Versión del chavismo esconde el lado oscuro de la muerte de Robert Serra
ANTONIO MARIA DELGADO ADELGADO@ELNUEVOHERALD.COM
02/07/2015 7:33 PM 02/08/2015 8:13 AM
Para el régimen de Nicolás Maduro, Robert Serra es un héroe caído de la
Revolución –una versión venezolana del Ché Guevara– asesinado el año
pasado por sicarios bajo las órdenes del ex presidente colombiano Alvaro
Uribe en un crimen planeado en Miami.
Pero las investigaciones policiales realizadas antes de que el propio
Maduro asumiera el control del caso esbozan una realidad muy distinta a
la versión oficial y muestran un lado oscuro del joven dirigente que
terminó por costarle la vida.
De acuerdo con documentos policiales obtenidos por el Nuevo Herald y
personas cercanas al caso, Robert Serra era un violento homosexual que
fue víctima de un crimen pasional, asesinado por su amante y ex
guardaespaldas personal, quien decidió matarle porque temía que el
diputado terminara haciendo lo mismo con él.
Y el agresor, Edwin Torres Camacho, tenía razones para temer que eso
sucediera.
Según las declaraciones recogidas en el caso, el diputado era el autor
intelectual de la muerte de Alexis Barreto, otro ex escolta y amante, a
quien ordenó matar porque quería terminar la relación, debido a que el
diputado le maltrataba.
Torres también queria terminar con la relación y Serra le advirtió que
si lo hacía le sucedería lo mismo que a Barreto, cuyo cuerpo fue
encontrado sin vida en el Cerro Avila en julio del 2012, con un tiro en
la nuca.
Las pesquisas realizadas muestran que Serra y Torres tenían una relación
sentimental, al tiempo que otras personas del entorno del diputado
corroboraron que él había hecho la amenaza.
Serra, que en su momento era considerado como una de las futuras
estrellas del chavismo, también era uno de sus dirigentes más polémicos.
Su base de poder consistía en sus vínculos con los violentos grupos
paramilitares conocidos en Venezuela como colectivos y el denominado
Frente Francisco de Miranda, una agrupación conformada en gran medida
por jóvenes revolucionarios adoctrinados por Cuba.
Precisamente, los vínculos que Serra tenía con los temidos colectivos,
como La Piedrita, Los Tupamaros y Alexis Vive, le daban un aura de
peligrosidad que inquietaba a muchas personas que tenían algún tipo de
relación con él.
"El se acercó muchísimo a los colectivos. El intentó mediar en el
conflicto existente entre Los Tupamaros y La Piedrita. Ese es un
conflicto armado entre bandas que dejó varios muertos. Y él medió allí
bastante y era una persona muy cercana a [Valentín] Santana, que es el
líder de La Piedrita, como de Oswaldo Jiménez, el presidente de los
Tupamaros", explicó el analista político Helly Angel.
Angel, quien ahora vive en el sur de Florida, dijo que Serra era un
joven de temperamento muy agresivo, que tendía a ofender y a entrar
fácilmente en las peleas verbales.
"El fue un muchacho muy controversial, muy problemático, incluso dentro
de su propio núcleo familiar, con muchos conflictos y enfrentamientos,
incluso entre sus propios familiares", comentó Angel.
Nada de esto aparece en la versión que terminó siendo presentada al
público sobre el asesinato de Serra.
El chavismo, que gasta grandes cantidad de tiempo y recursos denunciando
atentados, presenta a Serra como la más reciente víctima de la
conspiración internacional en contra de la Revolución, en un intento por
convertir al diputado en un ícono.
"Hoy más que nunca Robert es inspiración para la construcción de la
Patria Socialista que él soñó ¡seguiremos venciendo!", publicó en enero
la ministra del Poder Popular para la Comunicación y la Información,
Jaqueline Faria, su cuenta de Twitter, para conmemorar el día de
nacimiento de Serra.
Será recordado por toda Venezuela como "un ejemplo para la juventud por
su entrega y pasión revolucionaria", agregó.
Pero detrás de la fachada revolucionaria se escondía un joven que estaba
dispuesto a usar la violencia para conseguir lo que quería.
Y eso era de conocimiento de Torres, quien tomando la amenaza de Serra
muy en serio decidió actuar primero, contactando una banda de
delincuentes comunes que él conocía y que residían en su mismo edificio.
Torres les cuenta que Serra tenía en su residencia dos fusiles de alto
calibre además de dinero en efectivo, y la banda decide actuar.
Una de las cosas que llevó a los investigadores a formular rápidamente
la hipótesis de que el crimen era de carácter pasional es el hecho de
que Serra había muerto tras recibir 36 puñaladas.
"Es un exceso de saña que denota el carácter personal del acto", resalta
uno de los informes.
La otra víctima del crimen, María Herrera, recibió solo nueve puñaladas.
El arma utilizada en el crimen no fue encontrada pero los exámenes
determinaron que podría haberse tratado de un pica hielo, o algún
instrumento similar.
Siga a Antonio María Delgado en Twitter:@DelgadoAntonioM
Source: Versión del chavismo esconde el lado oscuro de la muerte de
Robert Serra | El Nuevo Herald El Nuevo Herald -
http://www.elnuevoherald.com/noticias/mundo/america-latina/venezuela-es/article9529172.html
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