Mi dignidad no se expropia

Mi dignidad no se expropia
ANTONIO RIVAS | EL UNIVERSAL
sábado 22 de junio de 2013 12:00 AM

Leer las declaraciones de los voceros del gobierno es, por decir lo
menos, indignante. Comenzando con el nuevo líder del partido de
gobierno, el descaro, la desfachatez y la incoherencia llegan a un nivel
que sacaría de sus casillas al mismo Gandhi.

Vivimos en un país donde la presencia de papel sanitario en los
anaqueles se considera un gran logro de Estado, donde la delincuencia
arropa al pueblo y lo mantiene en un vilo constante por temor a perder
la vida en cualquier momento, tenemos por mucho la inflación más alta de
América Latina, donde no se puede controlar la violencia en centros
penitenciarios a pesar de tener un ministerio exclusivo para eso, donde
la energía eléctrica debe ser racionada por falta de planificación,
donde han acabado sistemáticamente con el aparato productivo nacional,
la educación y el nivel de vida de los educadores va en clara
decadencia, los empleados públicos son esclavos de un partido político,
Pdvsa presenta los más bajos niveles de producción en años y la han
tenido que venir a financiar empresas capitalistas extranjeras por miles
de millones de dólares. Y, cuando a los dirigentes les toca pararse
frente a la colectividad a emitir declaraciones, dicen que es que desde
Bogotá tienen un plan macabro conspirador para desestabilizar al país.

¿Se puede ser más cínico? ¿Desestabilizar qué? ¿Se puede desestabilizar
algo que no sirve para nada? ¿O es que tengo que vivir entre rejas para
que no me secuestren o me maten, hacer cola y que me marquen el brazo
para comprar harina para la arepa, tener listas velas para cuando se
vaya la luz, hacer magia con el sueldo para comprar lo básico y luego si
tengo alguna queja soy parte de un plan "desestabilizador apátrida de la
derecha"? Ustedes saben bien la palabra que viene a la mente. El tono de
mis artículos es usualmente comedido, pero le corre a uno sangre por las
venas, y a esto no nos podemos acostumbrar, nuestros hijos nos lo
reprocharían con toda razón. Es inaceptable. No es juego ni tiene nada
de risible.

La oposición está capitalizando espacios ante la evidente inoperancia
del actual equipo de gobierno, pero el costo moral, social y económico,
que está pagando y pagará el país, es muy alto. Los vientos de
referéndum soplan, pero se sienten muy lejanos cuando el fango nos
llega al cuello. Así que hay que seguir de pie haciendo que nuestra voz
se escuche hasta el fin de los días de este régimen.

De aquí a allá hay que seguir en apoyo irrestricto a los periodistas
honestos y medios libres que nos quedan. Los espacios de comunicación
son nuestra mejor arma de defensa. Hay que denunciar, hay que hacer ver
la realidad que el gobierno quiere tapar. Hay que documentar los hechos,
hay que sacar a la luz pública a los corruptos, a los socialistas
hipócritas. Podrán expropiar empresas, canales de televisión, emisoras
de radio, y hasta artistas, pero no la voz del venezolano digno. Y que
sepa este gobierno y el mundo que no es Bogotá, ni es Washington, es el
pueblo venezolano el que ya no aguanta. Un pueblo es digno de vivir en
paz cuando trabaja por ella, no cuando se resigna a perder su libertad
en función de ella.

Seguramente a Bolívar también lo llamaron desestabilizador en España en
la época en que éramos colonia. Que así sea entonces.

@antonioerivasr

rivas_antonio@hotmail.com

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