¿Maduro en conteo final?
[26-01-2015 09:40:40]
Pedro Corzo
Escritor, Periodista y Editor
(www.miscelaneasdecuba.net).- La crisis que enfrenta Venezuela es la más
profunda que ha enfrentado el país desde que el presidente Hugo Chávez
se hizo del poder.
La popularidad del modelo impuesto por el chavismo, en particular el
liderazgo de Nicolás Maduro y sus verdaderos o supuestos asociados,
entre ellos Diosdado Cabello, está en caída libre. Los fracasos son
muchos y están pagando las consecuencias.
El deterioro de los servicios sociales se agudiza, la delincuencia se
incrementa y es de suponer que las facciones dentro del gobierno estén
al borde de enfrentar una crisis que indudablemente repercutirá en el
resto de la sociedad.
La crisis económica es muy profunda. La escasez de productos, el
encarecimiento de los que aún se encuentran en los mercados y la
inflación en general, tienen a la población en un constante desasosiego.
La caída de los precios del petróleo afecta dramáticamente la gestión
económica, pero también la política clientelar del gobierno, que
controlaba un amplio sector de la población gracias al sistema de
subsidios que había establecido.
La corrupción, la más aguda y extendida en toda la historia del país,
tiende a acrecentarse. El empobrecimiento y la disminución de los
recursos disponibles, incita a la carroña gubernamental y a la
boliburguesía, a un festín final con los bienes del estado.
La falta de recursos también incide en la política exterior del
chavismo. Muchos de sus aliados políticos en los foros internacionales
abandonaran a Maduro cuando dejen de recibir las contribuciones en
moneda o petróleo.
Fidel Castro durante muchos años contó con apoyo internacional por su
política de intimidación y chantaje a diferentes gobiernos. Chávez y
Maduro, obtuvieron igual resultado por algo menos letal y prosaico.
Dinero y petróleo.
El gobierno afronta un deterioro creciente de la seguridad pública, lo
que puede conducir a la ingobernabilidad. En esto pueden cumplir un
importante rol los grupos paramilitares del chavismo.
Las fuerzas armadas, en particular el alto mando, ha sido uno de los
sectores más favorecido por el régimen, sin embargo no se puede
descartar una asociación entre militares y civiles con el fin de
buscar una salida a la grave crisis nacional.
Está el precedente de vacío de poder que generó Hugo Chávez Frías ante
su ministro de la Defensa, el general Lucas Rincón Romero. Esta
situación determinó que los militares asumieran un rol protagónico que
derivó en un gobierno provisional que fue desplazado por otros
militares, partidarios de Chávez Frías.
Unas elecciones en este momento, en que según diferentes encuestas el
apoyo al mandatario no rebasa el 25 por ciento, debería darle a la
oposición una clara y abierta victoria que de no ser reconocida por las
diferentes instituciones del estado que están bajo el control del
ejecutivo mostraría a los que no han querido ver ni escuchar, la
verdadera naturaleza antidemocrática del régimen que controla el país.
Este año, octubre, se efectuaran elecciones para el Parlamento Nacional
y en base a los análisis electorales la oposición debe obtener de nuevo
la mayoría que en esta ocasión no será posible que se la roben como
ocurrió en los comicios legislativos del 2010, cuando el ejecutivo
reformó las leyes electorales y las circunscripciones a su favor.
Enfrentar un régimen despótico con legitimidad electoral, grandes
recursos económicos y con el control de las instituciones del estado es
muy arduo y complicado. En consecuencia la oposición electoral
venezolana ha tenido que ser muy creativa. Ha padecido serias
limitaciones y sus actividades contrarias al régimen han tenido que
circunscribirse a la legalidad impuesta por una dictadura encubierta.
El régimen cuenta con un sicariato judicial que le ha sido muy útil. Los
jueces del chavismo interpretan la constitución a la conveniencia del
gobierno y por ese motivo pudieron criminalizar, entre otras decisiones,
las protestas del 2014, encarcelar a Leopoldo López y otros opositores,
a la vez que le robaba a María Corina Machado su escaño en el Parlamento.
Por suerte la oposición electoral a pesar de las diferencias entre las
facciones que la integran, ha demostrado ser muy hábil, particularmente
después que se constituyó la Mesa de la Unidad Democrática.
Cierto que esa fórmula al parecer llegó al tope de sus posibilidades
según la perspectivas de varios analistas, pero también es una realidad
que el país cuenta con líderes capaces de instrumentar nuevas
estrategias y hasta de buscar puntos de encuentros entre los factores
que puedan separarles.
Todo parece indicar que el liderazgo de la oposición se está
reinventando, condición que coincide con la debilidad del gobierno,
así que si el adagio de que la fuerza invita al diálogo y el diálogo a
las concesiones es cierto, es posible que el régimen reconozca una
eventual derrota electoral y en consecuencia abandone el poder.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/Article/Index/54c5fd883a682e0ce8ed5d26#.VMZrAEfF9HE
No comments:
Post a Comment