Monday, September 1, 2014

Venezuela y el control del estómago

Publicado el lunes, 09.01.14

GINA MONTANER: Venezuela y el control del estómago

Soldados venezolanos patrullan la frontera con Colombia, en San
Cristóbal, el 20 de agosto, en un intento por detener el contrabando de
productos hacia el país vecino. GEORGE CASTELLANO / AFP/GETTY IMAGES
El presidente venezolano Nicolás Maduro ha anunciado que a partir del 30
de noviembre se pondrá en funcionamiento el sistema biométrico en los
supermercados del país. El gobierno se refiere a la presencia de
máquinas "captahuellas" con el fin de llevar un estricto control de lo
que los usuarios compren para la canasta básica.

Las protestas contra esta medida ya se han hecho sentir en San
Cristóbal, epicentro de las manifestaciones masivas que estallaron en
febrero y que perdieron intensidad con el inicio del verano. De nuevo
los indignados se desperezan, conscientes de que las vacaciones de estío
no han aliviado la crisis nacional. En todo caso la situación va de mal
en peor, con el chavismo incapaz de poner freno a la violencia y el
creciente desabastecimiento.

Maduro asegura que con las "captahuellas" se pretende eliminar el
contrabando y la especulación con los alimentos, pero sus detractores
denuncian que se trata de otro mecanismo de coerción. En realidad el
socialismo del siglo XXI que Hugo Chávez impulsó hace más de catorce
años aspira a ser un calco del castrismo en Cuba y la inevitable libreta
de racionamiento, que se les impuso a los cubanos poco después del
triunfo de la revolución, ya es una realidad en la Venezuela chavista.

Los opositores vuelven a salir a las calles para protestar, pero el
perverso modelo, que por ahora controla la venta de 23 productos, ya
funciona en el estado de Zulia con un plan piloto en 8 supermercados. El
Gran Hermano ya ha recopilado los datos de miles de ciudadanos que irán
aumentando a finales de año.

¿Podrán Maduro y su gobierno resolver la escasez generalizada con su
"captahuellas" en las tiendas? Difícilmente. En Cuba las trampas de la
población aumentaron y el mercado negro floreció porque las familias
apenas podían vivir con la libreta de racionamiento en establecimientos
que exhibían estanterías semivacías. A la vez, las cárceles estaban
llenas de convictos que habían vendido o comprado por la izquierda un
puerco o un saco de arroz. Por otro lado, habrá más burocracia
parasitaria con un ejército de inspectores vigilando a los compradores.
Es la diabólica dinámica a la que están condenados los venezolanos si
finalmente las "captahuellas" se ponen en marcha en todo el país.

A primera vista el sistema biométrico puede parecer una medida poco
práctica y engorrosa, pero sus repercusiones son más hondas y
preocupantes que el fastidio de que te racionen la harina, el arroz y la
leche. Una vez que el Estado controla el estómago de los ciudadanos,
termina por controlar su voluntad hasta convertirlos en corderos
obedientes. Sucedió en los países de Europa del Este y en Cuba. Lo mismo
ocurrirá en Venezuela.

La libreta de racionamiento y el registro de millones de huellas
dactilares para vigilar el apetito o los antojos colectivos vienen
acompañados del temor a las sanciones y hasta la cárcel si se burla la
asignación alimenticia. Una de las escenas más patéticas del filme
Goodbye, Lenin es la nostalgia de la protagonista, doblegada por el
comunismo, por las escuálidas latas de conservas que suministraba
Alemania Oriental. Su buche y su espíritu habían sido domesticados,
incapaces de disfrutar de la aventura de elegir porque el Estado siempre
lo había hecho por ella.

En el país de los petrodólares nunca imaginaron que llegaría la hora de
la libreta de racionamiento. Dicen que donde primero se siente el miedo
es en la boca del estómago.

Source: GINA MONTANER: Venezuela y el control del estómago - Columnas de
Opinión sobre Cuba - ElNuevoHerald.com -
http://www.elnuevoherald.com/2014/09/01/1831490/gina-montaner-venezuela-y-el-control.html

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