Nuevo fracaso de Unasur en Venezuela
Infolatam
Madrid, 8 marzo 2015
Por CARLOS MALAMUD
(Especial Infolatam).- La visita a Caracas del secretario general de
Unasur, Ernesto Samper, acompañado por los ministros de Exteriores de
Brasil, Colombia y Ecuador no sólo puso de relieve, una vez más, la
ineficacia de esta instancia regional, sino también la imposibilidad de
alcanzar una solución negociada a la crisis de gobernabilidad que vive
Venezuela. Contraponiendo las normas básicas de la diplomacia, Samper
optó por abandonar la equidistancia, mostrándose mucho más próximo al
gobierno de Nicolás Maduro que a las fuerzas de la oposición.
Ya desde su llegada optó por exponer sus puntos de vista de forma
categórica, con escasos matices: "Estamos aquí por invitación del
presidente… Hemos recibido informaciones que registramos con
preocupación y frente a esta evidencia queremos declarar de manera
enfática que todos los estados de Unasur, sin excepción, rechazarán
cualquier intento de desestabilización democrática de orden interno o
externo que se presente en Venezuela". Tal postura inicial condenó al
fracaso cualquier intento posterior de potenciar el diálogo por encima
de otras respuestas más altisonantes o rupturistas.
Es posible que la hoja de ruta trazada por Samper partiera de la premisa
de que sin una mínima complicidad con el gobierno bolivariano no habría
avances concretos en ninguna dirección. Puede ser, pero eso no debería
excluir un mayor respeto y atención a la otra parte. A partir de aquí,
el balance que hizo el secretario general de su labor en los días
pasados no puede ser más triunfalista.
Por un lado, anunció que las elecciones parlamentarias se celebrarían en
septiembre, algo que la oposición cuestionó al no haber ninguna
confirmación del Consejo Nacional Electoral. Resulta cuanto menos
curiosa, por contradictoria con estas afirmaciones, lo dicho por la
ministra colombiana de Exteriores María Ángela Holguín.
Holguín señaló que la delegación de Unasur trasladó a los opositores con
los que se había reunido que el propósito de su misión no era el
reinicio del diálogo, algo que "en ningún momento se planteó como tal".
Por el contrario, el principal objetivo era desarrollar "el tema
electoral, sobre todo para oírlos en cómo están viendo ese proceso".
Por el otro lado, Samper manifestó de forma rotunda que su paso por
Venezuela "abrió caminos para el diálogo político que se mantenía
cerrado por más de un año". A la vista de las declaraciones de todos los
sectores de la oposición, tanto de quienes fueron convocados a
encontrarse con la delegación de Unasur, como de quienes fueron
marginados, tal conclusión resulta bastante cuestionable. Entre otros
argumentos manejados por la oposición destaca la negativa de Unasur de
entrevistarse con Leopoldo López o con Antonio Ledezma, ambos presos en
la cárcel de Ramo Verde.
Henrique Capriles descalificó a Unasur por su escaso conocimiento de la
realidad venezolana, mientras otros representantes de la oposición se
expresaron de forma más rotunda. Los más duros fueron aquellos
excluidos, como Jesús Torrealba, secretario general de la MUD (Mesa de
Unidad Democrática), quien apuntó: "Samper llegó a Venezuela con un
discurso parcializado y una convocatoria excluyente. Así no se promueve
el diálogo, se confronta. Vino a apoyar le leyenda madurista de golpes
de estado imaginarios y guerras económicas ficticias. Está haciendo las
relaciones públicas del Gobierno".
Algunas de las manifestaciones de Samper soliviantaron a aquellos
opositores más reacios al diálogo y convencieron a los más neutrales de
que su misión tenía poco recorrido. En este sentido destacan algunas de
sus declaraciones, como que en Venezuela había separación de poderes o
que Unasur jamás apoyaría ninguna salida golpista, algo en lo que,
paradójicamente coincide con la mayor parte de la oposición. Un tema al
que el secretario general de Unasur dio mucha trascendencia fue el del
abastecimiento, al punto que anunció que su organización convocaría una
comisión especial "para crear unas cadenas regionales de apoyo a la
distribución de ciertos y precisos bienes de consumo básico".
Esta afirmación tan sui generis revelarían la existencia de un rol nuevo
y promisorio para Unasur, abocada a resolver las deficiencias de
abastecimiento de los venezolanos. El problema de fondo, al que es
incapaz de responder el gobierno de Maduro, es que mientras no se
restablezca el normal funcionamiento de los mecanismos del mercado
cualquier esfuerzo por paliar la situación será en vano.
Con sus polémicas declaraciones Samper no sólo ha puesto en cuestión la
capacidad de Unasur de mediar en el conflicto venezolano, sino también
la credibilidad futura de la organización como interlocutor válido en
los distintos foros multilaterales. Poco le sirve a Unasur que su
actividad sea equiparada con la del ALBA.
Las reiteradas denuncias de la comunidad internacional frente al
silencio de los gobiernos latinoamericanos respecto al conflicto
venezolano obligó a dar alguna respuesta. La iniciativa de Unasur podía
haber sido el camino para comenzar, lentamente y con mucho trabajo por
delante, a desactivar lo que puede ser una crisis de repercusiones
regionales. La falta de equidistancia y, sobre todo, la menor muestra de
empatía con el otro han servido para condenar definitivamente al fracaso
cualquier posibilidad de diálogo pacífico en Venezuela.
Source: Infolatam Nuevo fracaso de Unasur en Venezuela - Infolatam -
http://www.infolatam.com/2015/03/08/nuevo-fracaso-de-unasur-en-venezuela/
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