Thursday, December 11, 2014

Maduro, Goldman Sachs y la burundanga

Maduro, Goldman Sachs y la burundanga
diciembre 11, 2014 2:20 am

Cuba actualidad, Lawton, La Habana, (PD) Un tiempo atrás escribí un
artículo que invocaba a la guarachera de Cuba, la simpar Celia Cruz, que
en la época que todos, excepto Fidel Castro, éramos felices en Cuba,
triunfó con una guaracha intitulada "La Burundanga". Para quien no sea
cubano, burundanga representa brujería.

En aquel artículo utilicé este título para referirme a los avatares que
confrontaba la oposición venezolana en el proceso eleccionario, que se
esperaba en Venezuela.

Aunque también trata sobre Venezuela, el motivo de este artículo es muy
diferente. Trata sobre la crítica situación económica que tiene el
régimen de Maduro, que optó por vender el 50% de la deuda que tiene la
República Dominicana, de US$4 billones al banco americano Goldman Sachs.

La deuda en cuestión es por el crudo suministrado a República Dominicana
a través de Petrocaribe. La transacción representa una ganancia para
Goldman Sachs de $2,3 billones a cambio de $1,75 billones que recibirá
Venezuela.

Para Goldman Sachs esto es una ganga; lo único negativo es que se trata
de una deuda a 12 años, pero el descuento es tan bueno que Goldman Sachs
lo aceptó, tanto que ya sostiene conversaciones con el chavismo por otro
acuerdo similar que sería la deuda petrolera que Jamaica tiene con
Venezuela. Ojalá sigan con la Cuba castrista.

República Dominicana ha recibido un suministro de crudo venezolano por
un valor total de $8,2 billones que debe a Venezuela desde que se unió a
Petrocaribe en el año 2005. De ese total, cerca de $4,3 billones fueron
financiados a largo plazo con una tasa de interés del 1% anual, con un
plazo de 23 años y dos de gracia, que es la deuda cedida a Goldman Sachs.

Esto muestra no solo la pérdida monetaria, sino lo precario de la
situación financiera del chavismo, al extremo que se comete un delito,
ya que ceder esa obligación con esas pérdidas es agredir al patrimonio
nacional.

La compra de lealtades a países vasallos mediante subsidios petroleros
no es algo nuevo. La practicó la difunta URSS a través del CAME -algo
parecido al ALBA- y esto le costó su funeral.

A los venezolanos esta idea del difunto Chávez ya les ha costado más de
US$44 billones. Por esto, se generan dudas sobre la capacidad del
chavismo de poder seguir sosteniendo los subsidios petroleros a sus
vasallos, incluyendo a la Cuba castrista.

Lo que es seguro, que en los próximos meses Venezuela va a recortar los
envíos (cosa que traté en mi artículo de la reunión sobre el Ébola en La
Habana), porque solo así obtendrán el cash para aliviar la aguda escasez
de productos por la que atraviesa hoy Venezuela.

Por si alguien piensa que después los chavistas tratarán de renegociar
esta obligación, recuerden que Goldman Sachs no es una financiera
pequeña, como la neoyorkina Singer & Brothers.

Goldman–Sachs tiene la personalidad jurídica necesaria para intervenir
cualquier activo de Venezuela donde quiera y quien quiera que esté en
Miraflores por entonces.

Esto muestra el grado de desesperación del chavismo. El 95 % de sus
ingresos en divisa provienen del petróleo ya que los otros pocos activos
que tienen, no representan el flujo de caja necesario para cubrir esta
deuda. Excluye los cerca de $140 millones en frijoles negros y otros
productos dominicanos que la República Dominicana envió a Venezuela como
forma de pago para paliar la crónica escasez de alimentos en Venezuela.

La necesidad de divisas para sostener el gasto social y los subsidios
que el chavismo ha contraído para mantenerse en el poder, sumada a la
Cuba castrista y las compras de armas a Rusia, han destruido las
finanzas de Venezuela.

Y como si eso fuese poco, el gobierno luego pasó a endeudar a la empresa
estatal cerca de US$50 billones solo para demostrar que el socialismo
del siglo XXI es posible.

Esto se vio agravado en los últimos meses con la caída de los precios
del petróleo, que llevó al crudo a descender desde los $67 dólares el
barril que tiene hoy. Maduro, como Irán y Rusia, necesita un precio de
$120 para mantener sus disparatadas misiones.

Si esta situación de los precios no se resuelve rápido, significaría la
desaparición del ALBA y con ello, la destrucción del castrismo, cosa que
el pueblo de Cuba agradecería como una bendición del cielo y del fracking.
Para Cuba actualidad: palest44@gmail.com

http://primaveradigital.net/maduro-goldman-sachs-y-la-burundanga/

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