Venezuela: Elecciones
Presidente Chávez: la historia no lo absolverá
Fabio Rafael Fiallo
Suiza 25-09-2012 - 9:59 am.
Desastre económico, corrupción, criminalidad y violaciones de derechos
humanos… ¿Qué han producido 14 años de chavismo?
En estos momentos en que la prensa internacional da detalles de la
intención de su gobierno de recurrir a la violencia con el fin de
desconocer la voluntad popular el 7 de octubre, me permito dirigirme a
usted para invitarle a reflexionar sobre algunos puntos trascendentales
antes de que suceda lo irreparable.
Es muy posible que ni siquiera lea esta carta, enfrascado como está en
mantenerse seis años más en el poder por las buenas o por las malas,
importándole un bledo las consecuencias nefastas que su ambición
produzca en el noble y sufrido pueblo venezolano.
No obstante, si conserva un gramo de lucidez, usted debe reconocer que
los venezolanos no pueden estar satisfechos del estado deplorable en que
se encuentra la economía de su país. Durante sus 14 años de presidencia,
el precio mundial del barril de petróleo ha pasado de 9 a 100 dólares.
Un alza de más de mil por ciento, de la que el pueblo venezolano no ha
logrado beneficiarse.
En ese periodo, la tasa de crecimiento de Venezuela (3.2%) no ha llegado
ni siquiera al nivel de la del promedio de América Latina (4%). Lo que
es más, en Venezuela, la inflación es la más alta del continente. La
escasez cunde entre los artículos de primera necesidad. El país importa
hoy el 70% de los alimentos que consume, en vez del 30% que importaba
antes de que usted asumiera el poder. La tragedia de la refinería de
Amuay vino a mostrar, con decenas de ataúdes, el descalabro en el
mantenimiento y la modernización de la industria petrolera venezolana.
Es menester dar muestras de una gran incapacidad en el manejo de la
economía para alcanzar un resultado tan mediocre a pesar de un alza tan
descomunal en el precio del principal renglón de exportación.
Añádase a esto que según Transparencia Internacional, Venezuela figura
entre los países más corruptos del mundo.
El saldo no es menos catastrófico en materia de seguridad. Elocuentes
son las cifras de los millares de muertos cada año en las calles y
campos de Venezuela; en las prisiones también.
Usted ha dicho que esa criminalidad es una lacra del capitalismo. ¿Lo
cree sinceramente? ¿Cómo explica entonces que esa supuesta lacra del
capitalismo, en vez de atenuarse, se haya agravado durante los 14 años
de su "construcción del socialismo"? En esos 14 años ha habido más del
doble de víctimas de la criminalidad que en las cuatro décadas
anteriores juntas. ¿Qué socialismo es ése que en vez de extirpar las
susodichas taras del capitalismo no hace sino agudizarlas?
Y ni hablar de lo que ha hecho su gobierno en el campo de los derechos
humanos. ¿Es acaso democracia mantener arbitrariamente bajo arresto a
una jueza independiente? ¿Es democracia poner al Colegio Nacional
Electoral en manos de títeres a su servicio? ¿Es democracia cerrar
cadenas de televisión y/o asfixiarlas financieramente? ¿Es democracia
convertir a las fuerzas armadas en un instrumento de su partido el PSUV?
¿Es democracia tratar de escapar a la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos? ¿Es democracia prohibir telenovelas por considerarlas
irrespetuosas de su régimen?
Por todo ello, presidente Chávez, no tiene nada de sorprendente la
apabullante ola de simpatía que ha generado en toda Venezuela el
candidato de la oposición. Ahí están las tendencias, favorables a dicho
candidato, que revelan las encuestas de opinión organizadas por
institutos independientes.
Lo que por el contrario sí es sorprendente, y sobre todo inquietante, es
la noticia de que su gobierno no tiene la intención de respetar el
veredicto de las urnas el 7 de octubre.
La pregunta que cabe formular a este respecto es: ¿para qué va usted a
sembrar luto y desolación en su pueblo? ¿Para perder más popularidad y
prestigio antes de irse de este mundo? Sobre todo, ¿para quién? ¿Para
que disfruten del poder los miembros de su camarilla, los mismos que se
han mostrado ineptos y corruptos durante sus 14 años de gobierno,
prestos en un futuro, cuando usted ya no esté, a dar la espalda a la
memoria de su líder cuando se lo exijan sus conveniencias personales?
Échele un vistazo a la historia y se percatará de que no ha habido un
solo autócrata capaz de seguir imponiendo desde la tumba su voluntad.
Ahí tenemos a Tito, Franco, Mao, Stalin y tantos otros más, cuyos
herederos políticos renegaron rápidamente del líder a quien antes habían
cubierto de alabanzas y jurado fidelidad.
Puede estar seguro de que quienes hoy le profesan lealtad harán lo mismo
el día que usted cese de existir. Como seguro puede estar también de que
cuando el pueblo venezolano se rebele y grite "Basta ya", sus sucesores,
ansiosos de sobrevivir políticamente, cargarán sobre los hombros suyos
la culpa de todos los males y problemas que afecten al país.
¿Es para beneficio de esa claque de ingratos o traidores en latencia que
usted piensa dedicar los meses o semanas que le quedan y comprometer aún
más su imagen en la posteridad?
Acatar la voluntad popular, presidente Chávez, es su último recurso para
atenuar la sentencia que sobre su paso por Miraflores el tribunal de la
historia habrá de pronunciar.
No ignoro que después de 14 años vilipendiando a la oposición y
acusándola de representar a la "burguesía", para usted sería algo
vergonzoso y repugnante asumir una derrota electoral. Pero, piénselo
bien, no es a la "burguesía" a quien usted entregará el poder, sino al
pueblo venezolano, un pueblo soberano, que tiene el derecho de escoger
libremente a sus gobernantes y que ha decidido cambiar de rumbo desde ya.
http://www.diariodecuba.com/internacional/13173-presidente-chavez-la-historia-no-lo-absolvera
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