El sistema de salud pública se derrumba
AGENCIAS | Caracas | 7 Nov 2013 - 12:09 pm.
Los médicos enviaron a casa a 300 enfermos de cáncer el mes pasado por
la escasez de suministros y equipos. Advierten que muchos pacientes
mueren por enfermedades fáciles de curar y piden 'declarar una emergencia'.
Evelina González debía operarse de un cáncer en julio tras someterse a
un tratamiento de quimioterapia, pero terminó siendo trasladada de un
hospital a otro en busca de alguna sala de operación disponible. En su
seno izquierdo el tumor duplicó su tamaño y ahora es perceptible bajo su
camiseta.
González está en una lista de 31 pacientes con cáncer de pecho que
esperan que les extirpen sus tumores en uno de los centros médicos más
grandes de Venezuela, el Hospital Central de Maracay. Pero al igual que
legiones de personas enfermas de todo el país, la mujer es ignorada por
un sistema de cuidado de la salud que, según muchos médicos, se derrumba
como consecuencia de años de deterioro, reporta la AP.
Los médicos enviaron a casa a 300 pacientes con cáncer el mes pasado
porque la escasez de suministros y de equipos los obligó a descartar
toda intervención que no fuese de emergencia.
La crisis en el campo de la salud es impulsada por las mismas fuerzas
que tienen a los venezolanos esforzándose por conseguir papel higiénico,
leche y repuestos de automóviles. Varios economistas dicen que una mala
administración del Gobierno y los controles de divisas que fijó el
fallecido presidente Hugo Chávez son la causa de una inflación del 50%
anual. El Gobierno controla los dólares necesarios para comprar
suministros médicos y, simplemente, no hay suficientes divisas disponibles.
"Siento que he sido abandonada", dijo González, de 37 años, a una
psicóloga del hospital que trata de levantarle la moral. Su ojo derecho
está hinchado por un glaucoma que se le diagnosticó hace dos años y que
no fue tratado porque se complicaron las citas con el oculista.
Casi todo lo que hace falta para curar escasea
Médicos que no están aliados con el Gobierno advierten que muchos
pacientes comenzaron a morirse por enfermedades fáciles de tratar cuando
el deterioro económico se aceleró tras el deceso de Chávez, en marzo.
Afirman que es imposible saber cuántos han muerto y el Gobierno no lleva
esas estadísticas. Tampoco ha publicado estadísticas epidemiológicas
desde 2010.
Casi todo lo que hace falta para curar escasea: las agujas, jeringas y
parafina usadas en las biopsias para diagnosticar cáncer, los
medicamentos para tratarlo, equipo para operar, elementos usados para
los rayos X y las imágenes de resonancia magnética, sangre y
catalizadores para transfusiones.
El mes pasado el Gobierno suspendió la donación de órganos y los
trasplantes. Al menos el 70% de las máquinas de radioterapia —que
necesitará González cuando su tumor sea extirpado— no funcionan en un
país con 19.000 pacientes de cáncer, lo que quiere decir que menos de
5.000 personas pueden ser tratadas, indicó el doctor Douglas Natera,
presidente de la Federación Médica Venezolana, la agrupación de médicos
más grande del país.
"Hace dos meses pedimos al Gobierno declarar una emergencia", dijo
Natera. "No nos respondieron".
La AP indicó en su reporte que trató de hablar con la ministra de Salud,
Isabel Iturria, pero su oficina de prensa no respondió a solicitudes de
entrevista. El presidente Nicolás Maduro anunció el miércoles su
reemplazo después de seis meses en el puesto, sin que se informasen las
razones del cambio.
La semana pasada la viceministra de Salud, Nimeny Gutiérrez, negó en la
televisión estatal que el sistema de salud esté en crisis y afirmó que
el país recibe regularmente suministros de Cuba, Uruguay, Colombia y
Portugal y que se ha planificado "la compra de materiales
médico-quirúrgicos adicionales" que permitirían "estar moderadamente
tranquilos hasta el fin del año".
El entrevistador le transmitió una pregunta de un televidente sobre los
pacientes del Hospital Central que se ven obligados a comprar ellos
mismos los implementos necesarios para sus tratamientos, y Gutiérrez
respondió que el ministerio abastece permanentemente a ese hospital y
prometió investigar.
La Constitución de 1999 garantiza atención médica universal gratis a
todos los venezolanos y el Gobierno del presidente Nicolás Maduro
asegura que se está cumpliendo esa promesa. Sin embargo, Natera afirmó
que aproximadamente 90 de los 100 hospitales públicos de Venezuela que
funcionan plenamente tienen apenas el 7% de los suministros que necesitan.
Unos 200 hospitales públicos que funcionaban cuando asumió Chávez fueron
reemplazados, principalmente, por un sistema de clínicas donde no se
necesita cita previa y que están dirigidas por médicos cubanos.
Las clínicas han sido elogiadas por ofrecer atención preventiva a los
más necesitados, pero no tratan enfermedades graves.
Crisis también en el sector privado
Los problemas no se limitan al sector público.
Los 400 hospitales y clínicas privadas están desbordados y necesitados
de suministros, el 95% de los cuales deben ser importados, de acuerdo
con el doctor Carlos Rosales, presidente de la asociación que los
representa.
El sistema privado tiene solo 8.000 de las más de 50.000 camas de
hospital del país, pero atiende al 53% de los pacientes, incluidos 10
millones de empleados públicos con seguro médico. Rosales dijo que las
aseguradoras, muchas de las cuales son estatales, tienen sus pagos
atrasados entre cuatro y seis meses y que es casi imposible pagar los
sueldos y a los proveedores.
Lo que es peor, es imposible sobrevivir con los precios que ha fijado el
Gobierno para procedimientos básicos, según Rosales. Por ejemplo, por un
tratamiento de diálisis se deben cobrar 200 bolívares (30 dólares al
cambio oficial y menos de 4 en el mercado negro), pero el costo real del
tratamiento es de 5.000 bolívares.
"La crisis de la salud es una crisis económica. No es una crisis de
salud", aseguró el doctor José Luis López, que supervisa los
laboratorios del Banco Municipal de Sangre de Caracas.
El doctor José Manuel Olivares, de 28 años y residente en Caracas,
cuenta que le tuvo que decir a un hombre que llevó a su hijo con una
fractura en un tobillo que debía destinar la mitad de su salario mensual
a vendas, yeso y antibióticos.
Zona de desastre
En el Hospital Central de Maracay, que tiene 433 camas, muchas de ellas
carecen de colchones, hay ventanas rotas que no son reparadas y la
cafetería está cerrada desde hace un año. La pintura se cae de las
paredes y quedan a la vista cañerías oxidadas. En los pasillos hay
pacientes con suero acostados en camillas.
"Tenemos algunos antibióticos, pero no son necesariamente los indicados
para lo que estamos tratando", dijo la doctora Gabriela Gutiérrez, la
cirujana que atiende a Evelina González. Y no hay anestesia para
cirugías opcionales.
Estudiantes de Medicina guiaron a periodistas de la AP en un recorrido
por un hospital, tratando de no llamar la atención durante para evitar
alertar a partidarios del Gobierno, en vista de que está prohibido tomar
fotos o videos en los hospitales públicos.
Una de las cinco salas para operaciones inactivas estaba llena de
máquinas para suministrar anestesia, que estaban averiadas, y mesitas de
metal para instrumentos desvencijadas, algunas de las cuales se
mantenían en pie gracias a cintas adhesivas.
Los médicos dicen que en las habitaciones hay malos olores y
filtraciones de agua. En agosto, pacientes de cáncer protestaron al
cumplirse ocho meses desde que se dañaron dos máquinas de radioterapia,
las cuales no han sido reparadas.
La mitad de los médicos del sistema de salud pública dejaron sus
trabajos durante el Gobierno de Chávez y, de ese grupo, la mitad se fue
del país, según Natera.
Ahora se está yendo también el personal de apoyo pues los sueldos no
suben al ritmo de la inflación.
En el banco de sangre de Caracas, López dijo que 62 enfermeras se han
ido en lo que va del año, lo mismo que la mitad del personal del
laboratorio. En la actualidad, se aceptan donaciones solo por la mañana
y en los días laborables.
Despilfarro y retrocesos
El último ministro de Salud que hubo antes de la llegada de Chávez, el
doctor José Félix Oletta, dijo que si bien el sistema público tenía sus
problemas, las 1.200 clínicas manejadas por los cubanos son un
despilfarro millonario motivado por consideraciones políticas.
No dan vacunas ni hacen pruebas para detectar el cáncer de útero. Bajo
el sistema chavista, por otro lado, hubo muchos retrocesos en la lucha
contra enfermedades tropicales como la malaria, indicó Oletta, según la
AP. El dengue, alertó, está proliferando nuevamente y aumentó la
cantidad de mujeres que mueren al dar a luz, de 51 por cada 100.000 en
1998 a 61 por cada 100.000 en 2010.
Bajo Chávez, Venezuela comenzó a comprar la mayor parte de su equipo
médico a través de Cuba, China y Argentina, y gasta bastante más que lo
que gastaría comprándolo directamente al fabricante, consideran los
detractores del actual sistema.
La directora de oncología del Ministerio de Salud, Morella Rebolledo,
dijo que se está negociando con Argentina contratos de mantenimiento
para las máquinas de radioterapia.
De vuelta a su barrio, San Mateo, donde hasta los perros parecen tener
hambre, a 90 minutos de autobús del hospital, Evelina González se sienta
afuera de su casucha de dos habitaciones, con paredes de madera
contrachapada y techos de estaño, que comparte con otros cuatro
familiares. Su última sesión de quimioterapia fue en junio y necesita
otra sesión antes de operarse, pero las drogas necesarias no están
disponibles y el cáncer se ha expandido a la axila.
González cuenta que adoraba a Chávez por sus programas contra la
pobreza. Siempre votó por él y solicitó continuamente beneficios del
Gobierno, pero nunca consiguió nada.
Tiene buenas posibilidades de sobrevivir si recibe la atención adecuada,
según su cirujana. Pero no la está recibiendo.
"Eso me duele constantemente", dijo González. "Ya no tengo donde recurrir".
http://www.diariodecuba.com/internacional/1383822578_5835.html
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