Friday, September 5, 2014

Cada vez somos más como Cuba: estamos viviendo sin futuro

Cada vez somos más como Cuba: estamos viviendo sin futuro
Jesús Petit Da Costa Opinión

El instrumento usado por Cuba y la Internacional Comunista para impedir
la globalización del capitalismo y de la democracia en América fue el
difunto, el más grande traidor a Venezuela.

Con la caída del Muro de Berlín a fines de 1989 se inició la
desintegración de la URSS y el derrumbe de su imperio comunista en
Europa. Para 1990 el comunismo estaba derrotado por la democracia
representativa y el capitalismo, que entonces se fueron extendiendo por
el mundo entero mediante un proceso que se llamó de globalización
dirigido por Estados Unidos, que emergió como la única superpotencia
mundial. Con tal carácter, tomó dos iniciativas fundamentales: la
inserción de América Latina en la globalización del capitalismo y la
inserción de América Latina en la globalización de la democracia
representativa, teniéndolas como inseparables.

El primer paso para la globalización económica en América Latina fue el
Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) celebrado con
Canadá y México en 1994, el cual ha sido factor fundamental para que
veinte años después México sea tenido como la potencia económica de
América Latina por encima de Brasil, que ha entrado en declive.
Enseguida Estados Unidos, bajo la presidencia de Clinton, propuso a toda
América Latina, excepto Cuba, el libre comercio continental mediante un
tratado colectivo que debía denominarse ALCA o Área de Libre Comercio de
las Américas. Fue acogida la idea por los gobiernos democráticos
latinoamericanos, incluido el de Venezuela, lo que expresaron en reunión
celebrada en Miami en 1994. La integración al mercado latinoamericano
por parte de América del Norte supone una población de 800 millones de
personas y un Producto Interno Bruto (PIB) combinado de US$ 21.000 miles
de millones anuales, según cifras de la época.

Simultáneamente Estados Unidos intentaba la globalización democrática de
América, para lo cual promovió la Carta Democrática Interamericana,
aprobada el 11-09-2001, en Lima, Perú. La Carta Interamericana implica
en lo político el compromiso de los gobernantes de cada país con la
democracia teniendo como base el reconocimiento de la dignidad humana,
entre cuyos fundamentos están las elecciones justas, el pluralismo
político y la independencia de los poderes públicos, ejerciendo el papel
de frenos y contrapesos.

Confiado Estados Unidos en que la desintegración de la URSS y el
derrumbe del comunismo en Europa eliminaban el peligro de contaminación
ideológica en América Latina, por lo cual quedaba descartado el riesgo
geopolítico para su seguridad nacional, restó importancia a la
constitución del Foro de Sao Paulo (Internacional Comunista de América)
bajo la jefatura de Fidel Castro y Lula da Silva. Cuba estaba aislada y
empobrecida y, por su parte, el partido de Lula no parecía tener
oportunidad de convertirse en gobierno en Brasil. Este ha sido el mayor
y más costoso error de Estados Unidos. Pero no el único. No valoró que
el ascenso de Chávez al poder en Venezuela significaría darle a la
Internacional Comunista un recurso estratégico (petróleo) y la
financiación de las acciones en contra suya. A este segundo error
estratégico se le unió otro todavía de mayor trascendencia. El mismo día
en que se firmó la Carta Democrática se produjo el ataque terrorista que
marcó el viraje equivocado de su política internacional. Con motivo de
este ataque, Estados Unidos abandonó a América Latina dejándole el
camino abierto a la Internacional Comunista de Fidel-Lula. En
circunstancias semejantes, Roosevelt tomó una decisión inteligente. En
respuesta a la agresión sufrida en Hawai (Pearl Harbor), Estados Unidos
reforzó sus lazos con América Latina asegurándose de que el enemigo no
penetrara el vecindario, el cual tiene la mayor prioridad para su
seguridad nacional. Por el contrario, Bush descuida a la América Latina
para dedicarse a la guerra en el Oriente Medio. Este error ha tenido un
resultado desastroso: ha perdido América Latina y también el Oriente
Medio donde el terrorismo está avanzando victorioso.

El instrumento usado por Cuba y la Internacional Comunista para impedir
la globalización del capitalismo y de la democracia en América fue el
difunto, el más grande traidor a Venezuela porque puso por encima de
ella el interés de Cuba. Si tuviésemos Tratado de Libre Comercio con
Estados Unidos no estaríamos sufriendo la ruina y el colapso. Estaríamos
viviendo en una economía próspera como México, Colombia y Chile. En
cambio, cada vez somos más Cuba, viviendo en la miseria y sin futuro.


Jesús Petit Da Costa

Abogado.
@petitdacosta
petitdacosta@yahoo.com
http://jesuspetitdacosta.blogspot.com/

http://www.larazon.net/2014/09/04/cada-vez-somos-mas-como-cuba-estamos-viviendo-sin-futuro/

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