El "complot de los médicos" de Maduro
El presidente venezolano continúa su espiral de acusaciones dementes y
conspiraciones ridículas
Redacción CE, Madrid | 19/09/2014 5:09 pm
A principios de 1953, meses antes de su muerte, Stalin denunció una
supuesta conspiración dirigida por prestigiosos médicos de la Unión
Soviética, mayormente judíos. Al parecer el presidente venezolano
Nicolás Maduro —que todos los días demuestra su falta de imaginación—
considera que no puede ser menos, y acaba de lanzar su propia campaña
contra los facultativos.
La campaña antijudía de Stalin era un pretexto para efectuar una nueva
purga dentro del Partido Comunista de la Unión Soviética, pero no pudo
concluirla porque se murió antes.
Ahora Maduro acusa al diario El Nuevo Herald, CNN en Español y al canal
colombiano NTN24 de encabezar una "campaña terrorista" contra el pueblo
venezolano que su régimen sospecha involucraba el lanzamiento de un
frustrado ataque bacteriológico en el país.
En declaraciones transmitidas por cadena nacional, Maduro anunció que le
ordenó a la fiscal de la República, Luisa Ortega Díaz, que tome acciones
legales contra los actores del presunto complot que, según él, buscan
generar zozobra en la población con el fin de desestabilizar a su gobierno.
De acuerdo con Maduro, la cobertura que hicieron El Nuevo Herald, CNN en
Español y NTN24 sobre la aparición de una misteriosa enfermedad en
Venezuela que dejó al menos ocho muertos, era la fase mediática del
presunto plan de desestabilización que posteriormente involucraría el
lanzamiento de un ataque bacteriológico.
"Hay una línea de investigación, porque tenemos serias sospechas que
esta derecha […] pretendía meter algún tipo de virus, guerra
bacteriológica, que se ha hecho en el mundo, contra otros países,
meterlo, allí y que tenían ya la campaña preparada, y la campaña se les
cayó en el vacío", declaró el mandatario.
Maduro dijo que en la conspiración habían participado los máximos
organismos médicos venezolanos, como el Colegio de Médicos de Aragua y
la Federación Médica de Venezuela, cuyos presidentes declararon a los
medios de comunicación que una peligrosa enfermedad no diagnosticada
había dejado al menos ocho muertos en el Hospital Central de Maracay.
Casi a diario el presidente Maduro aparece por la televisión lanzando
acusaciones y pidiendo el inicio de un proceso legal, ya sea por el
artículo de un experto economista aparecido en la prensa extranjera o la
opinión de cualquiera. Lo suyo es acusar una y otra vez
indiscriminadamente, en un intento de hacer ruido continuo con la
intención de tapar la realidad de lo que ocurre en el país.
Desde hace años, primero Chávez y ahora Maduro, el gobierno ha optado
por la censura en Venezuela.
Maduro suspendió el 12 de febrero la señal de NTN24, filial
internacional del grupo colombiano RCN Televisión, de la programación
por cable en Venezuela, en plena jornada de protestas por la crisis
económica y la inseguridad en ese país. Recientemente se ha estado
informado de problemas de señal con el portal web del canal
(www.ntn24.com) en algunas regiones de Venezuela.
El canal, creado hace seis años, se ha caracterizado por tener una línea
editorial crítica con el gobierno venezolano.
Por otra parte, el diario venezolano El Universal acaba de despedir a
una popular caricaturista por una viñeta sobre la crisis en el sector de
la salud.
La dibujante Rayma informó el jueves que fue despedida de El Universal,
uno de los principales diarios del país, por una viñeta que hizo sobre
la crisis en la salud en la que aparecía un electrocardiograma que tenía
la firma del fallecido expresidente Hugo Chávez.
El Universal fue adquirido en julio por el grupo español Epalisticia
S.L. Se desconocen los nombres de los socios del consorcio ibérico y el
costo de la compra.
"Obviamente no sabemos todavía quien compró el diario El Universal. No
sabemos quién paga los sueldos… pero ahora sí sabemos que le molesta la
línea crítica y por ahí también podemos pensar que ya no es el hombre
invisible el que compró El Universal sino que hay manos
gubernamentales", dijo la caricaturista la noche del miércoles a la
cadena internacional CNN en Español al hablar de su despido.
The Associated Press intentó contactar el jueves a Elides Rojas,
vicepresidente de información de El Universal, para obtener una reacción
del caso, pero no quiso dar comentarios.
Rojas expresó el miércoles en su cuenta de Twitter que el "despido es
más digno que la renuncia" y que vendrían "renuncias masivas en
redacción. Más caída de lectores. Pocos anunciantes. Pues, nos vamos todos".
La salida de la popular dibujante desató una intensa polémica
especialmente en las redes sociales y cuestionamientos de opositores y
del gremio de periodistas.
El secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la
Prensa, Marco Ruiz, afirmó el jueves que el despido de Rayma es una
muestra de cómo en Venezuela ya no hay un ejercicio pleno de la libertad
de prensa y se ha intensificado la censura.
Ruiz dijo a AP en entrevista telefónica que las ventas de El Universal y
otros medios ocurridas en el último año y medio no persiguen hacerlos
"más rentables" sino que "tienes un solo fin y es precisamente aminorar
la crítica, reducir los espacios para que los ciudadanos puedan hacer
sus denuncias y perseguir a quienes piensan de manera distinta".
El mes pasado se produjo el retiro masivo de una veintena de
articulistas de El Universal, en su mayoría críticos del gobierno, lo
que generó fuertes cuestionamientos a la directiva, que argumentó que
los cambios obedecían al apego al código ético y el manual de estilo.
El Universal fue el tercer medio venezolano que cambió de manos en menos
de año y medio. El canal de noticias Globovisión fue vendido en mayo de
2013 a un grupo de empresarios locales y el grupo editorial de la Cadena
Capriles, que tiene los diarios Ultimas Noticias, El Mundo y Líder, fue
adquirido en octubre por la corporación Latam Media Holding que es
propiedad de la empresa Hanson Group de Inglaterra.
La venta de los medios locales ha coincidido con la crisis que enfrentan
algunos importantes medios como el diario El Nacional, fuerte crítico
del gobierno, por la falta de papel y la caída en la publicidad, que lo
ha llevado a bajar más de 30 % sus páginas y reducir el personal.
Entre agosto de 2013 y lo que va del año han cerrado varios diarios
regionales por la falta de papel generada por el retraso del gobierno en
la venta de divisas para importar el producto. El Ejecutivo creó una
corporación para suplir directamente a los periódicos de papel.
Chávez mantuvo durante sus 14 años de gobierno tirantes relaciones con
los principales medios del país a los que acusaba de difundir "mentiras"
sobre su gestión y conspirar para derrocarlo. Maduro ha proseguido en
sus 17 meses de gobierno las tensas relaciones con los medios.
Ello no ocurre solo en la prensa escrita. Desde la venta de Globovisión
en abril del 2013 —cuyos nuevos dueños de entrada dijeron que iban a ser
"sensatos" ante el gobierno de Nicolás Maduro— se han sucedido 51
salidas, ya sea por despidos o renuncias.
Sea por medio de la censura, presiones políticas y económicas, o de
forma más burda intentando abrir un expediente para encerrar a las voces
opositoras, el gobierno de Maduro está empeñado en implantar ese terror
cotidiano que se sufre bajo el totalitarismo, y así continuar la tarea
que la enfermedad le impidió seguir desarrollando a Chávez.
http://www.cubaencuentro.com/internacional/noticias/el-complot-de-los-medicos-de-maduro-320266
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