La crisis económica y la criminalidad dejan a Venezuela sin ataúdes
AGENCIAS | Caracas | 12 Jun 2014 - 11:52 pm.
'Hay escasez de láminas de metal, pegamentos, barnices, pinturas y hasta
de telas para forrar las cajas', dicen los empresarios del sector funerario.
A las penurias que padecen los venezolanos por la desbordada inflación y
el desabastecimiento de algunos alimentos y bienes básicos se ha sumado
una nueva: la escasez de ataúdes.
La falta de materiales para fabricarlos ha obligado a las empresas del
sector a recortar entre 20% y 30% la producción, lo que ha generado
problemas de abastecimiento de ataúdes y ha obligado a algunas
funerarias a limitar sus servicios, indicaron a The Associated Press
empresarios del sector.
Parte de esas dificultades las vivió de cerca Edicson Rueda, un humilde
técnico de aires acondicionados de 24 años, que debió pasar dos días
para conseguir la fosa y el ataúd para su pequeña hija de cinco años que
murió a inicios de semana.
Devastado por la muerte de su pequeña y con los ojos aún hinchados de
tanto llorar, Rueda relató, a las puertas de una pequeña y modesta
funeraria de la barriada pobre de Catia, en el oeste de la capital, que
la empresa encargada del entierro debió buscar entre varias funerarias
para conseguir un ataúd adecuado para el tamaño de la niña.
"Nos tocaba enterrarla hoy, pero no había cupo en los cementerios para
enterrarla y entonces tuvieron que prepararla un día más", indicó el
joven y explicó que el entierro de su hija debió retrasarse dos días
debido a la falta de fosas.
El expresidente de la Cámara de Funerarias y Afines, Pedro Navarro,
indicó a AP que los fabricantes de urnas del país vienen enfrentando
desde inicios de año grandes dificultades para conseguir las láminas de
metal necesarias para elaborar los ataúdes porque las principales
proveedoras no tienen el producto por problemas de producción en la
estatal Siderúrgica del Orinoco (Sidor).
Aumento de muertes por violencia
Las autoridades no han emitido hasta el momento comentarios sobre la
escasez de láminas y los problemas de producción de Sidor.
Navarro explicó que esa situación ha obligado a las empresas fabricantes
de urnas a realizar intensas búsquedas para adquirir las escasas láminas
que hay el mercado y limitar sus producciones.
"Hay fábricas que se están paralizando. Otras están comprando unos
calibres (de láminas) más gruesos" para tratar de mantener la
producción, agregó el empresario. En Venezuela operan unas 50 fábricas
de ataúdes.
Juan Carlos Fernández, directivo de la empresa Ataúdes Venezuela, dijo
que no solo hay escasez de láminas sino también de pegamentos, barnices,
pinturas y hasta telas para forrar las cajas internamente.
"Dentro de dos meses, a lo sumo tres, si seguimos por el camino que
vamos va ser (tan) crítico que no va haber urnas para enterrar a la
gente", expresó Fernández al reconocer que su empresa, una de las
mayores fabricantes de urnas de la región capital, debió bajar su
producción de unas 1.000 unidades a 750 al mes y para julio proyecta
reducirla a 500.
Fernández indicó que la caída de la producción ha coincidido con un
aumento de la demanda de urnas de alrededor de 15%, lo que ha complicado
los problemas de abastecimiento. La demanda de ataúdes no solo ha subido
por el aumento de las muertes naturales, sino también por la creciente
criminalidad, precisó el empresario.
Venezuela es uno de los países más violentos de la región con una tasa
de homicidios que, según registros oficiales, está en 39 por cada
100.000 habitantes, pero que de acuerdo con cálculos de la organización
no gubernamental Observatorio Venezolano de Violencia cerró el año
pasado en 79 por cada 100.000 habitantes.
Jamás
Armando Díaz, gerente de la funeraria capitalina Minerva, admitió que en
30 años dedicado a ese negocio "jamás" había enfrentado una situación
como la actual.
"Estamos como la escasez de harina... haciendo colas en diferentes
fábricas a ver quién las tiene (las urnas)", afirmó Díaz.
Desde 2006 los venezolanos vienen enfrentando problemas de
desabastecimiento, pero en los últimos meses la escasez se ha agudizado,
debido a que el gobierno redujo la venta de divisas oficiales, lo que le
ha impedido a muchas empresas comprar en el exterior materias primas,
repuestos y equipos, afectando sus actividades de producción.
Aunque el Banco Central de Venezuela tiene más de dos meses sin publicar
el indicador de escasez, al igual que la tasa de inflación, algunos
analistas han estimado que el desabastecimiento ha alcanzado niveles
históricos.
La escasez es palpable en la mayoría de los comercios de Caracas donde
abundan estantes vacíos mientras que en algunos mercados se observan
largas filas de personas para comprar todo tipo de productos luego de
visitar varias tiendas y de pasar varios días de búsqueda.
La desbordada inflación, que alcanzó en marzo una tasa anualizada de
59%, y el desabastecimiento son unas de las motivaciones que han llevado
a miles de opositores, en su mayoría de clase media, a salir a protestar
desde febrero en Caracas y otras ciudades.
http://www.diariodecuba.com/internacional/1402609925_9023.html
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