¿HASTA CUANDO AGUANTAREMOS?
Oswaldo Álvarez Paz
20 de julio de 2013
Caracas, Venezuela – www.PayoLibre.com –¿Quousque tandem abutere,
Catilina, patientia nostra? El latinazo se refiere a la Roma imperial,
pero tiene plena vigencia entre nosotros. La paciencia se agota y los
problemas se agravan. Nada funciona bien. Todo camina para peor. Es
cierto que cada tiempo crea sus monstruos, pero también ofrece los
instrumentos adecuados para neutralizarlos y hacerlos desaparecer.
En el alto mundo de la política oficial y opositora no se percibe a
plenitud la realidad de un pueblo dominado por la incertidumbre. No hay
paz espiritual en la gente. Tampoco existe en la calle por la falta de
seguridad de las personas y de los bienes. Ya son motivo de burlas
crueles las declaraciones sobre los resultados de eso que llaman
Operativo Patria Segura y las declaraciones relativos a los índices
delictivos. Lo cierto es que en este ambiente de hipocresía, arrogancia,
cinismo, corrupción e incompetencia nadie puede sentirse satisfecho.
El miedo crece al mismo ritmo que la indignación. Estamos en un país en
el que aunque no hay una guerra declarada, no existe la serenidad
necesaria para vivir normalmente.
Confieso que jamás había visto días más tristes, ni al pueblo tan
atemorizado por las amenazas potenciales y reales del régimen y la
ausencia de liderazgos opositores recios que interpreten cabalmente sus
anhelos y necesidades inmediatas.
Siento mucho desprecio por estos tiempos y personalmente creo ser un
extraterrestre dentro de una política general que no comparto. El
problema es que no quiero ser terrenal y contribuir a fortalecer más de
lo mismo. Ejemplo, seguir confundiendo democracia con elecciones o hacer
toda la apuesta para el cambio de régimen al largo proceso que va desde
abril pasado, hasta diciembre con las municipales, de allí a las
parlamentarias, luego a un eventual revocatorio y, por ese camino,
llegar a las presidenciales de 2019 para derrotar a Maduro y elegir,
entonces sí, a un Capriles todavía joven para restaurar la democracia
perdida.
Si los mismos siguen haciendo lo mismo, los resultados jamás serán
diferentes. Lo han dicho sabios y la vida lo ratifica. Las elecciones
son un instrumento de la democracia, pero no el único y ni siquiera el
más importante.
Las universidades dan ejemplo de dignidad, autonomía y disposición para
la lucha. Apoyarlas es una obligación inmediata. Debemos aprovechar la
oportunidad de ver al "por ahora" desesperado, delirando como un
náufrago afectado por la intensidad del sol en la frente. Pero debemos
vencer la comodidad y el oportunismo de muchos. Vacilan recelosos,
esperando los unos de los otros y confiando en que otros resuelvan.
Quienes deseen conservar lo mucho o poco que tienen, la vida, la
libertad, el derecho a trabajar en paz y levantar con dignidad una
familia, deben despertar y reaccionar. Civiles y militares. Hay caminos.
El peor es la resignación frente a más de lo mismo.
oalvarezpaz@gmail.com
Publicado en EL NACIONAL - 13 de julio de 2013
http://payolibre.com/articulos/articulos2.php?id=5689
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