Las manos manchadas de sangre
MANUEL CORAO
El secretario general de la Organización de Estados Americanos, Luis
Almagro, estuvo recientemente en la ciudad de Miami para participar en
una reunión como ponente sobre mercadeo político.
Almagro aprovechó la oportunidad para recibir de la Organización de
Asilados Políticos Venezolanos en el Exterior justa afirmación por la
labor que realiza en resguardo de los derechos humanos en Venezuela y la
democracia continental.
En un caluroso encuentro con la comunidad Almagro sintió el
agradecimiento que le prodigan.
El uruguayo, en diáfano lenguaje y directa expresión y guardando las
consideraciones que la educación requiere, no duda en catalogar el
accionar de las autoridades como violatorio de los más elementales
principios constitucionales del país sudamericano.
El ex canciller de la república oriental no cejó en continuar adelante
con la reconducción estatutaria del gobierno comunista de Nicolás Maduro
hacia la senda democrática, aun cuando miembros de la Mesa de la Unidad
Democrática acudieron por tercera vez a un encuentro civilizado de
solución de conflictos auspiciado por el papa Francisco, congelando la
activación de la Carta Interamericana de Naciones.
Una vez más los políticos fueron burlados por los esbirros comunistas
locales y del Caribe. Tal circunstancia redirige a los líderes a seguir
el camino trazado por la OEA con Almagro al frente. La convicción del
pluralista marca la diferencia jurídica en la aplicación práctica de su
contenido y procedimientos en relación con la realidad del parroquiano
que urge de una solución ejemplarizante en el continente.
La medalla Rómulo Betancourt de Veppex, otorgada en un acto de
imprecisiones protocolares y eventos para la ocasión, identifica al
homenajeado con la trayectoria del insigne hijo de Guatire, demócrata de
claro e inequívoco verbo y defensor a ultranza de las libertades en la
calle.
Una vez más el alcalde de Doral, Juan Carlos Bermúdez, demuestra su
certeza por la libertad de los pueblos al reactivar el 13 de abril en la
ciudad como el día del exilio venezolano y pedirle respetuosamente, con
contagiosa humildad, no olvidar Almagro a su querida isla de Cuba.
La majestuosidad del acontecimiento fue retomado de nuevo al entregar el
alcalde Bermúdez y los comisionados al notable convidado las llaves de
la ciudad como un gesto permanente de afirmación para quienes sentimos
que los pueblos serán defendidos de seres que hoy pretenden aniquilarlos.
Complemento a ustedes el texto parcial que acompaño al título con el
contenido disminuido de su alocución: "Sufro los dolores de Venezuela.
Sufro como cada uno de los venezolanos que están acá y los que están
allá, un régimen que tiene las manos manchadas de sangre, un régimen que
se ha cobrado vidas en el acto más supremo de injusticia. Tiene que
cesar ya la represión en Venezuela, tienen que cesar ya las sanciones
criminales de las fuerzas llamadas del orden, pero que son las fuerzas
del caos y de la exclusión del país… Tienen que cesar ya las sanciones
homicidas de los paramilitares que se esconden en el nombre de
colectivos... Tienen que cesar ya toda muerte en Venezuela, esas muertes
injustas en la búsqueda de la democracia que el país ya la tendría que
tener asegurada".
Nos quedamos los presentes con ganas de escuchar más sobre el
pensamiento, obra y proyección de este ilustre americano.
Director de Venenoticias.
Source: Las manos manchadas de sangre | El Nuevo Herald -
http://www.elnuevoherald.com/opinion-es/opin-col-blogs/opinion-sobre-venezuela/article144744339.html
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