Sunday, September 22, 2013

La intolerancia de Venezuela llega hasta San Sebastián con "Pelo malo"

22 de septiembre de 2013 • 01:52

La intolerancia de Venezuela llega hasta San Sebastián con "Pelo malo"

La cineasta latina Mariana Rondón aún se pellizca para asegurarse de que
su tercer largometraje, "Pelo malo", está de verdad en la competición
oficial del Festival de Cine más importante de España, el Zinemaldia,
que ha aplaudido este grito contra la intolerancia que propone la
venezolana.

"Me siento muy tranquila y requetepremiada sólo con estar aquí", ha
dicho la directora en una entrevista con Efe, celebrada en el hotel
María Cristina, centro neurálgico del Festival de cine donostiarra.

"Pelo malo", que participó en el Cine en Construcción de Toulouse,
cuenta la historia de Junior, un niño mulato de 9 años que no tiene
padre, al que le crece un pelo obstinadamente rizado y cuya obsesión es
alisárselo para la foto de la escuela.

Esta determinación del pequeño y el hecho de que es un niño dulce y
soñador despierta las alertas de una madre sola y en paro que no quiere
por nada del mundo que su hijo sea "diferente", una historia mínima que
ayuda al espectador a moverse por los suburbios de la capital venezolana
desde la mirada de los vecinos.

"Ella cree que su hijo puede ser devorado si sale al mundo tan desvalido
como ella lo ve y no sabe cómo enfrentarlo; lo hace desde un montón de
decisiones extremas, y violentas", aporta a Efe la actriz que da vida a
esa madre, Samantha Castillo, debutante en el cine, aunque veterana en
el teatro.

La directora reconoce que ese fue el punto de partida pero "quería
abordarlo desde un lugar no fácil, sino desde la intolerancia que
implica amor: cómo se es intolerante y amar, aunque no puedas ser
amoroso", precisa.

La decisión de meterse de lleno en este tema, explica Rondón, "viene del
hecho de vivir en un país con una situación polarizada en términos
políticos donde la vida pública ha terminado invadiendo los espacios
privados de las personas".

"Pelo malo" es su modo de llamar la atención y "de pedir que busquemos
un espacio donde podamos encontrarnos, donde no nos dejemos llevar por
esto".

"Es que Caracas es una ciudad violenta, hostil", añade la actriz,
profesora de teatro en el mismo barrio urbano donde se desarrolla la
película.

Allí, dice Castillo, "uno tiene que armarse de valor y salir a la calle
a enfrentar la vida cada día, porque cada día es una lucha, y la mujer
que yo interpreto es esto, un ser humano sin nada, con dos hijos a los
que no puede mantener, sola y al límite".

"Y una persona llevada al límite saca lo peor de sí. Y lamentablemente
ella está en su peor momento, muestra su lado oscuro", remata.

Estructuralmente, la directora señala que siempre buscó "dejar todo el
peso a la mirada".

"Que fueran los ojos y no las palabras las que dijeran qué es lo que
estaba pasando ahí: cómo el niño mira a la madre, y la madre a la abuela
y a lo último, el espectador, al que confronto para que diga qué es lo
que está viendo, en qué lugar se pone en esta historia".

La película está rodada, además, con un sesgo a ras de suelo que podría
ser documental.

"Me gusta captar esa energía poderosa que tiene Caracas -explica Rondón-
una energía dura donde la gente dice cosas fuertes, donde se vive con
desparpajo, y que, de verdad, a mi ese cotidiano, las calles, esos
barrios que son los míos, mi espacio, me enamoran", confiesa.

Mariana Rondón estrenó su primer largometraje en 2000, "A la media noche
y media", codirigido con Martité Ugás, que es productora en esta "Pelo
malo" (con la que se intercambiará el papel en su próximo proyecto
común, explican ambas a Efe), que les valió cinco premios
internacionales, y después hizo "Postales de Leningrado" (2007).

Esta es la primera vez que la realizadora viene a San Sebastián y ha
llegado por la puerta grande.

Alicia G.Arribas.

http://entretenimiento.terra.es/cine/la-intolerancia-de-venezuela-llega-hasta-san-sebastian-con-pelo-
malo,13ceb55f17d31410VgnCLD2000000ec6eb0aRCRD.html

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