Thursday, September 11, 2014

El descuartizamiento, nueva marca del crimen en Venezuela

El descuartizamiento, nueva marca del crimen en Venezuela
AGENCIAS | Caracas | 10 Sep 2014 - 9:25 pm.

La 'debilidad' del Gobierno y la impunidad atraen al país a grupos
criminales de la región, advierten expertos. Funcionarios admiten
preocupación por la creciente crueldad.

El cuerpo de un hombre decapitado encontrado en un alejado suburbio
caraqueño, y horas después su cabeza en otro sector a 30km de distancia,
marcaron los últimos hallazgos realizados por la policía científica
venezolana que lidia con una de las mayores estadísticas de homicidios
del mundo, reporta la AFP.

En solo dos meses, en distintos puntos de Venezuela han sido encontradas
manos, cabezas, piernas y torsos que se comprobó pertenecían a seis
personas diferentes, lo que reavivó el espanto en una sociedad que
parecía anestesiada frente a la masacre de 70 homicidios diarios, según
cifras de organizaciones no gubernamentales.

La saña creciente no se limita a descuartizamientos, y muchos otros
homicidios macabros también acaparan la crónica roja local: mujeres
apuñaladas por sus parejas, un hombre asesinado a golpes, otro de un
balazo en la cara mientras cargaba a su bebé o un hijo que degolló a sus
padres.

Para el experto en temas de narcotráfico y catedrático de la Universidad
neoyorquina de Columbia, Edgardo Buscaglia, el Estado ha sido
"paralizado en su capacidad de enfrentar a redes criminales como las que
operan en el país (...) y los delincuentes cometen mucho más daño".

Este investigador asegura que esa "debilidad del Estado" ha generado que
"haya grupos criminales colombianos, mexicanos, guatemaltecos, operando
en Venezuela".

El propio ministro de Justicia, Miguel Rodríguez, manifestó ante la
prensa su "preocupación" por la crueldad de los crímenes y precisó que
"se está 'colombianizando' la actuación de las bandas delincuenciales".

Rodríguez develó que en distintos operativos policiales entre mayo de
2013 y agosto de 2014, habían sido capturados casi 13.000 delincuentes e
informó que se desbarataron 255 bandas. Pero, advirtió, aún "quedan 92
bandas (...) de alta peligrosidad" libres, por la calle.

La 'cultura carcelaria', a las calles

A Yesenia Mujica, universitaria de 22 años, la asesinaron en julio y aún
no hay detenidos. La descuartizaron y lanzaron sus restos a un basurero
del centro de Caracas. Allí la hallaron unos indigentes.

El criminólogo Fermín Mármol García dijo a la AFP que el
descuartizamiento de un cuerpo, frecuente en países como México, se
explica en problemas de droga o por crímenes pasionales.

En Venezuela, estas prácticas fueron "excepcionales" en el pasado, pero
ahora se han vuelto frecuentes, asegura, y aparecen dos nuevas teorías.

La primera, el traspaso de la cultura carcelaria a las calles, cuyas
reglas internas impuestas por los pranes (líderes dentro de los penales)
y su entorno condenan a muerte y en ocasiones al descuartizamiento de
aquellos reclusos que violen las normas.

La segunda, la conformación de nuevas bandas criminales juveniles que
pretenden demostrar con la saña que imprimen a sus delitos lo "atroces y
sanguinarios" que son.

Sin embargo, para el ministro Rodríguez tres de cada cuatro homicidios
se explican en enfrentamientos de bandas y el móvil de tres de los seis
descuartizados fue el pasional.

Paralelamente, se han multiplicado los sitios de liberación de personas
asesinadas en Caracas. "La delincuencia se siente confiada, siente que
las posibilidades de ser detenidos por autoridades con un cuerpo en el
carro son muy bajas", indicó Mármol.

'Inmensa impunidad'

En este país petrolero, la tasa de homicidios oscila entre 39 y 79 por
cada 100.000 habitantes, según cifras oficiales o de las ONG,
respectivamente.

"Tenemos una sociedad con mucha más violencia que se agrava por la
ausencia de una respuesta del Estado ante esta situación, la inmensa
impunidad —de 95%— y la notable conciencia que tienen los delincuentes
de que no les va a ocurrir nada", dijo el director de la ONG
Observatorio Venezolano de Violencia, Roberto Briceño León.

En cinco meses, el Gobierno del presidente Nicolás Maduro ha presentado
un plan de patrullaje en los municipios más violentos y una misión para
impulsar la salida de los delincuentes del mundo criminal a la luz de
las protestas callejeras que reclamaban, entre otras cosas, mayor seguridad.

Pero las políticas parecen dar pocos resultados y el venezolano,
acostumbrado a escuchar historias cada vez más horripilantes, mezcla de
miedo y precaución, ha declarado un toque de queda simbólico en la
noche, decidió no exhibir prendas costosas, nunca se detiene en los
semáforos en rojo después de las 21:00 y tampoco responde llamadas al
celular en un sitio público.

"Lo que uno encuentra es que un grupo de la sociedad se ha ido
enfermando en el comportamiento sádico y otro grupo se ha ido enfermando
de miedo, ha perdido su libertad", concluyó Briceño.

http://www.diariodecuba.com/internacional/1410372208_10348.html

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