Monday, March 23, 2015

La 'amenaza' venezolana a EEUU y Cuba

La 'amenaza' venezolana a EEUU y Cuba
PEDRO CAMPOS | La Habana | 23 Mar 2015 - 11:37 am.

EEUU debería modificar la orden ejecutiva sobre Venezuela para restar
argumentos al infantilismo izquierdista emparentado con el
neoestalinismo de América Latina y Cuba.

En una orden ejecutiva presidencial en la que el gobierno de Barak Obama
sanciona a siete altos funcionarios chavistas con el cierre de sus
cuentas bancarias en EEUU y la prohibición de entrar a ese país, también
califica desproporcionadamente a Venezuela como una "amenaza" a la
seguridad nacional de EEUU.

¿Por qué ese calificativo, cuando precisamente EEUU da pasos para tratar
de mejorar sus relaciones con la región latinoamericana y caribeña y
trata de restablecer las relaciones diplomáticas con Cuba, un aliado de
Venezuela?

Distintas informaciones reseñan que fue la vía encontrada por la Casa
Blanca para tratar de compensar las presiones de los republicanos en el
Congreso, preocupados por el avance del programa nuclear de Irán, país
con el cual Venezuela mantiene buenas relaciones de todo tipo. En ese
marco estarían la intervención ante el Congreso del Primer Ministro
israelí y la prolongación por un año de las sanciones a Irán.

Otras fuentes internacionales han indicado que algunos altos
funcionarios del Gobierno venezolano se han involucrado en el
narcotráfico, el levado de dinero y el apoyo a extremistas islámicos.

Sin embargo, no se conoce ninguna acusación pública oficial formal que
las avale.

Lo cierto es que esa orden ejecutiva ha servido para cualquier cosa
menos para demostrar que Venezuela es una amenaza a la seguridad de EEUU.

Un artículo reciente del intelectual cubano Rafael Rojas, "Sanciones y
daños colaterales", hace adecuadas precisiones sobre varios de los
efectos conseguidos en la región, que me permite no abordarlas in extenso.

Lo más significativo ha sido conseguir desviar la atención de otros
asuntos importantes en Venezuela y la región, de las mismas sanciones a
los adinerados del Gobierno venezolano y servir a los interesados en
evitar una mejoría en las relaciones entre EEUU y la región,
"demostrando" la intención de EEUU en desestabilizar al Gobierno de
Caracas, algo que, desde luego, no pueden compartir el resto de los
gobiernos latinoamericanos y caribeños.

Los gobiernos de la región se han visto precisados a declarar, de alguna
forma, su solidaridad con el Gobierno de Venezuela y a condenar el
calificativo usado por el gobierno de Barak Obama.

En particular respecto a Cuba, el incidente ha servido a la extrema
neoestalinista en la burocracia para tratar de boicotear el proceso de
"normalización" y recordarnos que en el "imperialismo no se puede
confiar ni tantico así",como si las relaciones internacionales con las
grandes potencias permitieran desconocer que las mismas siempre
tratarían de "acercar la brasa a su sartén".

En este sentido llama la atención que luego de la última visita de la
delegación norteamericana a La Habana, a principios de esta semana, no
hubiera ninguna información a la prensa sobre resultados, como en las
anteriores. Ello hace presuponer que el proceso puede haber sido
ralentizado aprovechando la situación artificialmente inflamada por el
decreto de marras.

Pero nadie se llame a engaño, los "retranqueros" optimistas con el
desliz de Obama, tan felices como la extrema derecha cubana, parecen no
percatarse de que no hay ninguna inconsecuencia política entre rechazar
la injerencia imperial y tener relaciones diplomáticas y comerciales
normales con EEUU, como sostienen la misma Venezuela, Nicaragua, Ecuador
y demás países integrados en el ALBA, la CELAC y UNASUR.

Cuba, ¿por qué tendría que ser la excepción?

En tanto, el Gobierno venezolano alista una gran "misión" para exigir
que Obama retire esa orden ejecutiva.

Desde mi punto de vista, no hay razón alguna para no seguir avanzando en
el proceso de normalización entre Cuba y EEUU, ni tampoco para crear un
cisma que nuble el espíritu constructivo en la cumbre de abril, por el
uso presumiblemente inadecuado de un calificativo que no está avalado
con informaciones publicadas verificadas.

Pretender que esa orden ejecutiva esté acondicionando el terreno para
macabros planes de intervención directa, bombardeos, invasión y
apoderamiento estadounidense del territorio venezolano, solo podría
partir de la descontextualización de la política norteamericana en la
región, con fines propagandísticos. No hay ninguna información sobre
aprestos militares en EEUU enfilados contra Venezuela.

No obstante, sería aconsejable que EEUU, al menos, modifique el
contenido de la orden ejecutiva en lo referido a la amenaza a la
"seguridad nacional" para aplacar los ánimos exacerbados y restar
argumentos al infantilismo izquierdista emparentado con el
neoestalinismo antinorteamericano latinoamericano y cubano.

En cualquier caso para evitar mayores complicaciones en la Cumbre de
Panamá, si no hay antes una rectificación de la orden ejecutiva, la
diplomacia estadounidense tendría que trabajar "fino" en lo que resta
para su comienzo.

Source: La 'amenaza' venezolana a EEUU y Cuba | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/internacional/1427107037_13553.html

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