Publicado el domingo, 12.02.12
Oposición y oficialismo aceleran posible transición para la era pos-Chávez
Antonio Maria Delgado
adelgado@elnuevoherald.com
El deterioro en la salud del presidente Hugo Chávez, quien recibe
atención médica en Cuba bajo un pesado manto de secretismo, estaría
acelerando la búsqueda de mecanismos para garantizar algún tipo de
transición ordenada en Venezuela, en momentos en que el riesgo de
violencia política y el espectro de dificultades económicas ejercen
presión sobre actores del gobierno para forjar líneas de entendimiento
con la oposición.
Analistas consultados por El Nuevo Herald dijeron que existe un
creciente número de señales que muestran la existencia de un delicado
baile entre integrantes del chavismo y de la oposición para tratar de
evitar que la eventual separación de Chávez del poder empuje a la
polarizada Venezuela hacia una era de violencia.
No obstante, los expertos consultados también advirtieron que esos
esfuerzos son obstaculizados por la desconfianza que gira en torno a las
verdaderas pretensiones del liderazgo chavista, que al contar con casi
un total monopolio sobre las estructuras del poder, podría solo estar
dispuesta a ofrecer a la oposición espacios residuales de existencia
para mantener una fachada de democracia.
Aún así, los prospectos de una separación de Chávez del poder presenta
grandes problemas para el chavismo, ante el hecho de que por años el
líder de la Revolución Bolivariana había acumulado un prestigio que le
permitía soportar internacionalmente las insistentes acusaciones que
pese a su legitimidad de origen su gobierno se había convertido en una
dictadura.
Es un prestigio del cual no disfrutan los potenciales herederos del
chavismo —encabezados por el presidente de la Asamblea Nacional,
Diosdado Cabello, y el vicepresidente y Canciller, Nicolás Maduro,
quienes además enfrentan proyecciones de un escenario económico muy
difícil para los próximos meses, por efecto del desorden de las finanzas
públicas acumulados en los últimos años.
Ese escenario, que habría de agravar el creciente descontento popular
—visible actualmente en las cientos de manifestaciones de protestas que
se registran todos los meses en Venezuela— estaría impulsando al
chavismo a tratar de entablar el diálogo con la oposición, dijo Rafael
Poleo, dueño de la Revista Zeta y el diario El Nuevo País.
"Esto tiene las características de ser el comienzo de una transición,
buscando un área común con la oposición, un poco al margen de Chávez,
porque la situación que les viene es tremenda en el área económica. Lo
que se busca es la regularización de la vida política del país, hacía un
modelo político civilizado", dijo Poleo desde Miami.
Señales del chavismo
Las señales de que el chavismo busca un acercamiento con actores de la
oposición han estado creciendo, en momentos en que aumenta la evidencia
de que Chávez, quien padece de cáncer, ya no ejerce el mismo control
sobre su revolución que ejercía antes.
Al mandatario se le ha visto muy poco desde que salió victorioso de los
comicios presidenciales de octubre y llevaba 10 días sin que se le viera
en las cámaras antes de que solicitara permiso para permanecer por
tiempo indefinido en Cuba para recibir cuidado médicos.
Su traslado a La Habana no fue transmitido por televisión, en un
incumplimiento con el tradicional protocolo. Tampoco se le ha vuelto a
ver en público desde que llegó a la isla.
Su ausentismo público llama la atención en momentos en que Venezuela
está próxima a sostener elecciones de gobernadores, el 16 de diciembre,
proceso que bajo otras circunstancias habría mostrado a un Chávez muy
activo en la campaña de los candidatos de su partido.
"Ha sido notoria la ausencia [de Chávez] en las campañas para la
elecciones de gobernadores, después de la confesión de él, cuando dijo
algo así como ahora entiéndanse sin mi", dijo el analista Alberto
Franceschi desde Caracas.
También genera interrogantes los últimos cambios emprendidos a la cúpula
militar apartando a generales que han sido acusados por las autoridades
estadounidenses de participar en actividades del narcotráfico, en lo que
Franceschi describió como un saneamiento de la institución, una manera
de limpiar casa para evitarle complicaciones al nuevo régimen.
Además está el palpable fortalecimiento dentro de las filas del chavismo
de Cabello, quien en las últimas semanas ha emergido como el hombre
fuerte de la revolución, incluso imponiéndose sobre la voluntad
manifiesta del propio Chávez, quien trató de apartarlo hace unos meses
enviándolo como candidato para la gobernación del estado Monagas.
Para el analista Martín Rodil, Cabello se ha convertido en la principal
fuerza detrás de la "revolución", manteniendo el control sobre el
oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), así como sobre
gran parte de cúpula militar y del sector financiero.
Esa concentración de poder, le ha permitido cimentar su liderazgo dentro
del partido, haciendo de lado a Maduro, quien Chávez nombró de
vicepresidente y quien es el claro heredero del mandatario, dijo Rodil.
Puede que Maduro sea el ungido por Chávez como su sucesor, pero no sería
más que una figura ya que Cabello sería el hombre que realmente
sostendría las riendas del poder, sostuvo.
Para el asesor político Estaban Gerbasi, es Cabello precisamente el que
estaría orquestando el acercamiento con la oposición a través del ex
vicepresidente José Vicente Rángel, quien es visto como el máximo
operador político del régimen.
Esos esfuerzos se hacen cada vez más apremiantes en la medida de que la
salud del mandatario venezolano se deteriora.
"José Vicente está previendo que Chávez se va a morir, y está buscando
crear un ambiente político para que no se arme un golpe de Estado en
Venezuela. Y evitar que a la salida de Chávez, él no pierda el poder
junto con Diosdado. Ellos están tratando de negociar la transición de
Chávez", sostuvo Gerbasi.
Primer acercamiento
El delicado baile entre el chavismo y la oposición comenzó con las
conversaciones para obtener una amnistía para los presos políticos y los
exiliados del régimen, proceso que está siendo adelantado con la activa
participación de Acción Democrática.
A ello se le suma las conversaciones para incorporar a elementos de la
oposición dentro del Tribunal Supremo de Justicia.
Estos esfuerzos, según Gerbasi, también ayudarían a un nuevo régimen a
blanquear su imagen frente a la comunidad internacional.
"La amnistía no es una medida humanitaria. Chávez tiene el liderazgo
internacional para soportar las acusaciones de que viola los derechos
humanos, pero ese no es el caso de Diosdado Cabello. Ellos quieren que
todas esas acusaciones se vayan con Chávez, porque el que puede mantener
un régimen violador de derechos humanos, corrupto, integrado por
narcogenerales, se llama Hugo Chávez", comentó Gerbasi.
Por otro lado, Franceschi calificó de imprescindible que el liderazgo
chavista se siente a negociar con el opositor.
Esto se debe a que Venezuela atraviesa por una situación política muy
precaria ante la existencia de bandas chavistas armadas, una
delincuencia fuera de control y un descontento social que va en aumento
en medio de las dificultades económicas que comienzan a afligir a los
venezolanos, y lo que es peor, unas Fuerzas Armadas al borde del
resquebrajamiento.
"Lo que está ocurriendo, lo que está por ocurrir, es una situación de
emergencia nacional, donde lo que más convendría sería abordar todos la
necesidad de promover la profunda unidad de las Fuerzas Armadas del
país, para evitar que se fracturen y sean arrastradas a las peleas de
las mafias internas del chavismo", sostuvo Franceschi.
"En Venezuela existimos mucha gente que estamos dispuestos a sentarnos
en una mesa redonda con todo lo que están interesados, no en la búsqueda
de protagonismos inútiles o fútiles, sino en la búsqueda de soluciones
de fondo a una crisis terminal de este régimen político que sólo puede
acarrearnos una enorme desgracia si se fracturan las Fuerzas Armadas y
se lo lleva a una confrontación interna de tipo sectaria", sostuvo.
No obstante, son muchos los que cuestionan la posibilidad de sostener
negociaciones reales con los protagonistas del actual régimen, el cual
en 14 años de gobierno solo ha mostrado interés de acumular más poder
para su dirigencia, refutó Gerbasi.
"Es difícil creer que los más poderosos van a buscar a los más débiles
para compartir el poder, pueden tratar de convencer que lo van a hacer,
hasta donde les sirva para mantener las apariencias, pero en el fondo lo
que pretenden es aplastar cualquier fuerza que se pueda presentar como
una alternativa real de cambio, porque lo que buscan es permanecer ellos
en el poder", comentó.
Siga a Antonio María Delgado en Twitter: @DelgadoAntonioM
http://www.elnuevoherald.com/2012/12/02/v-fullstory/1355944/oposicion-y-chavistas-estarian.html
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