Votos en la nevera
RAÚL RIVERO | Madrid | 16 Nov 2013 - 11:33 am.
Con los regalos de aparatos domésticos, Nicolás Maduro se propone
alcanzar los votos necesarios para los comicios próximos.
Lo que ha llevado al presidente Nicolás Maduro a poner a Venezuela en la
antesala de un caos previsto y anunciado hasta por algunos ideólogos de
su proyecto es su incapacidad para controlar la inflación desbocada, la
torpeza congénita del socialismo a la hora de garantizar los productos
básicos para alimentación y el miedo. Un miedo que no calma ni las
pistolas a perder las elecciones municipales del 8 de diciembre próximo.
Para asumir esa crisis y sus metástasis sociales, el hombre cogió el
lápiz chino que lleva en la oreja izquierda, con el que tomaba nota en
Cuba de los manuales rusos y anotaba los consejos de Hugo Chávez, y sacó
sus cuentas. Decidió intervenir con el ejército los negocios de
productos electrodomésticos, rebajar los precios y conseguir votantes
con refrigeradores y televisores ajenos. Y, al mismo tiempo, tratar de
que con ese resorte del consumismo, la gente olvide provisionalmente, en
el arrebato de las filas tumultuosas para comprar una batidora, que en
la casa no hay ni harina para las arepas.
La orden de bajar los precios y arrasar con los anaqueles de esas
tiendas afecta también a los establecimientos de piezas de repuestos de
automóviles y a otros sectores del comercio. Estas medidas son un ensayo
para el gran golpe radical que prepara Maduro para el momento en el que
la Asamblea Nacional —ya está todo previsto y amarrado— apruebe una ley
que le permitirá gobernar por decreto y con poderes absolutos.
Con los regalos de aparatos domésticos, vendidos a menos del 50% del
precio real, el dirigente chavista se propone alcanzar los votos
necesarios para los comicios del mes que viene. Tiene el temor de que
una derrota ante la oposición reabra la polémica sobre los resultados de
las elecciones presidenciales de abril pasado en las que ganó con un
margen dudoso y que provocaron una campaña de protestas y exigencias
para que se repitiera el conteo.
Si como opinan algunos especialistas, la situación se le va de las manos
y el caos sale de su antesala temblorosa, Maduro tiene otra forma de
ganar las elecciones porque las suspende. Hay una clamor de última hora
que el presidente venezolano también sacó de sus cursos en La Habana y
de los apuntes de sus charlas con Chávez. Tiene que ver con la prensa
libre de Venezuela: "Yo llamo a un boicot contra estos periódicos en la
calle, que el pueblo no los compre".
http://www.diariodecuba.com/internacional/1384585964_5945.html
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