[19-01-2012]
Angélica Mora
(www.miscelaneasdecuba.net).- Dicen que el decrépito y senil Fidel
Castro está dedicado a estudiar una serie de cultivos que podrían
mejorar la economía y la salud en su país. Es dudoso que así sea porque
siempre sus experimentos han fracasado. Sus tratados de siembras de café
en la periferia de La Habana, intentos de zafras de resultados
portentosos y hasta proyectos fantásticos de producción lechera, han
sido completos fiascos.
Sin embargo, hay que reconocer que Fidel Castro ha logrado éxitos en sus
cultivos políticos. El mejor ejemplo ha sido la transformación de un
desconocido paracaidista venezolano llamado Hugo Chávez a quien moldeó a
su imagen y semejanza y lo transformó en su Delfín.
El tutelaje de Chávez por el camino de la política se inició en 1989,
que es cuando ambos se conocen e inician una poderosa amistad.
Durante años el sueño de Fidel Castro había sido apropiarse de Venezuela
y obtener la máxima riqueza de esa nación caribeña: el petróleo.
Al fracasar las últimas guerrillas en la Patria de Bolívar, comandadas
por Douglas Bravo, Castro encontró en el ambicioso y acomplejado Chávez
el hombre perfecto para ser guiado y utilizado en sus estrategias de
implantar en América Latina la doctrina socialista y de paso avivar su
guerra personal contra Estado Unidos.
Como la historia la tergiversan, tanto el gobierno de Cuba como el de
Venezuela colocan el primer encuentro de Fidel Castro y Hugo Chávez
varios años después, en La Habana, el 14 de diciembre de 1994. Pero fue
mucho antes… y en su mayoría en sigilo.
Del encuentro atrasado, escribieron los órganos de información cubanos:
... vino (Chávez) cargado de sueños y convicciones y, sobre todo, con el
ansia de comenzar a construir lo que devino en una indestructible amistad.
Desde que puso sus pies en el Aeropuerto Internacional José Martí y fue
recibido por el Comandante Fidel Castro, dijo no merecer ese honor en
ese momento y aspiraba a tenerlo algún día en los meses y en los años
por venir.
Desgraciadamente el tiempo le dio la razón a ese escrito y el
paracaidista venezolano, usando los mecanismos democráticos, lograría la
presidencia del país, abusando más tarde del poder otorgado por el
pueblo y donde quiere permanecer indefinidamente.
En Chile hay en estos momentos otro cultivo político en barbecho.
No es Fidel Castro quien lo cuida y lo guía, es un grupo selecto de la
Cúpula gobernante quien lleva a cabo la preparación logística de Camila
Vallejo, la ex estudiante universitaria de 24 años, hoy dedicada por
completo a su transformación política.
El Diario Granma, resaltó recientemente la personalidad de esta joven, a
la que califica como "una luz en el camino".
Esta "luz" logró en los meses finales del 2011 proyectar a los
estudiantes chilenos en huelgas indefinidas, donde se reclamaba "una
óptima educación pública", factor que pocos países pueden darse el lujo
de proporcionar.
Los paros estudiantiles produjeron miles de millones de dólares en
daños. La sensatez volvió en parte cuando algunos dirigentes
estudiantiles finalmente se dieron cuenta que no había triunfos sino
derrotas en las manifestaciones, orquestadas por elementos comunistas.
En gran parte esta manipulación estuvo dirigida por Camila Vallejo,
quien estaba tan segura del triunfo en las elecciones de la Federación
de Estudiantes que partió en gira por Europa. A su regreso fue derrotada
en los comicios universitarios del 6 de diciembre pasado. La dirigente
indicó que haber perdido la presidencia de la Federación "fue un traspié
no un fracaso" y hoy resta importancia a la derrota.
Camila Vallejo, apoyada por la enorme maquinaria política cubana -más el
dinero venezolano- se está preparando para el futuro.
Los órganos de información cubanos –todos del régimen- destacaron este
martes la aparición de su libro "Podemos cambiar el mundo" y su última
intervención pública:
…desde décadas, desde antes de la dictadura militar, entonces qué
estamos esperando para empaparnos del conocimiento, dentro de las
propuestas que tenemos y aplicarlo en lo concreto, en la práctica
cotidiana, en la construcción de mayorías y en la construcción de poder
popular.
De llegar a triunfar este nuevo producto de la Habana, produciría un
descalabro tal al sistema democrático regional, que sólo podría ser
comparable, en el tiempo, al de su camarada, el ex paracaidista Hugo
Chávez Frías.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=34888
No comments:
Post a Comment