y permitir retornar a
los exiliados. Y que buscaría unidad y reconciliación entre todos los
venezolanos. Y ya Maduro anunció que la vetaría, porque esos "delitos"
por los que están encarcelados los activistas pro-democracia no
prescriben nunca, pues hubo muertos de por medio.
Fidel Castro fue amnistiado después de algunos meses de benigna prisión
tras haber asaltado con sus pandilleros la enfermería de un cuartel
militar, que provocó decenas de muertos, y donde escapó a la carrera
cuando sonaron los primeros disparos. Hugo Chávez tras poco tiempo de
cárcel fue amnistiado después de haber encabezado un golpe de estado que
provocó decenas de muertes, donde lo más destacado que hizo fue rendirse
a la primera oportunidad.
Ya aparecieron iluminados venezolanos en la televisión en español de
Miami señalando que el general Padrino no merece reconocimiento por lo
que hizo, porque es uno más de la pandilla. ¿Preferirían que hubiese
apoyado el fraude? ¡Cosas de los exilios!
Hay quien ha dicho que Maduro ahora es un león herido, y por eso es
peligroso. Sería mejor decir que es una hiena, una rata o una cucaracha
herida, porque de león no tiene ni la melena.
La intención de Caracas parece ser manejar un permanente enfrentamiento
gobierno-asamblea, con el apoyo del tribunal supremo nombrado por los
malandros, que impida que pase ninguna ley. Para así ir ganando tiempo.
La cuestión es que con las dos terceras partes de los diputados en la
oposición, entre las cosas que puede hacer la Asamblea Nacional está
revocar magistrados del tribunal supremo, o convocar un referéndum
revocatorio para destituir al presidente.
Bastante torpes fueron los opositores tras expulsar de Miraflores a
Chávez en 2002 y de inmediato actuar tan estúpidamente que regresó al
poder en 48 horas.
Ojalá esta vez sea realmente una oposición al servicio de los
venezolanos y no de unos cuantos idiotas con ínfulas de dioses.
No será necesario pasar a los chavistas por las armas.
Porque ya han sido pasados por las urnas.
Source: Pasados por las urnas, no por las armas - Artículos -
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