Venezuela en cola
02/09/2015 1:00 PM 02/09/2015 6:00 PM
Las barricadas en Venezuela están en sus colas y el gobierno ha ordenado
comandos a "donde la población se vuelque en busca de productos… para
erradicar las colas". Maduro y el Estado Mayor contra la Guerra
Económica intervinieron así la Avícola Galipán y Practimercados Día a
Día, los últimos por colas y la avícola por 'acaparar' 28,700 kilos de
pollo a 70 bolívares el kilo cuando el oficial está a 40. ¿Eliminará eso
las colas en los 'practimercs'? ¿Aumentará el abastecimiento de pollo?
El pollo oficial, a mil bolívares por dólar, cuesta 4 centavos el kilo
versus 7 del 'acaparado'. En los puestos de comida rápida hay colas por
pan con pollo. Disputan miserias.
Las colas son un auto de fe venezolano, una penitencia pública que llama
al rescate de su independencia y soberanía, dos conceptos que deambulan…
y no deben deambular. Necesitan un norte, dirección real, remedio
urgente. Sus fuerzas armadas necesitan despertar a la realidad de lo que
ocurre.
Maduro comprometió su patria. Cuba está reviviendo la libre empresa y
restableciendo sus relaciones con Estados Unidos y el capitalismo.
Maduro, constreñido por el castrismo tradicional y útil al de avanzada,
el raulismo, sigue cerrando las fuentes de trabajo, producción e
ingresos en el país. Es un presidente al que las colas amenazan con
pasar por encima.
El estallido se está gestando entre murmuros de estómagos y el cansancio
de pies en cola. Millones las hacen, centenares de miles cada día ante
tiendas, bodegas y mercados, buscando artículos de primera necesidad.
"El cambio… es impostergable e ineludible", dice María Corina. El
gobierno trata de reprimirlo y para eso está su orden a los comandos
populares y militares, pero a los estómagos y sus pies no los reprime
nadie. Hacer cola se ha vuelto una acción contra el régimen.
Fuenteovejuna, todos a una: Las colas son impersonales. Ese es su
peligro, porque el régimen no tiene como evitarlas ni a quien
'distinguir' en ellas: Su impacto es profundo y hasta los Castro se
distancian de Maduro, no vaya a ser que les salpique lo que viene. Dios
proteja a Venezuela adulterada, con Maduro haciéndole la guerra a la
clase media y empresarial y hambreando a sus trabajadores, campesinos,
obreros y oficinistas como daño colateral.
Habiendo dicho esto, Vincent Stewart, director de la Agencia de
Inteligencia del Pentágono, testificó ante el Congreso en Washington que
lo más probable es que las fuerzas armadas sigan respaldando al régimen:
"Los líderes militares han permanecido leales y seguirán conteniendo las
protestas" dice.
Este observador no lo ve así.
Venezuela ha iniciado una transición, con patriotas civiles y militares
asistiendo en el parto de una Venezuela nueva, libre e independiente,
ciudadanos y oficiales contra el enquiste del Castrismo con
consentimiento y colaboración del gobierno. De ellos es la frase de
Capriles: "…Venezuela, para cuidarte yo tengo esta vida mía".
Al gobierno no le será fácil reprimir al pueblo en las colas de su
hambre. A sus problemas se suma ahora la odisea de adquirir alimentos.
El régimen obliga a vender a precios que producen escasez, el régimen y
no la oligarquía. Peligra la arepa. Una resolución reciente fija el
precio de la harina precocida para arepas por debajo de su costo de
producción. A las fuerzas armadas no les queda manera de pretender que
no ven lo que sucede.
Maduro controla Venezuela con la ideología del aparato castrocomunista
que lo enclaustra y las Fuerzas Armadas tienen la obligación
constitucional de rescatar y defender su independencia. La oficialidad
va a tener que decidir entre colaborar con la represión del hambre y la
enajenación de su patria o devolverle su soberanía. Esa es su alternativa.
Hay escenas que dan vergüenza. Este observador pudo constatar colas por
pañales y leche en Caracas. Las pintas en las paredes dicen "Maduro
traidor". Sabrán por qué. En la Revolución Francesa las mujeres tejían
gorros jacobinos. En Venezuela hacen cola. El estallido se cocina allí,
entre ellas y las colas, tan simples y elementales que son inevitables,
ineludibles, irrechazables, in-borrables e in-quitables.
El 2015 se presenta como uno de los años más duros en su historia y
quizás por eso también uno de sus mejores, un año que desemboque en su
segunda independencia. La enorme mayoría sufre escasez porque Maduro
destruyó su capacidad productiva persiguiendo al empresariado,
haciéndose cada vez más dependiente de importaciones pagadas con un
petróleo cuyo piso se resquebrajó por debajo de los 95 dólares el
barril. Hoy, alrededor de 40, se le ha vuelto imposible mantener los
subsidios con que satisfacía al pueblo.
Hay consideraciones que necesitan tomarse en cuenta tanto entre la
civilidad como las fuerzas armadas. Este es el momento. ¿Cuánto
aguantará Venezuela en cola? Ánimo, valor, prudencia y entrega sin
sometimientos.
Source: Venezuela en cola | El Nuevo Herald El Nuevo Herald -
http://www.elnuevoherald.com/opinion-es/opin-col-blogs/guillermo-descalzi/article9618104.html
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