Publicado el miércoles, 02.26.14
ALBERTO MULLER: Un país desarticulado
ALBERTO MULLER
Los estudiantes venezolanos y las fuerzas políticas con sus marchas
numerosas e interminables por todos los rincones del país han logrado
mostrar que algo anda muy mal en Venezuela.
El gobierno de Maduro, en lugar de salir con urgencia y en primera
instancia a dialogar con los jóvenes y con las fuerzas políticas
opositoras, en busca de establecer puentes, respuestas a los problemas
graves del país y soluciones de paz, lo que hizo fue enviar a sus
fuerzas militares y a sus comandos asesinos a reprimirlos, torturarlos y
matarlos, al mejor estilo del estalinismo soviético del siglo XX o del
totalitarismo castrista aún vigente en Cuba.
El saldo fue de cientos de heridos y detenidos con ocho muertos, algunos
con tiros en la cabeza, más la detención del popular dirigente
oposicionista Leopoldo López.
Lamentablemente Maduro y su círculo de poder prefirieron imitar el
camino represivo del totalitarismo castrista y no la opción democrática
de discutir e ir en busca de soluciones pacíficas y democráticas.
Con esta actitud, lo único que ha hecho el gobierno venezolano es
mostrar su talante autoritario y fortalecer las opciones de calle.
Pocos dudan que las protestas en Venezuela tienen una razón de ser y una
naturaleza coherente de reclamo justo que abarca tanto al universo de la
oposición, como del mismo sector del chavismo más moderado, que ve con
preocupación cómo:
-Los distintos canales de la libre expresión se siguen clausurando
vertiginosamente.
-La inseguridad crece galopante en todo el territorio nacional, con más
de 20 mil víctimas promedio por año en la última década.
-El efecto perverso de la inflación a un nivel del 56% que le quita
valor al dinero circulante que llega al bolsillo del contribuyente.
-La escasez en aumento de los alimentos básicos de la canasta
alimentaria, que se explica por el rotundo fracaso de la política
chavista de expropiar a las empresas privadas, que han terminado
produciendo mucho menos o cerradas por falta de gestión.
-La devaluación de la moneda que dificulta la obtención de divisas para
la importación de los consumos básicos que necesita el país.
-La corrupción escandalosa al nivel oficial que ha enriquecido a unos
cuantos, en detrimento de las necesidades perentorias de la inmensa
mayoría pobre de la población.
Todo este desastre y algunas cosas puntuales adicionales de mucha
gravedad no se les escapan a los estudiantes ni a las fuerzas de la
oposición cuando deciden lanzarse pacíficamente al ruedo callejero a
protestar con vehemencia.
Lamentablemente algunos grupos minoritarios de jóvenes o grupos
infiltrados entre los jóvenes usaron la violencia anárquica en sus
manifestaciones y esto siempre es un excelente servicio al oficialismo.
De todas formas, Venezuela vive una encrucijada de colisión
sociopolítica, que de no resolverse por vías democráticas, avizora horas
de mucha violencia para el país.
Por eso definitivamente el camino cubano no puede ser la vía para
garantizar la paz en Venezuela, porque primero no es autóctono, segundo
es importado y tercero no es venezolano ni libre ni democrático.
Escritor y periodista cubano.
http://www.elnuevoherald.com/2014/02/26/1688684/alberto-muller-un-pais-desarticulado.html
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