Cuba, tremendo socio
El sueño del finado se está cumpliendo. La isla de la felicidad se
siente en Venezuela
ELIDES J. ROJAS L. | EL UNIVERSAL
miércoles 3 de julio de 2013 12:00 AM
Una de las afirmaciones más famosas del comandante fallecido fue "La
economía venezolana está blindada. Aquí no entra ni coquito". Soberbia
aparte, estábamos en los tiempos de la crisis de Estados Unidos y, como
era de esperarse, el coletazo también pegó duro por aquí. Esa visión de
blindaje solo es válida en países como Cuba o Corea del Norte que en
medio de la ruina no les puede pasar ya más nada peor.
Pero en Venezuela, a pesar de la montaña de billete que ha pagado
ingresado por petróleo, la ruina llegó y con ganas de quedarse por
bastante tiempo. Pues, sin ninguna duda, el finado dejó un país en
estado de disimulo, quebrado y en problemas, pero a punta de propaganda
y mucha plata botada en elecciones, disfrazado de bienestar. Falso
bienestar. Salvo para el clan de enchufados, los militares de alta
alcurnia y los corruptos de ayer y de hoy, el resto del país está
pasando casi tanto trabajo como un colega súbdito de la Cuba de los Castro.
¿Cómo hacen en Cuba para comer? Importan alimentos con la plata que les
regala Venezuela. Se calcula que Cuba invierte más o menos 2.000
millones de dólares cada año en compra de alimentos para que sus presos
ideológicos medio coman. Venezuela, más grande y con más habitantes,
gasta 60 mil millones en lo mismo. Unos 20 mil se quedan en los
bolsillos de los ladrones, los mismos cubanos tracaleros, la camada de
vivos revolucionarios y sus empresas de maletín. Un país que gasta cada
año más de lo que le ingresa, sin entrar en mayores profundidades va
directo al hueco. Eso es lo que está ocurriendo en la Venezuela que
heredó Maduro y que le tocará administrar con los mismos hombres que
provocaron la debacle y los mismos cubanos detrás del trono.
Cuba y Venezuela ya son un ente corporativo similar, del mismo alcance.
La única diferencia, y eso por ahora, es el ingreso petrolero que se
salva por los altos precios, pero que tampoco alcanza para saciar la
voracidad del clan socialista y todos los países satélites que viven de
Pdvsa. ¿Ambos ruinosos tienen suficiente producción agrícola? ¿Los dos
países en la carraplana tienen una buena capacidad industrial? ¿Tienen
las dos islas de la felicidad un fuerte sector exportador? ¿Cómo está la
capacidad de generación de empleo de las dos naciones? ¿Y cómo les va a
estos revolucionarios binacionales en materia de captación de
inversiones? ¿Se sienten satisfechos los pobres socios socialistas en
materia de libertades económicas? ¿Están listos tanto los Castro como
los herederos del finado para ingresar a la lista de las naciones más
desarrolladas en los próximos años a punta de controles, confiscaciones,
corrupción, persecuciones y elecciones trucadas?
Mañana mismo.
erojas@eluniversal.com / Twitter: @ejrl
http://www.eluniversal.com/opinion/130703/cuba-tremendo-socio
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