Tuesday, October 16, 2012

La victoria que siempre rechazarán

La victoria que siempre rechazarán
Martes, 16 de Octubre de 2012 01:59
Escrito por Juan Gonzalez Febles
Juan Gonzalez Febles

Cuba actualidad, Lawton, La Habana, (PD) El triunfo electoral de Hugo
Chávez en Venezuela, sobredimensionado por los medios pagados y al
servicio de la partidocracia militar verdeolivo, ha puesto sobre el
tapete una pregunta que muchos por acá se hacen. ¿Estaría de acuerdo el
régimen militar de Raúl Castro en legitimarse en las urnas como lo hizo
el discípulo amado de Venezuela? La respuesta es no.

Chávez comienza otro periodo, pero esta vez lo hace con el favor de
entre siete u ocho millones de venezolanos y con la oposición de entre
seis y siete millones de venezolanos. La nueva situación podría abrir el
paréntesis para que los subsidios petroleros a Cuba fueran renegociados
sobre la base del consenso entre las fuerzas políticas que determinan la
gobernabilidad en todos los países democráticos, Venezuela incluida. Si
una parte de la población votó contra Chávez, pues este debe contar con
las opiniones de este grupo poblacional. A fin de cuentas, todos son
venezolanos. ¿Se atrevería el general presidente y el resto de la
pandilla verdeolivo, a reconocer que varios millones de cubanos les
rechazan? ¿Aceptaría discutir y negociar diferencias con adversarios
políticos en términos civilizados de respeto? Pienso que no.

Entonces, coincido con los amigos que a sotto voce afirman que la
victoria de Chávez en las elecciones, no es vista como tal por los
mandarines verdeolivo. Es la victoria que siempre rechazará la familia
gobernante, porque será el primer día del conteo hasta el último de la
existencia del sistema y de la dictadura militar totalitaria que le
sostiene.

Una victoria electoral o meramente un proceso electoral justo e
imparcial es lo último que estarían dispuestos a permitir nuestros
seniles señores. Los Soprano no quieren saber de elecciones, ni de
victorias en elecciones. Mucho menos, aceptar la probabilidad de una
derrota. Es aquí donde radica la esencia del discurso falso de la unidad
y de las falsas unanimidades. El santo y seña de la palabra democracia
se da desde la pluralidad mientras que los totalitarios –con vestidura
revolucionaria o sin ella- se afirman en una atroz y monótona monocromía.

Cuando uno de los más grandes sinvergüenzas de la puesta en escena
revolucionaria y me refiero a León Trotsky, pedía la "revolución
permanente", se trató de que comprendió que el mantenimiento del montaje
anti natural y anti humano del comunismo, requería contracciones
espasmódicas regulares del cuerpo social y el estado de desasosiego
permanente que impidiera reflexiones y meditaciones de los individuos a
nivel personal.

Ni tan siquiera con elecciones y victorias electorales como la de Chávez
en Venezuela, la horda verdeolivo puede subsistir. Necesitan el odio y
la promoción de la violencia. Mientras los demócratas miran al futuro y
buscan como hacerlo mejor y más confortable, los totalitarios se aferran
al pasado que se inventaron que usan como lastre para lograr que el
tiempo no pase.

La campaña iniciada por sectores políticos y ciudadanos para lograr que
el gobierno militar cubano ratifique los pactos que en un momento de
debilidad o quizás irreflexivamente firmó con la ONU, va a ser pasada
por alto por un gobierno que necesita mantener encadenado al pueblo para
gobernar. Ellos nunca ratificarán los pactos, porque si lo hicieran, en
algún momento tendrían que contender con algún adversario en una justa
electoral en que si ganan, lo harán como lo hizo Chávez y saben que esto
para ellos es perder.

Una victoria electoral en comicios medianamente justos, es la victoria
que van a eludir y siempre contará con su más enconado rechazo, porque
si de elecciones libres, democráticas y honradas se trata, ellos siempre
a la larga perderán.

Para Cuba actualidad: juan.gonzlezfebles1@gmail.com

http://primaveradigital.org/primavera/politica/123-opinion/5475-la-victoria-que-siempre-rechazaran.html

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