El chavismo y 'Chacumbele'
El régimen bolivariano es el único responsable de las calamidades que
padece Venezuela
viernes, abril 22, 2016 | René Gómez Manzano
LA HABANA, Cuba.- He leído recientemente una información muy
interesante: Un grupo anónimo de chavistas, sin dejar de apoyar en lo
esencial el sistema imperante en Venezuela, plantea la necesidad de
realizar cambios profundos. Incluso argumentan la conveniencia de que el
presidente Maduro renuncie. Todo esto lo expresan bajo un título
truculento: "Deliberaciones desde las catacumbas".
El documento contiene pasajes harto elocuentes: "Nos sentimos obligados
a expresar nuestras críticas porque ya no es posible esconder el
descontento que existe dentro de nuestras filas, que va de la mano con
el deterioro de todos los índices sociales y económicos". Y en otra
parte: "Hace falta un ejercicio de desgarradora franqueza. Decirle la
verdad al pueblo".
Con respecto a la jefatura del Estado, los desconocidos autores
plantean: "Justo es reconocer que el presidente Maduro no ha tenido
éxito en enfrentar los difíciles retos de la realidad nacional e
internacional". Y concluyen al respecto: "Debe considerarse seriamente
la posibilidad de que sean nuestros propios camaradas quienes le
planteen en privado al Presidente que dé un paso al costado".
En mi criterio, ese escrito refleja un estado de opinión que va ganando
espacio dentro de las filas gobiernistas venezolanas. Como el país está
hundido en el desastre, es lógico que así sea. (¡Qué lástima que, hasta
ahora, no haya sucedido algo similar en Cuba, donde pasa lo mismo!) Pero
lo que me ha animado a escribir el presente artículo es la forma en que
esos disidentes, aun reconociendo el papel pernicioso desempeñado por
sus propios compañeros, repiten lugares comunes del populismo.
Como causas del desastre que sufre el país, mencionan, sí, las
"políticas macroeconómicas erradas" y "la inacción gubernamental". En
particular, citan, como "error económico más grande", el "mantener de
forma indefinida un control de cambios que debió haber sido temporal,
mientras se ajustaban ciertos desequilibrios". Pero no dejan de culpar
también a los chivos expiatorios preferidos de la izquierda internacional.
Así, aluden –¡cómo no!– al "imperio norteamericano". Olvidan que Estados
Unidos fue con mucho, durante los lustros iniciales del chavismo, el
principal comprador del petróleo venezolano. Y que la diplomacia de
Washington hizo caso omiso a los frecuentes ataques del "Comandante
Eterno". Éste, para encontrar a toda costa el enemigo exterior que le
hacía falta, imitaba a su mentor Fidel Castro y lanzaba constantes
acusaciones contra el "imperialismo yanqui". Pero recibía la callada por
respuesta. Aparecía ante el mundo en la ridícula actitud de dar
empellones al vacío.
Ahora, los antimaduristas vergonzantes también acusan de los males que
padecen al "saboteo continuo de la derecha". En otro pasaje de sus
"Deliberaciones desde las catacumbas", para referirse a ese otro
supuesto culpable, utilizan una frase aún más tremebunda: "La guerra
económica que ejecuta insensiblemente la derecha fascista".
Por supuesto que, al plantear las cosas en esos términos, a los
cripto-disidentes bolivarianos les falta la razón. No tienen la
obsecuencia de los incondicionales, que mientras se aprovechan de sus
vínculos con el poder, son incapaces de atribuir alguna responsabilidad
a sus jefes. Pero esos discrepantes anónimos no vacilan en emplear los
mismos argumentos falsos que utiliza la propaganda mentirosa del régimen.
Éste acosa a los empresarios independientes, los hace objeto de
expropiaciones injustificadas, los coloca en situación desventajosa a la
hora de competir con sus homólogos chavistas, les niega las divisas que
necesitan para desarrollar sus iniciativas, los convierte en objeto
predilecto de cuanta inspección arbitraria se le ocurra, los amenaza,
les impone sanciones. Y después, cuando esos mismos capitalistas, ante
el constante hostigamiento sufrido, se retraen y limitan su actividad
económica, ¡los acusan de hacerle la guerra al gobierno!
Pero, en mi argumentación, yo quisiera ir un poco más lejos: Supongamos
que, en efecto, los bolivarianos tengan razón, y que esos empresarios
estén en verdad saboteando de manera deliberada al oficialismo, haciendo
todo lo que pueden en contra del régimen. Si vamos a ser lógicos, en
este punto tendríamos que preguntarnos: ¿Y a qué se debe esa hostilidad?
¿Cuáles son las causas de esa "guerra económica"!
Aquí, aunque por otro camino, volveríamos al mismo punto ya visitado:
los despojos arbitrarios, el acoso gratuito, la retórica
anti-capitalista, la "explotación del hombre por el hombre", la vacua
palabrería marxista y todos los restantes lugares comunes del
"Socialismo del Siglo XXI". Como es obvio, se trata de motivos más que
suficientes para que esos hombres y mujeres de empresa se muestren
hostiles al poder.
¿De qué se quejan entonces los chavistas! ¡Si habrían sido ellos mismos,
con sus atropellos y su iniquidad, quienes pusieron en su contra a los
ciudadanos con mayor iniciativa empresarial!
Sucede con esos señores como con el artista de circo cubano conocido
como 'Chacumbele', cuyo suicidio por amor quedó eternizado en el
estribillo de una canción popular. Entonces, del chavismo podemos
también decir: "¡Él mismito se mató!"
Source: El chavismo y 'Chacumbele' | Cubanet -
https://www.cubanet.org/opiniones/el-chavismo-y-chacumbele/
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