Thursday, March 26, 2015

Destino de Caracas

Destino de Caracas
RAÚL RIVERO Actualizado: 21/03/2015 19:18 horas

GRACIAS A los azares andinos y a la interpretación ligera de los
manuales soviéticos por un grupo de marxistas latinoamericanos,
Venezuela ha tenido, desde la llegada al poder del carismático Hugo
Chávez, la misión histórica de encabezar el llamado socialismo del siglo
XXI. En la primera etapa, como una entelequia triunfal y arrolladora.
Ahora, en el fracaso, en el parpadeo del eclipse, por la escandalosa
torpeza de Nicolás Maduro.

Los lideres de la región que se montaron en la diligencia de Chávez
recibieron todo el resplandor que desbordaba el antiguo paracaidista de
Barinas con su anuncio de cambios profundos, la felicidad distribuida a
la familia mediante cuotas sindicales, la muerte súbita y espontánea de
la pobreza y la libertad total. En el grupo, sentados en las
ventanillas, Evo Morales, Rafael Correa y Daniel Ortega, al que ya los
nicaragüenses habían visto en el camino solo y a caballo.

"Venezuela sigue con su designio con el aplauso de sus camaradas porque
les permite trabajar tranquilos"
Ellos se dejaron guiar por Chávez, que los llevaba a remolque hasta la
historia, al tiempo que conducía a los venezolanos a la división, la
ruina y al desastre económico. El caso es que le hicieron su coro y el
centro de la atención, los ataques y criticas, los elogios que después
empezaron escasear, iban a dar a los muros del palacio de Miraflores. En
Managua, La Paz y Quito se hacían con mayor discreción los arreglos
constitucionales, la chapistería de las instituciones democráticas para
que el poder se hiciera o comenzara a convertirse en un instrumento eterno.

La muerte de Hugo Chávez desconcertó brevemente a los amigos y surgieron
broncas por el liderazgo de la comparsa. Nicolás Maduro mostró enseguida
que Caracas seguiría al frente del negocio. Se le veía como un personaje
menos heroico, sin capacidad para competir con su jefe en la
originalidad y en el tiempo de sus discursos, pero con talento probado
para continuar con la catástrofe chavista.

Tenía, además, la bendición de Cuba porque allí formó como cuadro del
proletariado y recibió las instrucciones finales para provocar de manera
profesional y meticulosa la escasez de alimentos básicos y de medicinas.

Venezuela sigue con su designio con el aplauso de sus camaradas porque
les permite trabajar tranquilos. Los focos están fijos en Miraflores,
desde donde se ordena el encarcelamiento de la oposición, en vez de
trabajar por la productividad se instala una libreta digital de
racionamiento y Maduro le envía un saludo cordial a un escritor que
murió hace 20 años.

Source: Destino de Caracas | opinion | EL MUNDO -
http://www.elmundo.es/opinion/2015/03/21/550db4dfca4741ae2c8b4571.html

No comments:

Post a Comment