Monday, August 25, 2014

Maduro prepara mecanismo óptimo de control social: el racionamiento

Publicado el lunes, 08.25.14

Maduro prepara mecanismo óptimo de control social: el racionamiento
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ANTONIO MARIA DELGADO
ADELGADO@ELNUEVOHERALD.COM

Se anunció como un instrumento para combatir el contrabando, pero la
instauración de un sistema de identificación biométrico en los
supermercados venezolanos podría terminar convirtiéndose en un
asfixiante mecanismo de intimidación y control social que aumentaría la
dependencia del ciudadano al régimen bolivariano y sofocaría en muchos
la disposición a protestar.

Analistas consultados dijeron que los polémicos planes de instaurar un
sistema de identificación en los supermercados no es nada más que los
primeros pasos para establecer un sistema de racionamiento
computarizado, inspirado en la experiencia cubana, que terminará siendo
utilizado para doblegar la voluntad de disentir de los venezolanos.

"En Venezuela están imitando muchas de las cosas que han hecho Cuba. La
influencia cubana, la asesoría cubana, es crítica dentro del chavismo",
comentó Jaime Suchlicki, director del Instituto de Estudios Cubano y
Cubano Americanos.

En este caso, se estarían uniendo la experiencia en represión del
castrismo con la última tecnología, una especie de nuevo sistema de
racionamiento del Siglo XXI, con el que "ellos van a poder controlar
mucho más" que lo que se pudo en Cuba, expresó Suchlicki.

El sistema de racionamiento dejó una profunda huella dentro de la
población cubana, terminando por jugar un papel clave en el sometimiento
de millones a la voluntad del régimen de los hermanos Castro.

"En Cuba, como no habían empresas privadas, todo el mundo dependía de la
tarjeta para poder vivir y comer. Y el gobierno utilizaba eso para
controlar la población", expuso Suchlicki

"Es un instrumento no solo de control, sino también de manipulación. Si
no aceptas los dictados del gobierno, no comes. Si te portabas mal, no
te daban o te quitaban la tarjeta", explicó.

También era utilizado para restringir la movilidad dentro de la isla.

"Cuando tu viajabas, no podías usar la tarjeta en otras ciudades. Y de
esa manera no te permitían viajar".

Nada de esto, por supuesto, es comentado en el discurso oficial del
régimen de Nicolás Maduro, que atribuye la grave crisis de
desabastecimiento en Venezuela al contrabando y argumenta que el sistema
biométrico es necesario para evitar que los productos comprados en
exceso terminen en Colombia y otros países vecinos.

"No es un sistema de racionamiento; es cero racionamiento. Al contrario,
es para que todo lo que produce la república sea conseguido por el
pueblo […] El sistema biométrico no está hecho para dañar a las familias
si no para ayudarlas", manifestó Maduro la semana pasada.

"Estamos dando una batalla al máximo nivel contra las mafias
contrabandistas [...] Ha habido toda una operación para irritar y
golpear al pueblo con una guerra económica. [...] Ellos están buscando
que el pueblo se arreche y no lo podamos parar, por eso tenemos que
evitar que eso suceda", manifestó el gobernante.

El superintendente de Precios Justos, Andrés Eloy Méndez, dijo que el
nuevo sistema estará instalado en los supermercados el próximo 30 de
noviembre, incluso en ciudades alejadas de las fronteras.

"También se realiza internamente" en las ciudades alejadas de las
fronteras donde se multiplica el llamado "mercado negro" y donde se
revenden a precios superiores los productos que escasean en los mercados
regulares, destacó el funcionario.

El sistema biométrico o de captahuellas permitirá que cada venezolano
"haga su compra semanal con un rango de compra bastante tolerante y
amplio y así evitar que una persona compre hasta 20 veces" más de lo que
necesite, sostuvo Méndez.

Pero incluso si el sistema como declara Méndez es lo suficientemente
tolerante para que un consumidor compre todo lo que necesite, analistas
dijeron que el venezolano automáticamente queda bajo control
gubernamental, con el chavismo decidiendo qué puede comprar y con qué
frecuencia, perdiendo en el proceso su derecho a decidir.

"Esto no busca frenar el contrabando. Es un mecanismo de control social
ante la crisis fuerte de desabastecimiento", comentó Antonio De La Cruz,
director Ejecutivo de la firma de asesores Inter American Trends.

"No solo les va a permitir aplicar el racionamiento, sino que va a
permitir a un Estado controlador saber qué es lo que compra o come cada
uno de los venezolanos y les va a permitir controlar a cada uno de
ellos, exigiéndole obediencia a cambio de poder tener acceso a un
paquete de arroz o a un pote de leche", comentó De La Cruz desde Washington.

El temor a sanciones de este tipo ya están instauradas en las mentes de
muchos venezolanos que se vieron perjudicados años atrás que la
introducción de la denominada lista Tascón.

Aún cuando el gobierno niega su existencia, la lista lleva años siendo
usada para castigar a los millones de venezolanos que firmaron a favor
de realizar un referendo revocatorio en el 2004 contra el fallecido
presidente Hugo Chávez.

Quienes firmaron, están inhabilitados para acceder a empleos
gubernamentales o para obtener beneficios sociales del Estado.

El mismo concepto podría ser utilizado ahora contra los venezolanos que
tradicionalmente votan en las elecciones contra el chavismo, y el temor
a no poder comprar comida podría llevar a millones a no votar por la
oposición en las próximas elecciones, explicó De La Cruz.

El miedo a peder el trabajo es desde hace años fomentado por el chavismo
para obligar a los empleados públicos a votar a favor del régimen.

Para el columnista David Morán la amenaza de no tener acceso a la comida
sería un perverso, pero muy efectivo instrumento de control social que
dejaría a millones sin deseo de vocalizar su oposición al régimen.

Aquí entra en juego la Pirámide de Necesidades Humanas, dijo Morán en
referencia a la teoría sicológica de Abraham Maslow que estipula que el
ser humano debe primero satisfacer a sus necesidades más básicas, como
podrían ser la alimentación y la seguridad física para luego pasar a
anhelos más elevados como el afecto o el deseo de vivir en libertad.

"Si te tienen rebotando, en la búsqueda permanente de tus necesidades
básicas, como el alimento, te va a quedar poco tiempo para ir escalando
en las otras necesidades, necesidades de libertad, necesidades de
conocimiento, etc", comentó.

"Por eso las sociedades terminan sometidas, con mecanismos como estos,
porque lo que buscan es desgastar las horas del hombre a través de su
búsqueda de satisfacer sus necesidades básicas", agregó.

Siga a Antonio María Delgado en Twitter: @DelgadoAntonioM

http://www.elnuevoherald.com/2014/08/25/1827591/maduro-prepara-mecanismo-optimo.html

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