Publicado el Jueves, 23 Febrero 2012 00:19
Por Café Fuerte
El caso de la enfermedad del presidente venezolano Hugo Chávez es un
ejemplo de los trastornos que puede causar un régimen casi dictatorial
en su tarea cotidiana de ocultar los hechos y manipular la información.
El periodista Nelson Bocaranda, con prestigio consolidado en Venezuela
después haber dado el año pasado la primicia sobre el tratamiento del
cáncer de Chávez en Cuba, fue atacado ferozmente por publicar en su blog
y divulgar en Twitter el lunes que Chávez había regresado a Cuba,
acompañado de varios familiares, incluyendo a su madre. La noticia de
que el estado de salud de Chávez había empeorado fue negada por el
gobierno de manera tajante y el Ministro de (des) información, Andrés
Izarra, dijo que era parte de una "guerra sucia de la escoria".
El presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, llegó a decir
que Chávez estaba sano, y escribió en Twitter que "Bocaranda es un
enfermo del alma".
Del mismo modo, después de publicar el jueves en mi blog que el cuadro
de salud de Chávez había empeorado, con información de médicos
brasileños que habían examinado pruebas del presidente de Venezuela e
indicaban la posibilidad de metástasis en el hígado, Maximilien
Arvelaiz, pomposamente titulado "Embajador de la República Bolivariana
de Venezuela en Brasil", envió una carta a Globo afirmando que "el
tratamiento contra el cáncer al que el presidente Hugo Chávez se sometió
en 2011, fue un éxito, el presidente tiene buena salud".
El embajador bolivariano involuntariamente llega a ser irónico al
afirmar en cierto punto en su mensaje que vio en las noticias "la falta
de transparencia en el texto al reproducir un falso diagnóstico
acreditado a "médicos "que no tienen ni identidad".
Además de demostrar que no sabe nada sobre el periodismo en un país
democrático, donde se puede preservar la confidencialidad de la fuente,
llega a ser risible que el representante de un país que oculta todos los
hechos relacionados con la enfermedad de su presidente, hable de "falta
de transparencia" .
Sobre todo cuando se sabe que Chávez renunció al tratamiento médico en
Brasil ya que no era posible aceptar sus demandas de secreto absoluto.
El presidente venezolano, con el espíritu dictatorial que le
caracteriza, quería ocupar dos pisos del Hospital Sirio Libanés en Sao
Paulo y poner al ejército a hacerse cargo de la institución,
inspeccionando a todos los visitantes.
Y aun así, prohibir la divulgación de los informes médicos.
El rechazo de Chávez al Sirio-Libanés se justifica del punto de vista
autoritario, precisamente por el sistema abierto de información, que
hizo que incluso se revelara la presencia del médium João de Deus en el
hospital para un tratamiento espiritual a Lula, paralelo al tratamiento
oficial.
La falta de transparencia en Venezuela es tal que hasta la fecha no se
sabe oficialmente en qué parte del cuerpo de Chávez se encontraba el
primer tumor.
Se sabe que podría estar en la "región pélvica", tal vez en el cuello
del recto, pero no dio más detalles.
Del mismo modo, la información sobre el segundo tumor que obligará a
Chávez a hacerse otra operación en Cuba -en Sao Paulo, con los mismos
requisitos, sigue siendo imposible, incluso si las condiciones técnicas
fueran mejores- salió hasta ahora sólo de la boca del afectado, el mismo
Chávez.
En vísperas de viajar a Cuba para las pruebas que confirmaron que tenía
un nuevo tumor, Chávez apareció en público para desmentir la noticia que
yo había publicado en el blog -y luego en papel para Globo-, afirmando
que el cáncer estaba "fuera" de su cuerpo.
Al igual que cuando regresó de Cuba después de la primera operación, se
declaró "curado".
Cuando el presidente venezolano dice que no es una metástasis, sino un
nuevo tumor en el mismo lugar que antes, no tenemos ninguna evidencia
médica para demostrarlo.
Puede ser lo que los médicos llaman una "recurrencia local", cuando un
tumor se origina en el mismo lugar de donde fue extirpado, o puede ser
efecto del proceso de metástasis.
Hay otras hipótesis, como la reproducida por Reuters, de que Chávez
también sufre de Síndrome de Lisis Tumoral (SLT), las complicaciones
metabólicas que pueden ocurrir después del tratamiento del cáncer, más
común en los linfomas y leucemias, y que pueden causar, entre otras
cosas, insuficiencia renal aguda.
La quimioterapia puede precipitar el síndrome, pero el tratamiento con
esteroides también puede tener como consecuencia el SLT.
El periodista venezolano Nelson Bocaranda dijo en su blog que el
presidente Hugo Chávez estaba usando esteroides últimamente para
enmascarar los síntomas de la enfermedad, y tratando de parecer más
saludable.
Los esteroides también atacan el hígado y pueden incluso causar cáncer.
Todas estas especulaciones se deben únicamente a la falta de
transparencia con la que el gobierno venezolano, a la manera de todas
las dictaduras, trata la enfermedad del presidente como si no fuera un
asunto de interés público.
La forma más fácil para un gobierno democrático de poner fin a las
especulaciones sobre la salud de un presidente es una revelación
completa de los exámenes médicos, lo que disiparía cualquier duda.
En los casos del ex presidente Lula y la presidenta Dilma Rouseff, la
información médica se trasmitió con la transparencia que ha sido posible
hasta ahora.
Incluso a los médicos brasileños que tuvieron acceso a los exámenes de
Chávez, algunos a petición del propio Lula, no se les permitió verlos
todos y analizaron fragmentos aislados, como si montasen un rompecabezas.
En Venezuela no cesan los chistes en Twitter acerca de "los mentirosos
reales", el ministro de Comunicación, Andrés Izarra, y el líder del
Congreso, Diosdado Cabello, "los chavistas ignorantes".
Pero es increíble cómo tenemos "chavistas desinformados" aquí en Brasil.
Traducción: Café Fuerte
*Columnista de Globo y comentarista de Globonews y CBN. Miembro de la
Academia Brasileña de Letras y la Academia Brasileña de Filosofía. En el
2009 recibió el Premio Maria Moors Cabot de la Universidad de Columbia a
la excelencia periodística. Es miembro de la Junta de Visitantes de las
becas John S. Knight de la Universidad de Stanford, en California. Sus
artículos sobre la salud de Chávez han provocado la ira del gobierno
venezolano durante la última semana.
http://cafefuerte.com/opinion/opinion/puntos-de-vista/1607-venezuela-los-verdaderos-mentirosos
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