Thursday, June 15, 2017

La sana locura de los que se oponen a la insania absolutista en Venezuela

La sana locura de los que se oponen a la insania absolutista en Venezuela
La técnica de los chavistas no es hacer las cosas mejor, sino
descalificar a sus adversarios
Miércoles, junio 14, 2017 | Miguel Saludes

MIAMI, Estados Unidos.- La postura asumida por Luisa Ortega, Fiscal
General de Venezuela, pone una nota particular en la tensa situación de
la nación sudamericana. Cuando la fiscal, a la que se reconoce por ser
una furibunda seguidora del chavismo, calificó de antidemocrática y anti
constitucional la decisión del Tribunal Supremo para despojar al
Parlamento de mayoría opositora, algunos pensaron que se trataba de una
movida que justificara la coartada para revertir la errónea maniobra el
gobierno bolivariano, mostrando además el funcionamiento independiente
de las instituciones del país. Los acontecimientos que han seguido aquel
episodio demuestran que las respuestas de Ortega no son un simple postureo.

La subida en el tono crítico de la Fiscal apuntó a las muertes violentas
ocurridas en las recientes manifestaciones, poniendo la mitad de ellas
bajo responsabilidad de las fuerzas represivas dirigidas por el
Gobierno. El acento de Ortega toma tintes desafiantes con su
enfrentamiento a la Asamblea Constituyente convocada por Maduro y sus
seguidores. La jefa del Ministerio Público no solo ha pedido al
mandatario que retire su pretensión, sino que con sus argumentos erige
un muro de contención irrebatible ante lo que parece ser una ofensiva
brutal contra los últimos vestigios de democracia en Venezuela.

Los ataques contra la Fiscal no se han hecho esperar. El más llamativo
llega en la propuesta del diputado oficialista Pedro Carreño, quien
planteó la idea de solicitar al Tribunal de Justicia (el mismo al que
Ortega impugnara por la intentona antiparlamentaria) la convocatoria de
una junta de expertos que evalúe la capacidad mental de la funcionaria.
Según el legislador Carreño, los dichos y actos de Ortega se
corresponden con un cuadro de "insania mental" comparable al que
presentó el expresidente ecuatoriano Abdalá Bucaram. No se queda el
señor Carreño en la intención investigativa: "Cuando hay un juicio por
insania mental, incluso se recomienda la reclusión (…). A esta señora
habría que recomendarle la reclusión también", aseveró. Sería la mejor
manera de acallar el valor contestatario de una personalidad a la que
resulta difícil de vincular con la oposición. Aunque no imposible.
Numerosos dirigentes chavistas comienzan a tildar de traidora a la
fiscal y hasta protagonizaron un acto de repudio frente a su despacho
exigiendo su renuncia.

No sería el primer caso. Existe el antecedente aunque no con resultados
tan drásticos. Antonieta Caporale, ex ministra de Salud, fue destituida
tras presentar un informe sobre el estado desastroso en que se encuentra
el sistema sanitario venezolano. En lo que se consideró un duro golpe
contra uno de los puntos paradigmáticos del chavismo, el informe de la
titular de salud constataba el crecimiento de la mortalidad infantil en
un 30%, la mortalidad materna en más del 65%, la existencia de malaria
por encima del 76% y el incremento del éxodo de médicos y facultativos.
¿También estaba loca la Ministra Caporale? ¿O de buenas a primeras
sufrió un proceso de conversión en menos de cuatro meses que la hizo
enemiga del gobierno que la aupó en el cargo público?

Las situaciones que se dan al margen de luchas entre opositores y
simpatizantes del chavismo en su versión radicalizada —que ya se puede
definir como madurismo—, dejan una clara imagen de la profunda crisis
política y social que viven los venezolanos y las contradicciones en las
que se debate el propio sistema. Que la oposición se atrinchere contra
la propuesta constituyente de Maduro enarbolando la Constitución con la
que Hugo Chávez sustituyó aquella "moribunda" que le abrió el camino
presidencial, es una nota más que llamativa. Pero lo es también el hecho
de que Maduro pretenda liquidar o cambiar la Carta Magna que le dejó su
padrino como herencia.

Al rechazo opositor de esta última maniobra se suma el de una ciudadanía
hastiada de problemas de todo tipo. Violencia, falta de medicamentos,
hambruna, ausencia de medicinas, corrupción, etc. Un cuadro cada vez más
desesperanzador que identifica voluntades. Una encuesta realizada sobre
el respaldo a la Constituyente lanzada por Maduro, apunta a que 73 por
ciento de la población está en desacuerdo con el proyecto. Y si bien es
cierto que la sociedad venezolana esta polarizada, no es lógico afirmar
que más de la mitad de su conjunto conforme o sea parte de la llamada
oligarquía reaccionaria.

Otras notas de atención las ponen continuos flujos de personas que huyen
a diario través de las fronteras. Los más humildes enrumban hacia
Colombia o las cercanas islas de Trinidad Tobago. Los más afortunados lo
hacen a Estados Unidos, Europa o Canadá. Un éxodo de proporciones y
variedad inusitada en el que la situación continental del país le hace
una mala jugada al régimen bolivariano ahora bajo liderato de Maduro.
Una explosión migratoria a la que no son ajenos ni siquiera los
indígenas del Amazonas, que se han convertido en un problema para sus
vecinos selváticos de Brasil. Más de 300 individuos de la tribu Warao
han arribado a Manaos en busca de ayuda ante las pésimas condiciones que
afrontan en las remotas junglas donde viven. Ni ellos en su aislamiento
natural quedan exentos de las consecuencias del mal gobierno que rige la
nación. ¿Acaso estarán locos estos aborígenes?

Un amigo con el que me reencontré recientemente en Miami me comentaba de
sus viajes de trabajo a Venezuela varias anécdotas acerca de la
violencia y el grado de desabastecimiento crecientes que ha podido
palpar a través de varias de sus estancias en aquel lugar. Me aseguraba
que ni en los peores días del Período Especial vivimos igual situación
en Cuba. Asombrado ante una larga cola en una calle de Caracas se acercó
a preguntar, al último de la enorme fila, las expectativas de compra que
justificaban aquella aglomeración. "No sé. Dicen que van a vender
gelatina". La respuesta del hombre solo resulta comprensible para quien
ha conocido en carne propia de esa especie de surrealismo nada mágico y
mal llamado socialista ahora asentado en terreno venezolano. ¿Locura
inexplicable o la resultante de una forma de gobernar que busca acallar
las críticas y discrepancias señalando de insania a quienes asumen
posturas responsables desde el más sano juicio ciudadano?

Compartir:


Source: La sana locura de los que se oponen a la insania absolutista en
Venezuela CubanetCubanet -
https://www.cubanet.org/opiniones/la-sana-locura-de-los-que-se-oponen-la-insania-absolutista-en-venezuela/

No comments:

Post a Comment