Acercamiento entre EEUU y Cuba deja mal parado al régimen de Maduro
ANTONIO MARIA DELGADO ADELGADO@ELNUEVOHERALD.COM
12/18/2014 11:26 PM 12/19/2014 6:24 AM
El lunes, el gobernante venezolano Nicolás Maduro lanzaba sus
acostumbrados improperios contra las autoridades estadounidenses,
acusando a los legisladores de imbéciles y recomendando a sus seguidores
chavistas quemar sus pasaportes si éstos tienen visas del país
norteamericano.
El miércoles, un sorprendido Maduro balbuceaba la palabra "valiente"
para describir al presidente estadounidense Barack Obama, tras el
anuncio del gobernante estadounidense de que pretendía poner fin a más
de cinco décadas de hostiles relaciones con el régimen de los hermanos
Castro.
La histórica decisión de la Casa Blanca de buscar una normalización de
las relaciones con Cuba parece estar complicando la retórica del
mandatario venezolano, cuya plataforma política descansa casi
exclusivamente en un discurso antimperialista heredado de un régimen
castrista que ahora le sonríe a Washington.
Y eso coloca en una muy extraña posición a Maduro, quien además parece
no haber sido informado de las intenciones de La Habana de buscar un
mayor entendimiento con Estados Unidos, dijeron analistas.
"El gran sorprendido de este acuerdo es Maduro", dijo desde Washington
Antonio De La Cruz, Director Ejecutivo de la firma de asesores Inter
American Trends. "Su actuación durante la semana demuestra que Maduro no
tenía información de este acuerdo, que seguramente se manejó a muy alto
nivel porque ni siquiera se conocía bien en las altas esferas políticas
de Estados Unidos".
Obama anunció sorpresivamente el miércoles la intención de restablecer
relaciones diplomáticas con la isla tras negociaciones secretas que
durante 18 meses que tuvieron como mediador al Vaticano.
Y hasta el momento la Casa Blanca está dando señales de que pretende
actuar con celeridad para hacer las paces con el régimen de la isla,
anunciando el jueves que Estados Unidos y Cuba aprovecharán la próxima
ronda semestral sobre migración en enero para avanzar en el
restablecimiento de las relaciones diplomáticas y no se descarta una
visita de Raúl Castro a Washington.
"El presidente ha recibido a los líderes de Burma y China en Estados
Unidos. Y por ese motivo, no descartaría una visita del presidente
Castro", dijo el portavoz de la Casa Blanca Josh Earnest durante su
conferencia de prensa diaria.
Para Maduro, cuya retórica política es una copia del discurso
antiestadounidense utilizado por décadas en Cuba, un acercamiento entre
La Habana y Washington desarticularía la esencia de lo que ha sido la
plataforma política del chavismo y la justificación detrás de la
"Revolución Bolivariana".
"La Guerra contra el Imperialismo lo es todo para el chavismo. Todos los
problemas de Venezuela son atribuidos por Maduro al capitalismo y al
imperio", comentó desde Miami el asesor político Esteban Gerbasi.
Es una ideología que fluye directamente desde La Habana, y ver ahora al
régimen de la isla tratando de entablar amistad con Washington es un
trago simbólico muy amargo para sus discípulos venezolanos, que en los
últimos meses han atribuido el colapso económico del país a una presunta
"guerra económica" orquestada desde Miami.
"Esto lo afecta muchísimo porque produciéndose una normalización de las
relaciones entre Cuba y Estados Unidos, él tendría entonces muy pocos
argumentos para justificar aún más su fracaso", dijo Gerbasi en
referencia al colapso del modelo petropopulista del chavismo que ha
propiciado los severos problemas de escasez que sufren los venezolanos.
El proceso de distensión entre Cuba y Estados Unidos es iniciado en
momentos en que Maduro enfrenta serios problemas de popularidad y en que
la influencia del chavismo sobre los sectores populares comienza a
desvanecerse.
Maduro carece del carisma con que contaba el fallecido presidente Hugo
Chávez, y la conexión emocional entre actual gobernante con el sector
que tradicionalmente ha respaldado el chavismo es casi inexistente.
"La parte afectiva, que es una de las cosas que más sostenía a Chávez,
quien mantenía una conexión emocional con la población, se acaba. Ya la
gente está viendo una realidad que son las colas para comprar productos,
los asesinatos, la escasez, la falta de medicinas, la falta de servicios
públicos", dijo Gerbasi.
"Y si tú le sumas a esa lista de carencias, ese gran motivador emocional
que es el antiimperialismo, terminas por quitarle el sustento", resaltó.
La normalización de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos es, por
supuesto, un proceso complicado y plagado por peligros que podría en
cualquier momento venirse abajo.
Pero los expertos dijeron que el colapso económico en Venezuela deja a
la isla con muy poca alternativa más allá de tratar de diversificar su
economía, tratando de atraer inversiones de otros países.
Puede que el régimen de Maduro tenga toda la disposición de seguir
manteniendo a la economía cubana, pero existen serias duda de que pueda
seguir haciéndolo, dijo Diego Moya-Ocampos, analista senior para América
Latina de IHS Global Insight/IHS Jane's.
"La Habana sabe que el gobierno de Venezuela tiene la voluntad de seguir
en esa alianza estratégica y de seguir ayudando financieramente a Cuba,
pero dudan de su capacidad. Esto [el acuerdo con Washington] forma parte
de la estrategia de Cuba de diversificar sus fuentes de ingresos y
minimizar su dependencia de Venezuela", dijo Moya.
"Ellos [en Cuba] quieren evitar a toda costa un período especial como el
que vieron en los noventa con la caída de la Unión Soviética, y saben
que un colapso total de la economía venezolana es algo muy posible",
enfatizó.
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