Sunday, June 2, 2013

Las milicias obreras

Las milicias obreras
FERNANDO OCHOA ANTICH | EL UNIVERSAL
domingo 2 de junio de 2013 12:00 AM

La decisión de Nicolás Maduro de crear unas milicias obreras me produjo
gran preocupación. El titular de uno de los diarios nacionales, "Maduro
se radicaliza al ordenar armar a millones de milicianos civiles", creó
en mí la curiosidad de escuchar con detenimiento su intervención. Al
mismo tiempo, me hizo recordar los graves inconvenientes que decisiones
de ese orden han producido en la historia universal. Recuerden el inicio
de la Guerra Civil española. En Venezuela, por ejemplo, fue la bandera
que se utilizó para unificar a las Fuerzas Armadas, ante la supuesta
amenaza de unas milicias organizadas por Acción Democrática, para
permitirle al teniente coronel Marcos Pérez Jiménez derrocar a Rómulo
Gallegos el 24 de noviembre de 1948. Esa decisión tendrá delicadas
consecuencias políticas.

El primer aspecto curioso de sus palabras fue señalar la importancia que
según él tiene "la alianza entre la clase obrera, cada vez más y mejor
organizada como clase frente al fascismo y la burguesía, y la Fuerza
Armada Nacional, la unión cívico militar". El segundo aspecto fue su
orden de organizar a la brevedad posible la milicia obrera, la cual debe
ser formada por millones de obreros, armada, uniformada y entrenada. El
tercer aspecto fue resaltar la importancia que tendría esa organización
para la estabilidad nacional y para hacer respetar a Venezuela ante la
amenaza de imperios. En conclusión, las milicias obreras podrían ser
utilizadas para reprimir al fascismo y a la burguesía, es decir
venezolanos que piensan diferente al régimen bolivariano. Realmente, muy
grave. Podría ser la causa del inicio de una guerra civil.

Esas declaraciones tuvieron un gran impacto en la opinión pública, ya
que no era posible desvincular su contenido con la crisis política que
enfrenta actualmente el gobierno nacional. De inmediato, los medios de
comunicación las relacionaron con "las supuestas tensiones existentes
entre Nicolás Maduro y los altos mandos militares". Claramente se
percibió que esa medida era una respuesta a las acusaciones hechas por
Mario Silva, en su conversación con el teniente coronel cubano Aramis
Palacios, contra Diosdado Cabello, los mayores generales Wilmer
Barrientos, Carlos Alcalá Cordones y los oficiales del Ejército de
estar organizando un golpe de Estado contra el gobierno de Nicolás
Maduro. En conclusión: una amenaza a la Fuerza Armada. No existe otra
manera de interpretarlas.

Esas opiniones deben haber producido preocupación en los cuadros
militares, motivado a la resistencia que siempre ha existido en dichos
cuadros en aceptar la existencia de las milicias bolivarianas. El propio
Hugo Chávez siempre entendió lo delicado del tema. Esa fue la razón por
la cual su creación se realizó progresivamente durante su gobierno
mediante varias reformas de la Ley Orgánica de la Fuerza Armada. El
primer paso que se dio fue la centralización de las reservas de las
distintas fuerzas, después se crearon las milicias bajo el control de
oficiales del Ejército y solo en la reforma del año 2010 se estableció
la existencia del oficial de milicia, pero sin perder los oficiales del
Ejército el mando sobre dicha organización militar. Recuerden el empleo
muy limitado de las milicias en las recientes elecciones.

Lo que me causó mayor sorpresa fue que Nicolás Maduro diera unas
declaraciones tan imprudentes sobre este tema. Es verdad, que
últimamente ha atacado de una manera irreflexiva a la oposición
democrática, sin valorar políticamente lo que significa tener el
respaldo de más del 50% de los venezolanos y mostrar un crecimiento
indetenible de la popularidad de Henrique Capriles en la opinión
pública. Por eso considero que la creación de las milicias obreras no
fue una decisión improvisada sino una respuesta muy bien pensada con un
objetivo claramente definido: atemorizar a los cuadros militares ante
los permanentes rumores de que existe un creciente descontento en la
Fuerza Armada. En verdad, esas declaraciones son de una ligereza e
irresponsabilidad sorprendente.

Estoy convencido, que los seminarios organizados por el CEO para
analizar la nueva doctrina militar venezolana tienen mucho que ver con
las declaraciones de Maduro. Esa nueva doctrina, conocida como la
defensa popular y orientada a conducir una guerra asimétrica, ha sido
totalmente contradictoria al no lograr armonizar con ese tipo de guerra
la estructura de la Fuerza Armada y su apresto operacional. Ha sido
imposible adaptar a nuestra Fuerza Armada, acostumbrada a la conducción
de operaciones dentro de una visión clausewistziana de la guerra, a la
realización de operaciones orientadas a una "guerra popular de
resistencia", similar a la desarrollada por los ejércitos chino,
norcoreano y cubano, bajo circunstancias históricas muy particulares y
difíciles de repetir en estos tiempos de globalización y de
impresionante avance tecnológico y militar.

fochoaantich@gmail.com

@FochoaAntich

http://www.eluniversal.com/opinion/130602/las-milicias-obreras

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