Maduro es un peligro para todos
CARLOS ALBERTO MONTANER
El final de la comedia se veía venir. Nicolás Maduro ha eliminado
cualquier vestigio de democracia en Venezuela. Sus sicarios en el
Tribunal Supremo de Justicia se han encargado de asumir las funciones de
la Asamblea Nacional. Esta es la última maniobra. Ahora continuará la
dictadura, pero sin tapujos y con mano aún más dura. El camino está
libre para acusar a los diputados de traición a la patria. O de lo que
se les ocurra.
La operación comenzó tras la derrota electoral de diciembre de 2015. Era
la versión venezolana de la piñata nicaragüense. Fue entonces, en las
pocas semanas que faltaban para que el nuevo parlamento comenzara a
operar, cuando, a toda máquina, reformaron la composición de la cúpula
del poder judicial, pisoteando la Constitución y preparándose para
gobernar a palo y tentetieso cuando fuera necesario. O sea, ya.
Luis Almagro envió un tuit calificando el hecho como un autogolpe. El
Secretario General de la OEA casi tiene razón. En realidad, fue la etapa
final del coup que se gestó en el momento en que supieron, con total
certeza, que el 70% de los venezolanos los repudiaban, y llegaron a la
conclusión de que ese porcentaje continuaría ascendiendo por la precaria
e indetenible situación de la economía.
Inmediatamente, Almagro convocó al organismo para actuar en
consecuencia. Seguramente invocará la Carta Democrática Interamericana,
y tiene una posibilidad muy grande de aplicarla y expulsar a Venezuela
de la Institución, si es que antes Caracas no se da de baja del
organismo, lo que probablemente suceda. Almagro posee el apoyo de 20
países y tal vez pueda agregar otros tres para alcanzar las dos terceras
partes del total de 34.
Por la otra punta, ya está claro que, dentro de la institución, el
régimen venezolano tendrá el respaldo activo de Bolivia, Ecuador y
Nicaragua. Mientras tanto, la dictadura cubana, fuera de la OEA desde
1962, manejará todos los hilos del chavismo.
Al fin y al cabo, la cabeza del Socialismo del Siglo XXI está en La
Habana. Nicolás Maduro es sólo un títere (mal) formado en los cursillos
de marxismo-leninismo de la Escuela de Cuadros del Partido Comunista de
Cuba, llamada "Ñico López", sugerido por Fidel Castro a Hugo Chávez por
la elemental lógica de poder dominante: Maduro les parecía a los
servicios cubanos un bruto noble y dócil que hablaba con los pajaritos,
mucho menos corrupto y más manejable, por ejemplo, que Adán Chávez, el
hermano del fallecido teniente coronel. Maduro no era perfecto, pero,
entre los venezolanos disponibles, era el más útil para "los cubanos",
precisamente por sus debilidades.
¿Y qué va a pasar tras la censura de la OEA a Venezuela? No demasiado, a
menos que los Estados Unidos abandone la ridícula actitud de "Venezuela
no es un peligro, sino una molestia", adoptada desde el gobierno de
George W. Bush, y luego continuada por Barack Obama.
El gobierno de Venezuela, aunque caótico y desorganizado, sí es un
peligro para la seguridad de Estados Unidos por sus vinculaciones con
los terroristas islámicos y por sus lazos militares con Irán y Hezbolá.
No tiene ojivas nucleares, pero posee otros medios de perjudicar
severamente a su archienemigo.
Es un peligro por sus nexos con el narcotráfico y por la utilización de
una parte de sus generales en este comercio asesino. Es un peligro por
su militante "antiyanquismo", y por ser una de las naciones más
corruptas del planeta.
¿De qué le sirve al Departamento del Tesoro de Washington perseguir a
los jerarcas del fútbol por corrupción, o a una docena de banqueros por
blanqueo de capitales procedentes de la droga, como señala la DEA, si
Venezuela es un narcoestado impunemente dedicado a todos esos menesteres
y a parada y fonda de las narcoguerrillas colombianas?
Por último, el gobierno de Venezuela pone en peligro a su propia
población, deliberadamente hambreada, mientras el país se aproxima a una
terrible catástrofe humanitaria, por una combinación letal entre el
pésimo gobierno y la corrupción. ¿No habíamos quedado en que existía "el
deber de proteger" a las víctimas de estos horrores políticos?
Estados Unidos es la única nación de las Américas que posee la visión
estratégica, los recursos, el peso material y el sentido de la
responsabilidad que se requiere para defenderse de sus enemigos y
dedicarse a cambiar un régimen que le perjudica intensamente y emponzoña
la atmósfera en toda América Latina.
No es verdad que la Guerra Fría terminó totalmente. Si Estados Unidos
desea continuar siendo la cabeza del mundo libre no puede evadirse del
tema venezolano. Tiene que dar un paso al frente y liderar al Continente.
Periodista y escritor. Su último libro es la novela Tiempo de Canallas.
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Source: Maduro es un peligro para todos | El Nuevo Herald -
http://www.elnuevoherald.com/opinion-es/opin-col-blogs/carlos-alberto-montaner/article141947084.html
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