Un gallo en Miraflores
Maduro ha anunciado que tiene una cría de 50 gallinas en el palacio
presidencial bajo el mando de un gallo negro
viernes, enero 8, 2016 | Raúl Rivero
MADRID, (El Mundo).- Lo único original y sorprendente de Nicolás Maduro
durante la presentación de su nuevo gobierno esta semana fue el anuncio
de que él y su esposa, la primera combatiente Cilia Flores, tienen una
cría de 50 gallinas bajo el mando de un hermoso gallo negro. Todo lo
demás, incluida la estructura del equipo de ministros, ha traído el
rumor del esforzado discurso coloquial de Hugo Chávez, sus ideas básicas
sobre política y una copia al carbón de los métodos castristas para
enfrentar la agudización de la crisis económica que acompaña, como un
ángel de la guarda, al populismo.
La alusión al eficaz gallinero presidencial se ha producido,
precisamente, en el momento en el que el dirigente daba a conocer la
creación del Ministerio de la Agricultura Urbana, una copia fiel del que
se instaló en Cuba en los años 90 durante el llamado Periodo Especial,
cuando el régimen perdió la tubería de ayuda soviética.
Sería bueno que los venezolanos supieran que, a pesar de que muchos
cubanos se pusieron criar pollos en las salas de sus casas, cerdos en
las azoteas, vacas en los patios y a sembrar lechugas y tomates en los
canteros del balcón, la libreta racionamiento sigue vigente y las mesas
vacías.
Ese ministerio, que pretende dejar en las manos de las familias, las
comunidades y los centros de trabajo la producción de una parte de las
carnes, las viandas y las hortalizas de la población; es, en realidad,
el reconocimiento de una realidad: ese sistema, con la omnipresencia del
Estado, su intromisión, y el afán de controlar el capital privado y el
comercio, arruina la producción agrícola y pone telaraña en los estantes.
En la puesta en escena de la promoción de los flamantes 34 ministros,
donde aparecen nueve militares tal y como enseñó Chávez, también se
percibe un soplo de aire habanero. Ahí están, junto a los fieles
compadres, un grupo de jóvenes como garantía de que esta vez sí se ha
llegado la renovación verdadera, a pesar de que su selección se deba más
a su lealtad al chavismo radical que a la edad y la formación universitaria.
Los diputados de la oposición en la Asamblea Nacional son los
protagonistas de un momento crucial de la historia de Venezuela, y
tienen que enfrentarse a ese peligroso esperpento. Es un aparato
gigantesco y torpe pero armado, que encarna la ambición de los caudillos
populistas, unos personajes convencidos de que vinieron al mundo a
gobernar. Aunque haya que tener un gallinero.
Source: Un gallo en Miraflores | Cubanet -
https://www.cubanet.org/opiniones/un-gallo-en-miraflores/
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