Tuesday, June 17, 2014

La mala memoria de Maduro

La mala memoria de Maduro
VLADIMIR ORTIZ SUÁREZ | La Habana | 17 Jun 2014 - 10:17 am.

El presidente venezolano acusa a EEUU de injerencia mientras olvida las
invasiones cubanas.

Nicolás Maduro insiste en sus discursos en una supuesta injerencia de
EEUU en los asuntos internos de Venezuela. El dirigente chavista acusa
al "imperio" de ser el principal responsable de la crisis que atraviesa
su país.

Sin embargo, si hay un país que continuamente se ha entrometido en la
política venezolana, éste no ha sido otro que la isla en la que Maduro
adquirió sus rudimentarios dotes de líder sindical.

La penetración de casi todos los sectores y esferas venezolanas por
agentes y personal cubano es tan solo el epílogo de lo que comenzó
apenas 15 días después de la entrada de Fidel Castro en La Habana,
cuando partía hacia Caracas acompañado de todo su sequito —su hermano
menor, Che Guevara, Camilo Cienfuegos— en busca de petróleo para la Isla
que pretendía convertir en su finca personal.

En su reunión con Rómulo Betancourt, Castro se percató que al
recientemente electo jefe de Estado venezolano no le simpatizaban mucho
sus ideas mesiánicas y extremistas, y desde ese momento juró destruir la
naciente democracia de Caracas. No le importaría que los venezolanos,
tras haber derrocado al dictador Pérez Jiménez, le hubieran prestado
ayuda económica y militar al Ejercito Rebelde, incluido Acción
Democrática, partido al cual pertenecía Betancourt.

Su ambición sin límites no iba a ser frenada por cualquier inútil
sentimiento de gratitud que debiera guardar. Castro daría el respaldo
que necesitaban los grupos radicales venezolanos —Partido Comunista de
Venezuela PCV y el Movimiento de Izquierda Revolucionaria MIR— que no
estaban contentos con el rumbo de la democracia alcanzada y anhelaban
seguir los pasos de la "gloriosa revolución cubana". La nación
sudamericana sería la elegida por el dictador caribeño como cabeza de
playa para expandir su ideología en América Latina.

Ya en 1960 es descubierto un cargamento de armas provenientes de la
Isla. Sin embargo, debido al escaso apoyo popular y a divergencias
internas, los reiterados intentos de estructurar frentes guerrilleros
terminan en fracasos. Es entonces que Fidel Castro decide coger el
sartén por el mango, y en un encuentro con líderes del MIR durante la
primera Conferencia de la Tricontinental, especie de internacional
guerrillera, realizada en enero de 1966, les indica que ha decidido
hacer una invasión en toda la regla, e introducirá hombres directamente.

La preparación del grupo conjunto de 45 cubanos y 15 venezolanos
comenzaría en marzo de 1966 en Guanabo, a 27 kilómetros de la La Habana,
y se extendería durante varios meses. Pero esta vez la suerte no
acompañaría a Castro. Una avanzada del grupo sería sorprendida mientras
intentaba desembarcar por Machurucuto, en el estado de Miranda. Entre
las bajas se encontró nada más y nada menos que el jefe de las Tropas
Especiales del Ministerio del Interior, el primer teniente Antonio
Briones Montoto. Era el 8 de mayo de 1967.

El saldo total de estas guerrillas impulsadas desde La Habana fue el
asesinato de miles de hombres, mujeres y niños. Es importante señalar
que estos aventureros alentados y financiados por Castro combatían a
gobiernos democráticamente electos, primero el de Rómulo Betancourt y
luego, a partir de 1964, el de Raúl Leoni, con números macroeconómicos
que ya quisiera tener el señor Maduro. Para que se tenga una idea, en
Venezuela solo se importaba el 15% del consumo alimentario y la
inflación anual era solamente de 1,4.

¿Se acordará el "hijo de Chávez" de esto, o quizás, a 47 años del
desembarco por Machurucuto, vaya a rendirles honores a los cubanos
invasores tal y como hizo su padre político, pisoteando la memoria de
las víctimas fatales de esta injerencia cubana?

http://www.diariodecuba.com/internacional/1402993079_9085.html

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