Thursday, February 16, 2012

Tras las primarias venezolanas: ahora empieza el partido

Venezuela, Capriles, Chávez

Tras las primarias venezolanas: ahora empieza el partido

Hasta ahora Hugo Chávez se ha mantenido tantos años en el poder gracias
a sus propios recursos, pero también por los numerosos errores de la
oposición

Carlos Malamud, Madrid | 15/02/2012

El triunfo de Henrique Capriles Radonski en las elecciones para escoger
al candidato de la oposición venezolana para las elecciones
presidenciales del próximo 7 de octubre ha sido solo el prólogo de lo
que queda por venir. A partir de ahora nada será igual al pasado, a un
pasado caracterizado por la ausencia de graves incidentes y el respeto
al contrario antes, durante y después de las primarias. Una cosa fue el
juego de caballeros para decidir quién sería el candidato de la MUD
(Mesa de la Unidad Democrática) y otra muy distinta el duelo a cara de
perro entre Henrique Capriles y Hugo Chávez que comienza ahora y recién
acabará en octubre próximo.

Elías Jaua, el vicepresidente venezolano, fue el primer miembro del
gobierno en valorar el triunfo de Capriles: "La derecha tiene candidato,
bienvenido, bienvenido a la batalla pero prepárese para la gran victoria
del pueblo bolivariano". Al presentar las elecciones en términos bélicos
("la batalla" y "la victoria"), Jaua no hace más que continuar una
tradición oficialista que pasa por militarizar los comicios, que se
planifican, organizan y desarrollan como si fuera una operación
castrense. De este modo el antagonismo político se convierte en una
contradicción irresoluble, donde solo un campo goza de la legitimidad
popular y representa la suma de los valores patrios. El otro, no el
adversario sino el enemigo, debe ser destruido y con él no hay diálogo
posible.

Teóricamente, el Consejo Nacional Electoral (CNE) es el organismo
encargado de velar por la pureza de los comicios y el respeto de la
legalidad. Según lo establecido por la Constitución de 1999, el CNE es
uno de los cinco poderes independientes del Estado venezolano y sus
cinco rectores deben ser neutrales en el proceso. Sin embargo, solo uno
de ellos representa los intereses de la oposición, mientras los cuatro
restantes tienen un claro sesgo progubernamental. De este modo, la
imparcialidad del árbitro queda en entredicho desde el comienzo.

Por otra parte, en una situación donde los límites entre el gobierno y
el Estado, y entre el presidente y los recursos públicos, son tan
difusos, los medios económicos, humanos y mediáticos a disposición de
cada candidato serán muy desiguales. Éstas son las reglas del juego de
un partido que se estima intenso y en donde no está nada claro que el
oficialismo reconozca paladinamente su derrota en el hipotético caso de
perder. Son numerosos los testimonios de altos dirigentes del Gobierno
venezolano y del oficialista PSUV (Partido Socialista Unido de
Venezuela), así como jefes militares, que han rechazado de plano no solo
la posibilidad de una victoria opositora, sino también la eventualidad
de ceder el poder a los teóricos representantes de la "oligarquía y el
imperialismo".

Es este el contexto en el cual Capriles Radonski deberá actuar. En las
primarias los candidatos evidenciaron distintas estrategias para
enfrentar a Hugo Chávez, un dirigente carismático que sigue contando con
un importante respaldo popular. Mientras María Corina Machado optó por
el enfrentamiento abierto y directo con Chávez y todo lo que oliera a
bolivariano, Capriles escogió la vía de la no confrontación, la cual, de
momento, le ha dado un buen rendimiento. Esto implica profundizar la
agenda social y el reconocimiento de la legalidad bolivariana así como
de algunos de los logros gubernamentales.

Éste será sin duda uno de los grandes desafíos de la oposición, cuyo
principal reto, con todo, será llegar unida al 7 de octubre. Solo así
estarán en condiciones de enfrentar con ciertos visos de éxito al hasta
ahora invicto presidente. En el caso de que se consiguiera este objetivo
restaría por definir el discurso. La cuestión de fondo, desde la
perspectiva de la oposición, es cómo mantener la fidelidad de los más
furibundos anti-chavistas a la vez que se conquista el voto de amplios
sectores indiferentes o incluso de gentes que hasta ahora han respaldado
al oficialismo. Un interrogante pendiente de despejar, y de cuya
resolución dependerá una parte considerable del resultado opositor, es
el de la actitud de los partidos tradicionales, AD y COPEI, que siguen
contando con buenos aparatos y con cierta capacidad de movilización.

Al día siguiente de su elección Capriles Radonski instó por dejar de
mirar al pasado y concentrarse en el futuro. Para eso cuenta con el
respaldo de los otros candidatos y de los casi tres millones de
venezolanos que acudieron a votar el pasado domingo en condiciones no
demasiado favorables. Uno de los modos de desincentivar a los votantes a
acudir a las urnas fueron las declaraciones de Chávez de que en octubre
arrasarían a la oposición con más del 70 % de los votos.

Hasta ahora Hugo Chávez se ha mantenido tantos años en el gobierno y ha
ganado la gran mayoría de las elecciones convocadas desde su llegada al
poder básicamente por méritos propios, pero también por los numerosos
errores de la oposición. En esta ocasión, si la MUD ha aprendido las
lecciones del pasado, todo indicaría que estaremos frente a unas
elecciones más reñidas y con un resultado más ajustado.

Este artículo apareció originalmente en Infolatam.

http://www.cubaencuentro.com/internacional/articulos/tras-las-primarias-venezolanas-ahora-empieza-el-partido-273937

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