Thursday, February 23, 2012

Secretos de Estado: más fácil un mentiroso que un cojo

Secretos de Estado: más fácil un mentiroso que un cojo

El periodista brasileño Merval Pereira considera que la manera en que se
ha tratado la información sobre el cáncer de Hugo Chávez, "es un ejemplo
de los trastornos que un régimen cuasi-dictatorial puede causar en su
tarea cotidiana de ocultar los hechos y manipular las informaciones".

Rolando Cartaya / Radio Martí 23 de febrero de 2012

La semana pasada, antes de que el periodista venezolano Nelson Bocaranda
empezara a twitear sobre el viaje secreto a Cuba de Hugo Chávez y sus
familiares, un reconocido comunicador brasileño, Merval Pereira, colgó
en su blog --uno de los de la poderosa cadena Globo-- un breve post
titulado Cuadro grave.

Fue así Pereira quien primero escribió de una recaída del mandatario
venezolano y -- basándose en la información recibida de médicos
brasileños que tuvieron acceso a exámenes de Chávez-- de una posible
metástasis extendida en dirección al hígado. El líder bolivariano negó
públicamente esto último, al anunciar el martes que se operaría en Cuba
de una nueva "lesión", probablemente maligna.

En todo caso, si la información de Pereira no fue del todo exacta se
debió, como señala en un nuevo post el colega brasileño, a "la falta de
transparencia con que el gobierno venezolano, como todas las dictaduras,
está tratando la enfermedad del Presidente, como si no fuera un asunto
de interés público".

Al punto de que "aun a los médicos brasileños que tuvieron acceso a los
exámenes de Chávez, algunos a petición del propio [expresidente] Lula,
no se les permitió verlos todos y debieron analizar piezas aisladas,
como si estuviesen armando un rompecabezas".

En "Los verdaderos mentirosos" Pereira analiza a fondo el secretismo a
ultranza que ha rodeado la enfermedad de Chávez, cuyo caso, dice, "es un
ejemplo de los trastornos que un régimen cuasi-dictatorial puede causar
en su tarea cotidiana de ocultar los hechos y manipular las informaciones".

Esa obsesión por el secreto de Estado, copia al carbón del tratamiento
en Cuba a la enfermedad de Fidel Castro, no repara en sacrificar la
credibilidad de altos funcionarios. En el caso de Chávez, dice Pereira
que en Venezuela, Twitter no descansa con los chistes acerca de "los
verdaderos mentirosos": el ministro de Comunicación, Andrés Izarra, y el
líder gobiernista del Congreso, Diosdado Cabello, a quienes llaman "los
chavistas desinformados".

Izarra calificó la noticia de que la salud de Chávez había empeorado
como parte de una "guerra sucia de la canalla"; mientras que Cabello
llegó a decir que Chávez estaba sano, y en Twitter, que "Bocaranda está
enfermo del alma".

El columnista y comentarista radial brasileño, laureado en 2009 con el
Premio Maria Moors Cabot de la Universidad de Columbia a la excelencia
periodística, considera risible que el embajador bolivariano en
Brasilia, Maximilien Arvelaiz, en una carta a O Globo donde asegura que
el presidente goza de buena salud, acusara a su post "Cuadro grave" de
falta de transparencia, cuando se sabe – afirma-- que Chávez dejó de
tratarse en Brasil porque no fue posible aceptar sus exigencias de
silencio absoluto.

El presidente venezolano --precisa el periodista y blogger brasileño--
quería reservarse dos pisos del Hospital Sirio-Libanés de Sao Paulo; que
el ejército se hiciera cargo del hospital, revisando a todos los
visitantes; prohibir la divulgación de boletines médicos; y que su
servicio de seguridad tuviese acceso a la ficha de cualquier
estadounidense ingresado en el hospital mientras él estuviese allí.

Pereira señala que la falta de transparencia en Venezuela es tal que aún
no se sabe oficialmente en qué parte del cuerpo de Chávez se encontraba
el primer tumor; y sobre el segundo sólo se sabe hasta ahora lo que ha
revelado el propio Chávez.

Agrega que cuando el presidente venezolano dice que no se trata de una
metástasis, no existe ninguna evidencia médica para confirmarlo. Puede
ser –apunta el profesional de O Globo-- lo que los médicos llaman una
"recurrencia local", cuando un tumor se origina en el mismo lugar que el
que fue extirpado; o puede ser un efecto del proceso de metástasis.

Hay otras hipótesis –agrega Pereira-- como la sugerida por la agencia
Reuters, de que Chávez también sufra de síndrome de lisis tumoral (SLT),
complicaciones metabólicas que pueden ocurrir después del tratamiento de
un cáncer. Estas son más comunes en los linfomas y leucemias, que pueden
causar, entre otras cosas, insuficiencia renal aguda.

La quimioterapia puede precipitar el síndrome, pero también el
tratamiento con esteroides puede tener como consecuencia el SLT, y el
periodista venezolano Nelson Bocaranda sostiene en su blog que Chávez
estaba usando últimamente esteroides para enmascarar los síntomas de la
enfermedad y tratar de lucir más saludable.

Recuerda Merval Pereira que en los casos del ex presidente Lula y de la
Presidenta Dilma Rouseff [cuando era ministra], la información médica
sobre sus padecimientos cancerosos se hizo pública con toda la
transparencia posible en cada momento. Y es que para un gobierno
democrático la manera más fácil de poner fin a las especulaciones sobre
la salud del Presidente –concluye diciendo el ex jefe de redacción de
O'Globo— es una revelación íntegra de los exámenes médicos. De esa
manera cualquier duda queda disipada.

http://www.martinoticias.com/noticias/-Secretos-de-Estado-mas-facil-un-mentiroso-que-un-cojo--140162843.html

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