Las elecciones colombianas y Venezuela
ANDRÉS OPPENHEIMER AOPPENHEIMER@ELNUEVOHERALD.COM
El candidato opositor de Colombia, Oscar Iván Zuluaga, que está empatado
con el presidente Juan Manuel Santos en las encuestas para la segunda
vuelta electoral del 15 de junio, dice que una de las primeras
prioridades de su política exterior si llega a la Presidencia será
exigir el cumplimiento de un tratado regional para restaurar la
democracia y los derechos humanos en Venezuela.
Zuluaga, el candidato de derecha que derrotó a Santos en la primera
vuelta electoral, me dijo en una entrevista que pedirá la activación de
la Carta Democrática de la Organización de Estados Americanos (OEA), que
podría llegar a imponer sanciones regionales al régimen represivo de
Venezuela.
"Para nosotros, en la política exterior es fundamental la defensa de la
Carta Interamericana de la OEA, que establece unos compromisos en la
defensa de valores e instituciones democráticas", me dijo Zuluaga.
Varios grupos de defensa de la democracia han pedido en los últimos años
que los países latinoamericanos hagan valer el tratado regional de la
OEA contra Venezuela, pero no han encontrado apoyo entre los gobiernos
de la región, en parte porque muchos de ellos reciben petróleo
subsidiado de Venezuela.
Refiriéndose específicamente a Venezuela, donde el presidente Nicolás
Maduro ganó una dudosa elección el año pasado, y ahora enfrenta
protestas que han dejado al menos 42 muertos en las últimas semanas,
Zuluaga dijo que la prioridad de Colombia será "combatir el terrorismo y
el narcotráfico" que tolera o ampara Venezuela.
Zuluaga y su mentor político, el ex presidente Alvaro Uribe, se oponen a
las conversaciones de paz del mandatario Santos con la guerrilla de las
FARC en Colombia, que se han convertido en el principal punto
contencioso de la carrera presidencial.
La campaña de Santos se basa en la premisa de que sus conversaciones de
paz con los rebeldes de las FARC probablemente acaben con el conflicto
armado de Colombia, y de que un acuerdo de paz atraería una avalancha de
inversiones extranjeras que podrían hacer crecer la economía un 7 por
ciento anual. Zuluaga, por su parte, dice que Santos está entregando el
país a las FARC, y abriéndole la puerta a un régimen "castro-chavista"
en Colombia.
En la entrevista, Zuluaga dijo que "Colombia no puede aceptar que un
país como Venezuela no asuma un compromiso para enfrentar el terrorismo
y la presencia del narcotráfico de las FARC en Venezuela". Y agregó "las
FARC asesinan y extorsionan en Colombia, cruzan la frontera, y tiene la
protección del propio gobierno de Venezuela".
Sobre el reciente derramamiento de sangre en Venezuela, Zuluaga dijo que
también es la "obligación" de Colombia como firmante de la Carta
Democrática Interamericana exigir la defensa colectiva de la democracia
y los derechos humanos en Venezuela.
"Claramente, reprimir la protesta social en el caso de Venezuela ha
significado la muerte de muchos jóvenes, más de 35", dijo Zuluaga. "Es
un hecho muy grave que atenta contra los derechos humanos, que no es
propio de un régimen democrático".
Cuando le pregunté si apoya las propuestas en el Congreso de Estados
Unidos— a las que se ha opuesto el gobierno del presidente Barack Obama—
de imponer sanciones a los funcionarios venezolanos involucrados en la
represión, Zuluaga eludió la pregunta, diciendo que necesitaría tiempo
para reflexionar sobre eso. Se limitó a repetir su premisa de que su
política exterior sería "fortalecer la democracia y la libertad en
nuestros países".
Mi opinión: La postura de Zuluaga de pedir la defensa colectiva de la
democracia en Venezuela es un soplo de aire fresco en una región en la
que los presidentes se han hecho los distraídos ante el escandaloso
proceso electoral del año pasado en Venezuela, que precipitó la crisis
política venezolana que hoy está costando tanta sangre.
Pero, francamente, dudo de que Colombia haga un giro radical en política
exterior si gana Zuluaga. Siendo realistas, hay que admitir que no podrá
invocar la Carta Democrática Interamericana porque no tendrá los votos
en la OEA.
Además, aunque las exportaciones de Colombia a Venezuela se han caído en
picada y Venezuela no paga sus deudas a los exportadores colombianos,
los empresarios de la frontera colombiana le pedirían a Zuluaga que no
arruine lo que queda del comercio bilateral. Y Zuluaga tendría que tener
mucho cuidado de no darle pretextos a Maduro para reflotar el conflicto
limítrofe del Golfo de Venezuela, como una excusa para mantenerse en el
poder en Venezuela.
Tal vez Zuluaga tendría más libertad para criticar a Venezuela que
Santos, que se ha aliado con partidos de izquierda y cuya vida política
depende del éxito de las negociaciones de paz con las FARC en Cuba. Pero
salvo un ligero cambio de tono en el discurso, no creo que habría un
cambio radical en la política exterior colombiana si hay un cambio de
gobierno.
http://www.elnuevoherald.com/2014/06/04/1764638/oppenheimer-las-elecciones-colombianas.html
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