Otro fracaso económico
Cuando los gobiernos pierden la lucha contra la inflación desempolvan
viejas doctrinas absurdas. Por lo menos en los últimos 5 años, el alza
de precios obedece a la devaluación del bolívar en más de 100%
Por: José Guerra
¿Qué es un precio justo? Nadie lo sabe pero algunos han intentado
definirlo. Quien primero trató de determinarlo fue San Agustín y no pudo
porque el monje no tenía en su momento los conceptos técnicos con los
cuales cuenta hoy la ciencia económica. Procuró San Agustín un
acercamiento al concepto de precio justo desde el dogma del cristianismo
contra la usura.
Aún con todo el arsenal metodológico ningún economista en estos tiempos
se ha ocupado del tema por lo irrelevante del mismo. ¿Cuál es el precio
justo del petróleo, por ejemplo, que cuesta producirlo 15 dólares y se
vende a 105 dólares? ¿Cuál es el precio justo de una arepa de reina
pepeada vendida en Los Magallanes de Catia y otra en Sabana Grande?
¿Cuál es el precio justo de un kilo de carne de primera, lomito? Y ¿por
qué ese mismo kilo es diferente para la carne de segunda, chocozuela?
Esas preguntas no tienen respuesta si no se toman en cuenta tres
elementos. Primero, que el precio guarda relación con los costos de
producción, segundo, que el precio refleja lo que los consumidores estén
dispuestos a pagar por el bien y tercero que los precios obedecen al
contexto macroeconómico del país que trata de fijar los precios.
Cuando la gente pierde la confianza en la moneda y anticipa una
devaluación o tasas de inflaciones mayores, los precios se divorcian de
los costos y se produce una espiral alcista porque quien no compra hoy
indefectiblemente pagará más caro mañana. Eso ya está suficientemente
estudiado y quienes lo ignoran son los ministros venezolanos.
PLANIFICACIÓN CENTRAL
Pero más allá de los aspectos técnicos de la determinación de los
precios, en la ley en referencia subyace un absurdo con el cual este
gobierno ha venido insistiendo: la planificación central de la economía,
doctrina heredera de los regímenes comunistas que fracasaron. Esta
consiste en que un grupo de hombres bien intencionados, con voluntad de
hierro pueden establecer metas de producción e insumos a ser utilizados
para lograr cuotas de producción.
En el papel ello luce muy bonito pero su realización es imposible por la
simple razón de que unos burócratas desde una oficina con aires
acondicionados no conocen las necesidades de millones de consumidores ni
pueden coordinar las decisiones de miles de productores.
Y cada vez que desde el Estado se quiere imponer la centralización de la
economía, ello ha acabado en un desastre para los países. Pero quienes
duden de esto, revisen el manejo del Estado en las empresas del acero,
aluminio, hierro, cemento y decenas de otras que hoy languidecen pegadas
de la bombona del ingreso petrolero.
Lo que ocurre es que cuando los gobiernos pierden la lucha contra la
inflación, como es el caso de Venezuela, empiezan a desempolvar
doctrinas absurdas que ya nadie toma en cuenta y cuyo propósito es
culpar a otros de sus propios errores. Ciertamente la inflación en
Venezuela es un problema, que afecta a toda la sociedad pero
fundamentalmente a los más pobres.
¿Por qué hay alta inflación en Venezuela? Por lo menos en los últimos
cinco años, el alza de precios obedece a la devaluación del bolívar en
más de 100% y al hecho de que el Directorio del BCV está destruyendo la
capacidad adquisitiva del bolívar al convertir al ente emisor en una
caja chica del gobierno, financiando los déficits fiscales del gobierno.
Las autoridades del BCV están matando a su propio hijo: el bolívar
fuerte al entregarle al gobierno las reservas internacionales del país y
con ello debilitando el signo monetario. Adicionalmente, como
consecuencia de las expropiaciones y confiscaciones de tierras en el
sector agrícola, la producción ha disminuido al punto tal que Venezuela
hoy debe importar rubros que antes exportaba como azúcar y café.
La producción de leche y carne ha disminuido en más de 20% en los
últimos cinco años y ello explica la escasez y los elevados precios.
Debemos recordar que insumos fundamentales como el acero, cemento,
cabillas y aluminio son monopolios estatales, y las empresas que los
producen están quebradas y esto explica que esos productos no se
consigan y que exista un mercado negro con precios exorbitantes.
¿Y EL SALARIO JUSTO?
En una economía se estima que existen más de 10.000 bienes y el criterio
para calificar a unos bienes de esenciales es totalmente arbitrario. Un
piano puede ser un lujo para alguien que no sea músico, por ejemplo.
Ahora el tema del gobierno es que quiere revisar la estructura de costos
y en ello se le va a ir todo el tiempo y no van a poder bajar la
inflación sin que discipline su gasto.
Cuando hay estabilidad monetaria en un país, seriedad en quienes dirigen
la economía y un banco central enfocado en su misión de velar por la
estabilidad de precios, los controles de precios son innecesarios. En la
citada ley no se habla del salario justo. ¿Por qué? Porque tendría
entonces el gobierno que aumentarlos de forma considerable para reponer
la perdida de su capacidad de compra.
http://www.talcualdigital.com/Avances/Viewer.aspx?id=55814&secid=3
No comments:
Post a Comment