Gobernador se enfrenta a Chávez por derrame petrolero
Antonio Maria Delgado
adelgado@elnuevoherald.com
José Briceño, el gobernador del estado Monagas que fue expulsado la
semana pasada del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela
(PSUV), dijo que sus esfuerzos por proteger el sistema de agua potable
de la región de uno de los peores derrames petroleros en la historia del
país lo convirtieron en enemigo del gobierno de Hugo Chávez.
De hecho, funcionarios de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) y
del ministerio de Energía y Petróleo ejercieron intensas presiones para
que no cerrara la planta de potabilización, pese a que miles de barriles
de crudo habían sido vertidos en su principal fuente de agua, el río
Guarapiche.
El cierre de la planta generó serios problemas de abastecimiento de agua
para Maturín, la capital del estado donde habitan más de 500,000
personas, pero la medida era necesaria ante el riesgo que representaba
el derrame.
"Ellos se comprometían a que el derrame petrolero, no iba a llegar a
Maturín", dijo Briceño en una entrevista. "Yo les dije que no tenía
prueba de eso, que el gobernador era yo y que yo no podía permitir eso
porque si el petróleo llagaba a pasarse para la planta, yo me
convertiría en un genocida".
Su negativa a aceptar la orden lo convirtió en un elemento inconveniente
dentro del PSUV. Los funcionarios ejercieron presión por más de un mes,
acusando al gobernador de "loco", de abandonar el socialismo y de actuar
irresponsablemente.
Pero Briceño insiste en que la irresponsabilidad yace en los
representantes del gobierno central, quienes estaban dispuestos a poner
en riesgo la salud de los habitantes de la región para tratar de ocultar
el desastre ecológico.
"Ellos querían mandar el agua como fuese para no pagar las
consecuencias", comentó.
El peor pecado fue cometido después por Briceño cuando accedió a ser
entrevistado por el canal privado de noticias Globovisión y explicar por
qué había decidido cerrar la planta.
Su expulsión del PSUV fue anunciada la semana pasada por el
vicepresidente ejecutivo de Venezuela, Elías Jaua, quien anunció la
sentencia argumentando que Briceño había cometido la imperdonable falta
de haber criticado públicamente a dirigentes del partido.
"Resolvemos suspender al ciudadano José Gregorio Briceño del PSUV por
haber incurrido de manera dolosa en faltas graves derivadas de
posiciones antiéticas y contrarrevolucionarias e iniciar de inmediato el
procedimiento disciplinario para su expulsión", informó Jaua en una
rueda prensa.
Las manifestaciones de repudio continuaron este fin de semana de mano
del propio Chávez, quien acusó a Briceño de traicionar a la revolución.
"Otro traidor más, no será el último seguramente. Me refiero al traidor
del gobernador de Monagas, ese es un traidor al pueblo, es un traidor a
la revolución y va a quedar hecho polvo cósmico, va a desaparecer del
mapa político", dijo Chávez.
En la entrevista, Briceño dijo que no le sorprendían estas
manifestaciones y tampoco la decisión del PSUV, organización que brinda
muy poco espacio para disentir.
"Ahí no se disiente. Ahí no se discute. Ahí todo es el proyecto, es el
socialismo, la orden es ésta, lo tomas o lo dejas", expresó.
Pero el gobernador admitió haber sentido sorpresa por la falta de
preocupación mostrada por Chávez y el alto gobierno venezolano ante la
severa crisis que enfrentaban los residentes del estado.
"Primero está la población, primero está la gente. El presidente Chávez
nunca le mandó al pueblo de Monagas un mensaje de respaldo, un mensaje
de solidaridad ante la crisis, ni siquiera por Twitter", comentó Briceño.
"Más bien en un mini consejo de ministros realizado desde Cuba, él dijo
que se quería magnificar los derrames petroleros y que por capricho se
tenía la capital de un estado sin agua por más de 40 días", señaló.
Este artículo fue complementado con servicios cablegráficos de El Nuevo
Herald
http://www.elnuevoherald.com/2012/03/19/1156102/gobernador-se-enfrenta-a-chavez.html
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