Tuesday, January 19, 2016

Venezuela: Libertad y el Despotismo

Venezuela: Libertad y el Despotismo
El poder judicial ha sido la primera herramienta del gobierno para
tratar de ilegalizar las decisiones de la Cámara, los magistrados
hurgarán o interpretarán a conveniencia cualquier legislación que afecte
al gobierno, serán la primera línea del frente oficialista contra la
oposición.
enero 18, 2016

El hecho que candidatos de la oposición, a pesar de la dictadura
institucional vigente en el país, le hayan quitado legalmente el control
de la Asamblea Legislativa al oficialismo, es un suceso que estimula a
quienes luchan por la libertad en cualquier lugar del mundo.

A partir del cinco de enero se inició en Venezuela un proceso sin
precedentes. Una mayoría parlamentaria, con vocación democrática, está
dispuesta a retar a un Ejecutivo que controla el resto de los poderes
del Estado.

El Parlamento venezolano ha sido uno de los principales instrumentos
usado por el chavismo para instalar una dictadura institucional sobre
una colosal farsa democrática, lo que le confirió la capacidad de
cercenar paulatinamente los derechos ciudadanos, arruinar la economía
nacional y generar una corrupción sin precedentes en un marco de
relativa legitimidad.

La convivencia en un parlamento integrado por legisladores con
diferentes ideas e intereses, es complicada y difícil, pero lo que se
experimenta en la Asamblea Legislativa venezolana no tiene precedentes
ya que enfrenta un ejecutivo y un poder judicial que responden a una
ideología excluyente y sectaria, con medios suficientes para intentar
neutralizar y hasta sabotear las decisiones de los legisladores.

Es de suponer que los líderes políticos de la oposición estén
desarrollando recursos para blindarse contra las agresiones que en su
contra va a desplegar el chavismo, instrumentados de la peor manera
posible por Nicolás Maduro y Diosdado Cabello, este último, procurará
generar conflictos dentro y fuera de la Asamblea, incentivando a los
grupos más radicales del chavismo a establecer bloqueo y a agredir a los
legisladores contrarios al gobierno.

Por su parte el presidente Maduro tratará de responsabilizar a la
Asamblea de la agudización de la crisis económica, y de los problemas
que afronte el gobierno a partir del momento que el poder legislativo se
emancipó del ejecutivo, intentara bloquear las decisiones del Parlamento
y desconocer sus atribuciones.

El poder judicial ha sido la primera herramienta del gobierno para
tratar de ilegalizar las decisiones de la Cámara, los magistrados
hurgarán o interpretarán a conveniencia cualquier legislación que afecte
al gobierno, serán la primera línea del frente oficialista contra la
oposición.

Cierto que la Asamblea Nacional tiene potestad para nombrar magistrados
y hasta promover la revocación del presidente, pero ambas habilidades,
aunque cuentan con la fuerza moral que le otorgó el pueblo, en caso de
rebeldía, tiene que tener la subordinación de las fuerzas públicas para
hacer cumplir sus decisiones, lo que no parece factible en base a las
recientes declaraciones del ministro de la Defensa, Vladimir Padrino
López, quien dijo que se había ultrajado a la Patria cuando la mayoría
parlamentaria decidió retirar un cuadro del comandante golpista Hugo
Chávez, el general, reiteró su respaldo al gobierno y no a la
Constitución, un indicativo que refleja que parte está en un conflicto
de poderes que tiende a agravarse.

Ante esta situación el apoyo activo de los electores que votaron a favor
del cambio, es la principal defensa de los legisladores que impugnan la
autocracia.

El éxito de la campaña electoral de la oposición hay que validarlo con
otra cruzada que muestre que la mayoría de la población no votó
exclusivamente contra el oficialismo por el pésimo gobierno, sino
también, porque está a favor de cambios sustanciales que desmonten unas
estructuras políticas y administrativas contrarias a los mejores
intereses de la nación.

Es de suponer que un por ciento del electorado votó contra el régimen
por el empobrecimiento, la alta inflación y la extendida escases de
bienes de primera necesidad, incluidos los productos farmacéuticos, pero
es de esperar, ahí está la garantía de futuro, que la mayoría haya hecho
conciencia que las propuestas populistas que enarbola el régimen, por
muy bien elaboradas que estén, solo sirven para socializar la miseria y
convertir al individuo en una masa amorfa que solo responde a los
dictados del caudillo.

Es preciso trabajar a favor de que el chavismo deje de ser una
alternativa electoral, no porque se prohíba o ilegalice lo que Hugo
Chávez representó para un sector de la población, sino porque el
ciudadano habría tomado conciencia que las propuestas que encarnó, eran
inviables y voluntaristas, y que en ningún momento estaban sostenidas en
postulados que tuvieran el trabajo y el respeto a la libertad como
fundamento.

Hay que demostrar que el denominado Socialismo del Siglo XXI como en su
momento lo fue el socialismo real castrista, aun en el supuesto negado
de que hubieran sido un éxito económico, son negativos para el
ciudadano, porque ataca su condición de hombres y mujeres con derechos a
tomar decisiones acertadas o erradas, pero propias.

Source: Venezuela: Libertad y el Despotismo -
http://www.martinoticias.com/content/venezuela-libertad-despotismo-/113445.html

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