Tuesday, December 4, 2012

Implementar el Venedólar

Implementar el Venedólar
Guillermo García
Lunes, 3 de diciembre de 2012

En la pasada entrega me referí a la complicada situación del mercado
cambiario en Venezuela y planteaba la posibilidad que el Ejecutivo
Nacional estableciera un nuevo esquema cambiario con tres tipos de
cambio diferencial; y presentaba como pudiese establecerlos y en qué
rangos de precio se moverían. En tal sentido, sugería un tercer tipo de
cambio, que podría establecerse en la Bolsa Pública de Valores
Bicentenaria con la aprobación de la negociación de bonos en dólares
emitidos por la República o empresas del Estado y ofertado por
inversionistas privados y entidades bancarias públicas y privadas, el
cual atendería todos aquellos rubros, servicios que no califican en los
esquemas de asignación de bienes prioritarios, ni en los de precio
diferenciado resultante de las subastas del BCV.

Ante la imposibilidad de levantar el control de cambio de forma abrupta,
propongo racionalizar la entrega de divisas a través de la posibilidad
de establecer un esquema cambiario múltiple, en razón de procurar una
mejora de la oferta de divisas y una alternativa para flexibilizar el
mercado cambiario y hacer mucho más eficiente y económicamente más
racional la adquisición de dólares en un esquema de cambio múltiple, a
través de la implementación del Venedólar en la Bolsa Pública de
Valores. Bajo este esquema, se le brinda al mercado cambiario una
alternativa transparente, rápida y segura para las operaciones. Como lo
he planteado en varias oportunidades en mis artículos, el esquema del
Venedólar podría ser un mecanismo para establecer un esquema de cambio
múltiple más transparente y de más amplia participación, y que permita
en el mediano plazo el desmontaje gradual del control de cambio.

¿Por qué su nombre y cómo opera?

El Venedólar recibe su nombre a que la compra venta de dólares está
sustentada en la negociación en las Bolsa de Valores de Bonos de la
Deuda Pública, Pdvsa y de Organismos del Estado, denominada en dólares
que han sido emitidos en los últimos años por el ministerio de Finanzas
y Pdvsa. Dentro de los bonos que conforman el esquema están los bonos
con diferentes años de vencimientos y con diferentes diferenciales de
descuento, tasas de interés, vencimiento y rendimiento al vencimiento
(Yield to maturity) que se cotizan y negocian hoy en los mercados de
valores internacionales.

Mediante el mecanismo del Venedólar, el vendedor (BCV, Fonden, Banco del
Tesoro; Pdvsa, Ministerio de Finanzas, inversionistas privados) ofertan
los títulos en dólares en la Bolsa y el comprador le cancela el
equivalente en bolívares, luego se negocia el bono en el mercado; o a
petición del cliente comprador, la Bolsa traspasa los títulos a la
cuenta del cliente en la Caja Venezolana de Valores, para que el cliente
traspase la custodia a su casa de Bolsa del extranjero para su
negociación posterior y las divisas son depositadas en la cuenta que el
comprador tiene abierta en un banco en el exterior.

Es importante aquí señalar varios elementos: tanto para el vendedor como
para el comprador, la operación es transparente, efectiva y de ejecución
inmediata. En este sentido, la Bolsa Bicentenaria se encarga del proceso
de comprar y vender el bono, por lo que el comprador recibe sus dólares
o bonos, y el vendedor sus bolívares. Otro elemento importante es que la
negociación de los bonos no modifica la paridad fija establecida por el
Gobierno, lo que sí va a determinar el monto a cancelar en bolívares por
el comprador, será el precio de negociación o cierre de cotización del
bono en el mercado local con referencia de negociación del bono en el
mercado internacional, más los intereses acumulados hasta la fecha de
negociación del Bono.

Beneficios de la implementación del esquema del Venedólar

Permite una válvula de escape para la obtención de divisas para todas
aquellas importaciones que no reciban dólares preferenciales vía Cadivi
(Primer tipo de cambio), ni del esquema de subasta del BCV (Segundo tipo
de cambio) , a través de un esquema transparente y ordenado en la
formación de los precios y centralización en la Bolsa Pública de Valores
Bicentenaria de todas las operaciones que se efectúan, incluso trasladar
el actual Sitme, a su medio natural de intermediación bursátil, como lo
es la Bolsa.

Sirve además, como mecanismo para la repatriación de capital, utilidades
y pagos de regalías de los inversionistas extranjeros en una forma más
expedita y segura, ahorrándole divisas al país, que de otro modo se
verían reducidas por la erogación de este concepto, afectando nuestros
niveles de reservas internacionales.

En consecuencia, el Gobierno debería evaluar seriamente este
planteamiento, para buscar fórmulas de flexibilización del sistema
cambiario como una válvula de escape a la presión cambiaria y una forma
más sana, transparente y de mayor certidumbre para todos los agentes que
participan en el mercado cambiario; al mismo tiempo que da vida y
dinamiza a la Bolsa de Valores Bicentenaria.

Candidato AMDP Harvard University

finanzasaldia@gmail.com

http://www.analitica.com/va/economia/opinion/1677000.asp

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