Monday, April 1, 2013

Más del cubanoide Maduro

Más del cubanoide Maduro
MIGUEL BAHACHILLE M. | EL UNIVERSAL
lunes 1 de abril de 2013 12:00 AM

La persistencia de los casuales herederos del poder de asemejarse a la
ordenación política y social cubana, ostensible en buena parte de la
publicidad oficial, se concentra en demeritar la cualidad cívica del
ciudadano como valor integral para el ejercicio democrático y
sustituirlo por planes orientados a revolver las entrañas de los
fanáticos aclamados como estandartes de la revolución. En otras
palabras, resaltar el perfil violento de la condición humana.

El señor Maduro, de apellido, insiste en soliviantar a los acalorados,
por demás armados, como los llamados colectivos, contra cualquier
propósito ajeno de posesionarse del poder así sea por efecto de una
deliberación democrática. Utiliza con frecuencia la expresión "no se
equivoquen" con la intención de amenazar a quienes osen participar
cívicamente pues ello atenta contra "el pueblo feliz que vive bajo el
nuevo esquema igualitario". ¡Que nada puede hacerse ante la herencia
dejada por el comandante!

Mientras Capriles promueve la inclusión, los preceptos venidos de Cuba
estimulan, u ordenan, a Nicolás que insista en una campaña de exclusión
que empequeñezca el porte ciudadano de la mayoría de los venezolanos que
anhela progreso y conciliación. Los herederos creen que el predominio de
un sistema social cristalizado, como a diario difunden los medios
informativos del gobierno, es un buen negocio político. Asimismo
insisten los cubanos en que "la clase ilustrada revolucionaria del país"
debe seguir fomentando dudas sobre las perspectivas de los más humildes
que actúan por cuenta propia; que el gobierno bolivariano ha sido
elegido por el destino para fabricarles el futuro que se merecen.

Toda información favorable del mundo desarrollado debe ser "compensada"
con valuaciones negativas contrarias, evitar cualquier debilitamiento de
la buena marcha del país, y continuar con el sainete alborotador.
Mientras las pantallas de la televisión gobiernera proyectan películas o
documentales sobre Cuba, China, Bielorrusia, Corea del Norte, el
comentarista encarrila cuidadosamente al espectador hacia las
interpretaciones "correctas" de lo que está viendo. Hay que evitar que
se perturbe el énfasis de la corriente política venida de Cuba. De allí
la relevancia de ampliar la cobertura mediática oficial, aún más, no
obstante el control que el régimen tiene sobre más del 70% de los medios
a nivel nacional.

¿Cómo explica Maduro, de apellido, el incremento de la violencia
criminal, la anarquía, escasez de productos de primera necesidad,
destrucción de infraestructura y la conflictiva situación social más
profunda de los últimos 80 años? La respuesta referida con cinismo
siempre es la misma. El conflicto, las pocas veces que se presenta en
"el gobierno del pueblo", es casi siempre un problema individual tanto
en su exposición como por su origen. Que las causas sociales que
generaban apremios múltiples en "la cuarta" han desaparecido y sólo
queda la acción destructiva de los "traidores de la patria".

Prueba de ello acaece con la traidora Globovisión. Por haberse erigido
bajo un formato informativo independiente debe desaparecer por
inconveniente para el proyecto totalitario en marcha. Ya ha sido
sentenciada como "indigna y perturbadora" para el designio envolvente
del régimen. La renuencia a enfilarse bajo el plan "moralizador de la
cultura informativa oficial", acogida por otros canales, sentenció su
expiración y, por tanto, inviabilidad para actuar con autonomía
periodística. Ciertamente hay abundancia de medios aunque sin diversidad
de contenidos.

La elite que rodea a Maduro, de apellido, necesita tutelar todo el
registro informativo del país para desfigurar la diatriba social que nos
circunda. Los grupos económicos oficialistas se sobresaltan apenas sale
a relucir cualquier destreza explotadora fuera de su área de dominio.
Los boliburgueses están muy conformes con su gobierno aunque el resto
sea prisionero de una trampa que no ofrece alternativas. ¿Dejamos que
todo empeore o aprovechamos la oportunidad de cambio que la
circunstancia histórica nos ofrece el 14 de abril e impedir que se
instaure el plan del apellidado Maduro que osó cantar el himno cubano en
cadena nacional?

miguelbmer@gmail.com

@MiguelBM29

http://www.eluniversal.com/opinion/130401/mas-del-cubanoide-maduro

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