Saturday, March 24, 2012

Un presidente que cante

Un presidente que cante
Viernes, Marzo 23, 2012 | Por Luis Cino Álvarez

LA HABANA, Cuba, marzo, www.cubanet.org -Hace varias semanas, hubo un
concierto de blues en la Casa Blanca, donde estuvieron entre otros Mick
Jagger, B.B King y Buddy Guy y en el que el mismísimo presidente Barack
Obama se embulló y acompañado por un guitarrista tejano cantó Cat Fish
Blues (el blues del pez gato).

Hay clarias en el río Potomac y sus afluentes en Maryland y Virginia. No
sé si Obama estará advertido del peligro de que la voraz claria se
disemine por los ríos norteamericanos y rompa el equilibrio biológico
fluvial, como ha ocurrido en Cuba, y por eso eligió cantar precisamente
ese blues.

Aquí la claria la introdujeron, procedente del sudeste de Asia, en los
años del periodo especial, y luego de irresponsables experimentos
genéticos para aumentar su tamaño y ritmo reproductivo, casi ha acabado
con la mayoría de las demás especies fluviales.

Diseminados por casi todo el mundo hay 2 200 especies (la mitad de
ellas en el continente americano) que se conocen como pez gato. Pero las
llamadas frankenfish y snake heads, como las llaman allá en
Norteamérica, son las mismas clarias de acá, o sea, la claria batrachus.
Y llegaron primero que a Cuba. Aseguran que el llamado pez gato
caminante –porque puede reptar por la tierra y permanecer fuera del agua
hasta cinco horas- fue hallado en Orlando, Florida, hace más de 40 años.

Pero no es de monstruos acuáticos que quiero hablar. En definitiva, se
ha exagerado bastante al respecto: el pobre peje no tiene la culpa de
ser tan feo y voraz. Tal vez Obama no sabe nada de clarias y cantó el
blues del pez gato – que no necesariamente tiene que ser el que camina
como Juan Pescao – porque era el blues que se sabía y ya…A lo que me
quiero referir es a la envidia que da tener un presidente tan como
cualquier hijo de vecino que sea capaz de cantar blues o cualquier otra
cosa que no sea un himno maoísta de hace 60 años, para luego de los
regaños, ordenarnos, como si fuera un capataz, ponernos a trabajar.

Aclaro que no aspiro -¡líbreme Dios!- a un payaso como Hugo Chávez que
desafine rancheras mientras hilvana el próximo capítulo del culebrón.
Tampoco pienso que Obama, por pronunciar buenos discursos y mostrar
mejores intenciones que resultados concretos, sea un presidente
excepcional. No. Sólo quiero un presidente que no se crea infalible y
que cante.

¿Se imaginan al general-presidente, ahora que está en pose de
aperturista, y ecuménico busca el apoyo de la Iglesia y del mismísimo
Santo Padre que vive en Roma, para la reconciliación, no sé cómo ni con
quiénes, cantando "El blues de la claria"?

O mejor aún, imaginen al sucesor dinástico, en pleno karaoke, tan
simpático él, micrófono en mano, a lo Al Green –da lo mismo si en plan
de reverendo o de cantante de soul-, con el coro de gospel de la
Asamblea Nacional del Poder Popular, todos los diputados ataviados con
vistosas túnicas verde olivo, interpretando Let's stay togheter. La
versión en español se llamaría Sigamos juntos y terminaría con el
estribillo: "Hasta la victoria siempre, siempre, siempre, hasta que la
muerte nos separe…"

luicino2004@yahoo.com

http://www.cubanet.org/articulos/un-presidente-que-cante/

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