Los 'viajeros fantasma' asedian a Maduro
Los nuevos controles en Venezuela para evitar la fuga de divisas avivan
la picaresca de quienes adquieren dólares para luego revenderlos
30.09.13 - 00:38 - MILAGROS L. DE GUEREÑO CORRESPONSAL | LA HABANA.
Unos años atrás, un venezolano que recibía tratamiento médico en Cuba se
acercó tímidamente a esta corresponsal en la cola de la caja de un
supermercado de La Habana. «Perdón, ¿va a pagar en efectivo? Me ayudaría
si me deja pagar su cuenta con mi tarjeta y usted me da el dinero. Sólo
puedo sacar el dinero si compro», explicó. Estaba 'raspando' la tarjeta,
una modalidad perfeccionada ahora con el boom cambiario que vive
Venezuela desde que hace seis meses el Gobierno aumentó los controles y
limitó la adquisición de la divisa estadounidense, que en el mercado
negro septuplica su valor oficial.
La medida fue creada por Hugo Chávez en el 2003 para evitar la fuga de
divisas. Su reciente endurecimiento se ha traducido en el aumento de
'pasajeros fantasma', compra y devolución de billetes, pérdidas en las
líneas aéreas, precios triplicados de los pasajes a los destinos más
próximos o listas de espera de cinco meses. Hasta tal punto de que
algunas agencias recomiendan a quienes necesitan viajar que se desplacen
en barco a alguna de las islas caribeñas.
La compra de dólares en ventanilla está regulada y hasta las empresas
han tenido problemas para conseguirlos, lo que ha incidido en la escasez
de productos y en el aumento de la inflación. Aun así, muchos
venezolanos vieron una oportunidad de enriquecerse con la posibilidad
que ofrece el Estado para comprar con bolívares, hasta un total de 3.000
dólares (2.307 euros) anuales para viajes, estudios en el extranjero y
remesas. Una vez aprobada la operación, para lo que es obligatorio
presentar el billete, el monto se recibe en efectivo o acreditando el
saldo en tarjetas de crédito.
Entonces empiezan a conjugarse las variables. «Compras el dólar oficial
en 6,3 bolívares y lo vendes en el mercado negro en 45 bolívares», dice
un turista. Humberto Figuera, presidente de la Asociación de Líneas
Aéreas de Venezuela, asegura que «esa diferencia abismal ha hecho que
viajar sea un negocio». «Llegamos a tener vuelos con más del 30% de
pasajeros ausentes, que compran los boletos sólo para tramitar su cupo
de dólares». Poco importa que los precios de ida y vuelta de Caracas a
Lima , que costaba unos 370 euros, hayan subido hasta los 3.000 euros.
Negocio en auge
Ricardo Cusanno, presidente del Consejo Superior de Turismo, confirmó
que en julio la compra de pasajes «aumentó un 80% respecto al 2012».
Para Miami, por ejemplo, ya se agotaron los billetes hasta el 2014. El
alza se debe a la entrada en vigor del Sistema Complementario de
Administración de Divisas como una alternativa para conseguir dólares
preferenciales para viajeros.
El negocio es tan bueno que hasta se anuncian en internet. «Te ayudamos
a raspar tus cupos viajeros con total seguridad y transparencia», ofrece
una agencia de viajes limeña. Y es que el Gobierno no controla si quien
obtiene dólares sale del país o no. «Estamos frente a una mafia que se
mueve según se toman acciones», asegura Figuera.
El Ejecutivo de Nicolás Maduro prepara una nueva legislación y podría
crear un tercer mercado de divisas, que en teoría permitirá acceder
fluidamente al dólar. Para el economista Asdrúbal Oliveros, de la firma
local Econoanalítica, la solución parece clara. «Los controles no van a
servir de nada si no atacan el problema de fondo: reducir o al menos
hacer manejable la brecha entre el (dólar) oficial y el paralelo»
http://www.larioja.com/v/20130930/mundo/viajeros-fantasma-asedian-maduro-20130930.html
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