Sunday, June 16, 2013

Por qué Maduro odia las universidades

Por qué Maduro odia las universidades
Queda claro por qué estos bárbaros fascistas quieren universidades
sumisas y aborregadas
MARTA COLOMINA | EL UNIVERSAL
domingo 16 de junio de 2013 12:00 AM

Como el generalote fascista español que sacaba su revólver cada vez que
escuchaba la palabra cultura, así Maduro ve una conspiración para la
cual saca sus bandas armadas cada vez que un venezolano reclama sus
derechos. Lo hizo con las protestas pacíficas de estudiantes y
profesores universitarios que exigen el cumplimiento de las normas de
homologación salarial y becas que sobrevivan al "Paquetazo madurista" de
altísima inflación y 2 devaluaciones que, de seguir el gobierno negando
sus deberes normativos, causaría el cierre de las universidades
autónomas (UA) del país.

"La derecha universitaria ha tomado el camino del saboteo" acusó Maduro,
al culpar a las UA de "no respetar las mesas de trabajo", eufemismo de
diálogo que tiene por finalidad enfriar las protestas durante meses, sin
ofrecer soluciones honorables. En los últimos 7 años el Gobierno ha
asignado a las UA el mismo presupuesto deficitario, ignorando la alta
inflación y las devaluaciones, y desde el 2006 ha incumplido las normas
de homologación del sector universitario que contemplan un ajuste de
salario. Además del cerco económico en plena bonanza petrolera, las UA
han sido víctimas del acoso de los grupos armados y violentos del
Gobierno, siempre impunes y nunca investigados. Cuando el ministro de
Educación era estudiante, pedía a gritos más presupuesto para la UCV,
aspiración justa que hoy niega ferozmente. Los gobiernos de entonces
contaron con un precio petrolero que nunca pasó de $30 el barril (con
Caldera II bajó a $9) a diferencia del régimen de Chávez y Maduro que,
con el crudo a más de $100 y habiendo recibido 1,6 millones de millones
de dólares, los han dilapidado en corrupción, armas de guerra, y miles
de millones donados a sus socios del continente, sin construir la
infraestructura que el país necesita. Un instructor universitario gana
hoy Bs. 2.500 al mes y los sueldos de los docentes de mayor rango se han
depreciado tanto, que muchos han renunciado para buscar trabajo en el
sector privado, o irse del país.

"Una de las características por la cual se define un gobierno fascista,
como el actual venezolano -escribe Rafael Poleo- es porque los regímenes
fascistas desconocen la autonomía que permita pensar en las
universidades". El chavismo ha intentado durante 14 años hacer trizas el
autogobierno de las UA (no gana una sola elección estudiantil, ni
profesoral), por eso impuso el control de los ingresos de estudiantes a
las UA, y la propuesta de contratación colectiva actual en la que el
Ejecutivo "decidirá si las UA necesitan más profesores o no", con la
afrenta de que "los trabajos de ascenso de los profesores serán
evaluados por una comisión integrada por las comunas", según declarase
la presidenta de FAPUV. El régimen "reforzó la idea de graduar gente y
no producir conocimiento" expresa el reconocido investigador Orlando
Albornoz. "Hay que ver el esfuerzo que hacemos para mantener 2 millones
y medio de estudiantes universitarios. ¡Récord mundial! a pesar de que
la derecha gremial universitaria ha tomado el camino del saboteo" dijo
Maduro en Mérida, mientras una treintena de estudiantes de la ULA y de
LUZ permanecen en huelga de hambre lo que lucía justo al "eliminar el
problema del cupo", en la práctica eliminó la competitividad y calidad y
estableció el control político del estudiantado que entra a las UA sin
examen de selección, sin curso preparatorio y con un mal bachillerato
(muchos no cursaron física, química, matemáticas, biología, castellano y
otras, por carencia de docentes).

Maduro debería pedir al embajador chino en Venezuela que le explique
cómo su país ha logrado su gran desarrollo tecnológico y científico y el
rol que sus universidades han tenido en tal éxito. Le dirá que el
contenido de la educación superior china está al margen de paparruchas
ideologizantes y populistas. El gobierno chino ha incentivado, además,
el desarrollo de universidades privadas, que para 2002 representaban el
40% del total, según relata el exrector de la Unimet, José Ignacio
Moreno León. Tanto las universidades públicas como las privadas se pagan
en China (y así financian la educación superior; los buenos estudiantes
sin recursos reciben becas) y exigen un examen obligatorio de ingreso en
el que reprueban 40% de los aspirantes. La competencia para ingresar a
las mejores es aún más estricta y solo acceden entre el 10 y 20% de los
candidatos (algunos de esos egresados podrían haber diseñado el satélite
que compró Venezuela).

Queda claro por qué estos bárbaros fascistas quieren universidades
sumisas y aborregadas. Pero Maduro no ha medido el costo de su
arremetida contra las UA en momentos de protestas sociales masivas y de
las cada vez más razonadas sospechas nacionales e internacionales sobre
su legitimidad

mcolomina@gmail.com

http://www.eluniversal.com/opinion/130616/por-que-maduro-odia-las-universidades

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