Publicado el lunes, 10.22.12
Optimistas o pesimistas
Oscar Peña
No soy venezolano pero sumo a mi tristeza cubana la venezolana. Mi
último artículo en estas páginas trataba sobre mi perspectiva, mi no tan
tenebrosa mirada (después de esta última elección) de la situación de
Venezuela. Yo soy de la opinión que observar la inefectiva experiencia
cubana de abandonar el país –más teniendo en cuenta que Venezuela no es
una sociedad totalitaria, ni están fusilando, ni metiendo en prisión
política por 20 y 30 años como sucedió en Cuba– serviría para no repetir
el mismo error que cometimos los cubanos de dejar libres al autoritario
mandatario todas las avenidas del país, pero he recibido mensajes y
leído artículos y conclusiones tan pesimistas que he considerado que los
venezolanos adversarios al chavismo necesitan cierta reflexión.
Todos sabemos cuál es la diferencia entre un optimista y un pesimista:
el optimista ve la botella medio llena y el pesimista medio vacía.
Digamos que un optimista es la mujer o el hombre que cuando quiere
alcanzar algún propósito se pregunta: ¿qué debo hacer para cambiar esta
situación?, mientras que un pesimista es aquel que siempre se ve
impotente y lleno de justificaciones para no hacer otros esfuerzos y
abandonar el ring.
Dicho de otro modo: el optimista puede equivocarse, pero es alguien que
se equivoca tratando de hacer algo para cambiar la situación, mientras
que el pesimista es aquel que espera que los tiempos cambien o que otros
hagan lo que él no hizo.
Pregunto a los venezolanos adversarios al chavismo: ¿Son ustedes
optimistas o pesimistas? ¿Esperarán por otros o pondrán su hombro
cívicamente en las asambleas, municipios, calles y pueblos de su país?
¿Por qué muchos de ustedes consideran –aun teniendo el apoyo de la mitad
del país– que sus fuertes razones y argumentos no podrán terminar
avanzando? ¿Por qué no conciliar diferencias con los chavistas en cada
instancia y llegar a acuerdos nacionales entre todas las partes? ¿Será
cierta esta triste afirmación que me envía un amigo: ahora los no
chavistas correrán en masa hacia Miami y veo las fronteras del Doral
llegando a Westchester y Hialeah?
Golpea el alma latinoamericana leer el artículo de Rafael Prieto Zartha
titulado Perdió Venezuela, pero ganó Miami [Perspectiva, 12 de octubre]
donde infiere que se baja la bandera de la lucha cívica venezolana al
expresar: "…el asentamiento de venezolanos ha sido positivo para los
lugares donde se han radicado. Han traído progreso a ciudades como el
Doral y Weston…"
Quizás si solo fuera un país muy pobre como Haití el único que abriera
las puertas a los latinoamericanos no nos iríamos de los nuestros o
regresábamos rápido de manera definitiva. Estados Unidos, con su bondad
y sus comodidades, nos ha debilitado y disminuido el patriotismo a los
latinoamericanos.
http://www.elnuevoherald.com/2012/10/22/1327814/oscar-pena-optimistas-o-pesimistas.html
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